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Historia de la Copa Lipton


La Copa Lipton —que disputaban las selecciones argentina y uruguaya— atesora una riquísima trayectoria que nos remonta a los orígenes del fútbol organizado en el Río de La Plata. Discontinuada desde hace 30 años, descansa hoy en la vitrinas de la AFA. Esta es su historia…

En 1863 la Football Association (FA) comenzó a codificar el fútbol moderno en Inglaterra. Los primeros partidos internacionales “informales” entre jugadores ingleses y escoceses fueron organizados a partir de 1870 por Charles W. Alcock, el legendario Secretario de la FA.

El primer encuentro internacional formal se jugó el 30 de noviembre de 1872 en Glasgow, entre equipos representativos de Escocia e Inglaterra. El partido reunió 4.000 espectadores y terminó empatado sin goles.

En 1884 comenzó a disputarse el British Home Championship, un torneo anual de fútbol que reunía a las 4 naciones constituyentes del Reino Unido: Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda.

En el Río de la Plata el fútbol internacional recorrió similar derrotero. Residentes británicos de ambas márgenes jugaron en Montevideo en 1889. Este partido se organizó anualmente hasta 1894. Los años impares en la Banda Oriental y los pares en Buenos Aires

En 1901 se retomó la tradición y organizó un encuentro amistoso entre equipos integrados por jugadores de ambas orillas. Este partido no integra el historial oficial, pero fue de vital importancia para iniciar la competencia regular entre los entes reguladores de cada país.

Al año siguiente —1902— se jugó en Montevideo el primer partido formal entre representativos de las ligas argentina (porteños) y uruguaya (orientales). En 1903 se jugó la revancha en Buenos Aires. En 1904 no se jugó debido a la inestable situación política en la Banda Oriental.

En 1905 Sir Thomas Lipton —el magnate del té— donó un trofeo para que fuera disputado anualmente por equipos integrados por jugadores nativos de la Argentina y Uruguay. Fue el primer trofeo internacional de fútbol entre naciones no británicas.

No queda claro por qué Lipton donó el trofeo. Pudo haber sido una acción publicitaria para impulsar la comercialización de sus productos, aunque también se especula que mantenía fuertes lazos de amistad con connacionales escoceses que desarrollaron el juego en Buenos Aires.
El trofeo es una estupenda pieza de orfebrería en plata elaborada en Londres. Está compuesto por 3 jugadores que sostienen un balón sobre el que se yergue una victoria alada. En la base están los escudos argentino y uruguayo, más las chapitas para dar cuenta de los resultados.

En el inicio se la denominó Copa de Caridad (como consta en la inscripción grabada en el trofeo), pues la recaudación neta de cada match se destinaba a obras de beneficencia. Luego se popularizó como Copa Lipton, y así se la conoció en el ambiente del fútbol.

En 1906 se instituyó otro trofeo similar —Copa Newton—llamada Copa de las Ligas pues los equipos se integraban con jugadores de cada campeonato (jugaban los extranjeros). Las sedes se alternaban con las de la Copa Lipton. Ya llegará el momento de contar su historia en otro hilo.
La Lipton se disputaba a partido único. En caso de empate se compartía el honor y el ganador vigente retenía el trofeo. Los viejos impresos computan bien los resultados, pero algunas estadísticas modernas difunden que en caso de empate el visitante obtenía el trofeo.

El gráfico muestra la línea de tiempo de todas las ediciones disputadas. La posesión del torneo se alternó por rachas (3 argentinas y 2 uruguayas). En el inicio el historial fue muy parejo, pero a partir de 1937 se decantó en favor de los argentinos.

La Lipton se jugó con suma regularidad durante el primer cuarto del siglo XX. Hasta 1929 se disputaron 19 ediciones en 25 temporadas. El historial a esa fecha registraba 7 victorias argentinas, 6 uruguayas y 6 empates.

A partir de 1929 los partidos por la Copa Lipton fueron esporádicos (sólo 9 ediciones en 63 temporadas), y hasta se introdujeron intervalos de más de una década de duración. En esta fase se registraron 4 victorias argentinas y 5 empates.

Entre 1905 y 1992 se jugaron 28 ediciones en 88 años. En 11 se registró un Empate, en otras 11 ganó la Argentina, y en las 6 restantes ganó Uruguay. El partido no se jugó en 60 de las 88 temporadas de vigencia. Se disputó en 16 canchas en Buenos Aires, Montevideo y Avellaneda.

A principios del siglo XX el partido por la Copa Lipton era el más importante de la temporada y reunía multitudes. Luego perdió relevancia a medida que se espaciaron los partidos. Repasemos cada uno de estos encuentros mediante la cobertura que publicaron los medios de la época.

En 1905 se jugó el primer partido en la Sociedad Sportiva Argentina en Palermo (actual Campo de Polo). Terminó empatado sin goles. Se intentó definirlo en 30’ suplementarios, pero restando 9’ se abortó por falta de luz. El resultado fue “Empate” y el trofeo quedó en Buenos Aires.

En 1906 el partido se jugó por primera oportunidad en Montevideo, en el Parque Central del Club Nacional de Football. Asistieron unos 5.000 espectadores. Los argentinos ganaron por 2 goles a 0 y así obtuvieron por 1ª vez el trofeo.

En 1907 se jugó en el field de Estudiantes en Palermo (Av. Alvear y Oro), que resultó insuficiente para alojar a la nutrida concurrencia. Los argentinos triunfaron 2 a 1 y obtuvieron por 2ª vez el trofeo. Alfredo Brown ocupó el arco en el 2º tiempo pues Laforia salió lesionado.

En 1908 se repitió el Parque Central (estadio más frecuente de la Lipton). La concurrencia superó las 7.000 personas. Uruguay usó una extraña camiseta roja y negra a franjas horizontales. El partido terminó empatado en 2 goles y los argentinos retuvieron la posesión del trofeo.

En 1909 se jugó por primera vez en el estadio de Maldonado del Club de Gimnasia y Esgrima en Palermo. La nota curiosa la dio la tribuna debajo del tablero metálico por el que circulaba el Ferrocarril a Rosario. Los argentinos ganaron 2 a 1 y obtuvieron por 3ª vez el trofeo.

En 1910 se jugó en el Belvedere de Wanderers. Los uruguayos estrenaron su tradicional divisa celeste, triunfaron 3 a 1, y ganaron por 1ª vez el trofeo. Los argentinos acusaron que el clima reinante fue hostil y al cabo del partido ambas asociaciones rompieron relaciones.

En 1911 —recuperada la armonía entre dirigentes— el partido regresó al estadio de Maldonado de GEBA. Reunió unos 15.000 espectadores en sus amplias tribunas, construidas en 1910 para los juegos del Centenario. Los uruguayos ganaron 2 a 0 y obtuvieron el trofeo por 2ª ocasión.
En 1912 se regresó al Parque Central del Club Nacional de Football. Los uruguayos vencieron por 2 goles a 0, obtuvieron el trofeo por 3ª ocasión (3 triunfos en 3 años consecutivos), y empataron el historial que acumulaba: 3 victorias argentinas, 3 uruguayas y 2 empates.
En 1913 el fútbol porteño estaba dividido, y por eso la Asociación Argentina no contaba con el estadio de GEBA. Se jugó entonces en el estadio del Racing Club en Avellaneda. Argentina ganó por 4 goles a 0 (todos convertidos por Max Susán) y ganó el trofeo por 4ª vez.


No se jugó en 1914 (las asociaciones estaban otra vez distanciadas). En 1915 el partido volvió al estadio de GEBA en Palermo, donde una verdadera multitud presenció las acciones. Argentina ganó por 2 goles a 1 y obtuvo el trofeo por 5ª ocasión.

En 1916 el duelo por la Lipton retornó a su escenario más habitual: el Parque Central del Club Nacional de Football. Los argentinos ganaron por 2 goles a 1 y obtuvieron el trofeo por 6ª oportunidad.

En 1917 la sede elegida fue otra vez el estadio de madera del Racing Club en Alsina y Colón. Argentina ganó por 1 gol a 0, completó 4 triunfos consecutivos en las 4 últimas ediciones disputadas, y obtuvo la Copa Lipton por 7ª vez.

En 1918 se usó el efímero Parque Pereira, un enorme estadio en Montevideo en el que en 1917 se jugó el 2º Campeonato Sudamericano (que puso en juego la Copa América por primera vez). Ya no se jugó el 15 de agosto. El empate en 1 gol mantuvo la posesión en poder de los argentinos.

En 1919 fue la última oportunidad en la que se jugó en el estadio de Maldonado (GEBA), tan sólo unos pocos días antes de la escisión de la Asociación Amateurs. Uruguay ganó por 2 goles a 1, obtuvo el trofeo por 4ª vez, y recuperó la Copa Lipton luego de 6 temporadas.

No se jugó en 1920 y 1921. En 1922 el clásico partido retornó al Parque Central del Club Nacional de Football. El triunfo de los orientales por 1 gol a 0 les permitió obtener el trofeo por 5ª oportunidad.

En 1923 se jugó en Iriarte y Luzuriaga, el mítico estadio de Sportivo Barracas inaugurado 3 años antes. El empate sin goles aseguró la continuidad de la posesión del trofeo por parte de los uruguayos.

En 1927 —tras un paréntesis de 3 temporadas— se jugó en Brandsen y Del Crucero, la cancha de madera de Boca Juniors que precedió a la Bombonera. Argentina presentó a todas sus figuras luego de la unificación del fútbol, pero la victoria uruguaya (1 a 0) les dio su 6ª Copa Lipton.

En 1928 se jugó por última vez en el Parque Central de Club Nacional de Football. Uruguay —reciente bi-campeón olímpico—empató el partido en 2 goles en los instantes finales, y aseguró así que la Copa Lipton se quedara en Montevideo.

En 1929 se jugó en el flamante Gasómetro de San Lorenzo de Almagro en la Av. La Plata. Fue el primer partido de la selección argentina en este enorme estadio de hierro y tablones. El empate sin goles les permitió a los orientales retener la posesión del trofeo.

En 1937 —al cabo de un largo intervalo de 7 temporadas— se jugó en el gran estadio de cemento de Independiente en Alsina y Cordero. La goleada por 5 goles a 1 permitió que los argentinos ganaran su 8ª Lipton, y que el trofeo volviera a Buenos Aires luego de 18 años.

La llegada de la Copa Lipton a Buenos Aires en 1937 no pasó desapercibida para los medios de la época. Esta foto ofrece una rara oportunidad para apreciar la altura del trofeo (≈95 cm) al compararlo con la estatura de las personas. No hay fotos de la Lipton en un campo de juego.

En 1942 —al cabo de 4 temporadas de intervalo— se jugó por primera vez en el estadio Centenario de Montevideo inaugurado en 1930 para la primera Copa del Mundo de la FIFA. El partido terminó empatado en 1 gol por lado, y le permitió a la Argentina mantener la posesión del trofeo.

En 1945 —luego de una interrupción de 2 temporadas— el estadio Centenario volvió a recibir a los tradicionales rivales. Un nuevo empate, esta vez en 2 goles por bando, coronó las acciones. Los argentinos mantuvieron entonces la posesión de la Copa Lipton.

En 1957 —luego de una extensa pausa de 11 temporadas— la Lipton volvió a disputarse en la Argentina después de 20 años. El partido se jugó en el Palacio de Huracán. Se registró un empate en 1 gol (tercera paridad consecutiva) y la Argentina continuó en posesión del trofeo.

En 1962 —tras un intervalo de 4 temporadas— se jugó por primera vez en el estadio Monumental de River Plate inaugurado 24 años antes. Menotti debutó, y quizás jugó su mejor partido en la selección. La victoria por 3 goles a 1 le dio a la Argentina su 9ª Copa Lipton.

En 1968 —tras un impasse de 5 temporadas— se jugó en un despoblado estadio Monumental de River Plate. A juzgar por el título de la nota, el partido no agradó a pesar de que el triunfo argentino por 2 goles a 0 le permitió ganar el trofeo por 10ª oportunidad.

En 1973 se reanudó la disputa tras 4 temporadas. El estadio José Amalfitani de Vélez Sarsfield (cancha favorita de los 70s) recibió a la Copa Lipton por primera vez. Un empate en 1 gol por bando le permitió a la Argentina retener la posesión del trofeo.

En 1976 se disputó la Copa del Atlántico entre Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay. En cada partido se volvieron a disputar las viejas copas internacionales. La Lipton se reanudó tras 2 temporadas, otra vez en el Amalfitani. La Argentina ganó 4 a 1 y obtuvo la copa por 11ª vez.

En 1992 —tras un amplio paréntesis de 15 temporadas— se jugó en el Centenario de Montevideo la edición final de esta señera copa internacional. Un opaco empate sin goles (el mismo resultado del primer partido en 1905), clausuró la disputa y mantuvo la posesión del lado argentino.

La AFA tiene la posesión de la Copa Lipton desde 1937. No prevé reiniciar su disputa. Merced a la tesonera labor de los historiadores de @HistoriaAFA esta pieza clave del desarrollo del fútbol en el Río de la Plata está plenamente identificada. Ojalá brille algún día en un museo.