Viejos Estadios

Platense

Manuela Pedraza y Cramer
El club Platense fue fundado en 1905 por un grupo de jóvenes que, para recaudar fondos para comprar los primeros elementos, apostó y acertó el ganador de una carrera en la que triunfó un caballo llamado Gay Simón que pertenecía al stud "Platense".
Clásico Eduardo Casey disputado en el Hipódromo Argentino de Palermo (9 de octubre de 1904).
En 1907 construyó un campo de juego en Posadas 427 del barrio de Retiro.  En 1910 se afilió a la Asociación Argentina de Football (AAF) y disputó en esa cancha el torneo de 2ª división.

En 1911 trasladó su campo de juego a la intersección de las calles Manuela Pedraza y Blandengues en el  Bajo Belgrano. En ese campo jugó los torneos de Intermedia de 1911 y 1912. En 1913 comenzó a participar en la 1ª división de la AAF, pues fue promovido junto con el resto de los equipos de Intermedia luego de que la escisión de la Federación Argentina dejara a sólo 6 equipos en el círculo superior. Platense jugó en el bajo Belgrano hasta 1916.

En 1917 Platense alquiló al Dr. Carlos Delcasse un terreno ubicado en la intersección de la calle Manuela Pedraza y la avenida Cramer en el barrio de Saavedra, donde construyó su estadio.
Vista aérea (circa 1938). El óvalo es el lugar que ocupó el velódromo a partir de 1941.
Primer partido (inaugural): 9 de julio de 1917. Platense 1 - Provincial (Ros.) 0.
Primer partido (oficial): 22 de julio de 1917. Platense 0 - Porteño 0.
Vista aérea del estadio de Platense (circa 1925).
En 1922 las instalaciones incluían una tribuna oficial techada con 7 habitaciones en la planta baja, dos canchas de pelota y una de tenis.
Tribuna oficial del estadio de Manuela Pedraza y Cramer (circa 1922).
Tribuna oficial (circa 1922).
Equipo de 5ª división detrás de la escalera de acceso a la tribuna oficial (circa 1928).
Equipo de Bella Vista frente a la tribuna oficial de Platense (circa 1934).
La siguiente aero-fotografía del barrio de Saavedra fue tomada en 1925 y permite apreciar los alrededores del estadio en aquella época.
Vista aérea del barrio de Saavedra y ubicación del estadio de  Platense (circa 1925).
Partido amistoso con Racing para celebrar los 25 años de Platense (25 de mayo de 1930).
Durante la etapa amateur, Platense no obtuvo títulos en este estadio.
Último partido (amateur): 29 de marzo de 1931. Platense 2 - Banfield 1.
Primer partido (profesional): 31 de mayo de 1931. Platense 1 - Vélez 0.

Con la llegada del profesionalismo se amplió el estadio en 1932 y 1939.
Vista aérea del estadio de Platense (circa 1935).

Esquina de Cramer y Manuel Pedraza (circa 1945)
La línea delantera en el campeonato de 1934 en el estadio de Manuela Pedraza y Cramer.
Platense 5-5 Racing (22 de mayo de 1938). Al fondo el corner de Cramer y Tamborini (antes Guayrá).
Equipo de 5ª división de Platense, frente a la tribuna de la calle Cramer (circa 1938).
Vista de la tribuna lateral sobre la Av. Cramer (circa 1940)
Equipo de Tigre frente a la tribuna de la calle Tamborini, antes Guayra (circa 1940).
El 1º de febrero de 1941 Platense inauguró un velódromo contiguo al estadio. Durante muchos años fue el único en la ciudad de Buenos Aires.
Construcción del velódromo de Platense (circa 1941)
En el centro del velódromo había una cancha de básquetbol al aire libre, en la que jugaba el recordado equipo de "Los Aviones", así denominado por Borocotó en la revista "El Gráfico" debido a la gran talla de todos sus integrantes.
Equipo de "Los Aviones", campeón de la Asociación de Básquetbol de Buenos Aires en 1943, 1944 y 1945.
En 1947 se adquirieron terrenos en Vicente López. En 1950 se obtuvo un préstamo para construir un gran estadio de cemento armado. Sin embargo, el inicio de las obras se demoró hasta 1954, y luego del cambio de gobierno producido en 1955 el proyecto fue descartado.
Proyecto del estadio "17 de octubre" de Platense (circa 1950)
En 1955 Platense descendió de la 1ª categoría por primera vez (fue el último de los equipos chicos en caer). Acumulaba 43 temporadas consecutivas en el círculo superior, en donde militaba desde 1913.
5ª división campeona (circa 1963). Codo de Cramer y Tamborini antes del giro de los arcos.
Jugadores de divisiones inferiores frente a la cabecera de Manuela Pedraza (circa 1963).
En marzo de 1957 Platense adquirió el pase de Enrique Schmidt, arquero de San Telmo que fue campeón  de 1º división C en 1956. Parte del pase se abonó con un tramo de 50 metros de largo por 14 escalones de altura de la tribuna de tablones del velódromo 
Velódromo de Platense en el que se ve parte de la tribuna vendida a San Telmo. Foto aportada por @ImborrableTelmo
 Platense regresó a 1ª división en 1965. El buen momento por el que atravesaba la institución (con más de 20.000 socios), alentó una importante remodelación del estadio.
Se cambió el sentido del campo de juego. La antigua cancha, orientada de Norte a Sur, tenía 94 m. de largo por 64 m. de ancho. Entre la línea que delimitaba el campo y el alambrado sólo había un metro. Luego del reordenamiento de este a oeste, el campo pasó a medir 110 m. de largo por 70 m. de ancho. Desde el límite hasta el alambrado había 5 metros y desde el alambrado al primer escalón de la tribuna 6,5 m. Se pusieron más plateas en la tribuna sobre Manuela Pedraza y eliminó el velódromo.
Vista aérea del estadio remodelado (circa 1965).
Vista de la tribuna cabecera sobre la Av. Cramer (circa 1970).
Vista de la platea sobre la calle Manuela Pedraza (circa 1970.
Vista de la cabecera a la calle Amenabar (circa 1970).
El siguiente video, tomado el 19 de marzo de 1967 en un partido con Independiente por el campeonato Metropolitano, ofrece breves vistas del aspecto del estadio en aquella época.
En diciembre de 1971 Platense volvió a descender de categoría. Sumergido en una profunda crisis económica y deportiva, perdió la posesión de los terrenos de Manuela Pedraza y Cramer.
Último partido: 26 de septiembre de 1971. Platense 2 - Newell's 0.
Estadio del Club Atlético Platense (circa 2000).
Durante los siguientes 8 años Platense no jugó en una cancha propia. En julio de 1979 inauguró su estadio en Vicente López, en los mismos terrenos que había comprado 32 años antes.
A fines de 1934, la redacción de la revista Caras y Caretas encomendó a Emilio Dudeló una serie de artículos sobre los orígenes de los 14 equipos de fútbol que ese año completaron el torneo de la Liga Argentina. Cabe notar que, en aquel tiempo, la mayoría de los clubes tenía menos de 30 años de antigüedad y varios de sus fundadores fueron entrevistados. No fue una tarea de investigación (hay datos errados), sino de compilación de lo que hasta ese momento sólo eran anécdotas que se transmitían por tradición oral. Con el tiempo, estos artículos se convirtieron en documentos esenciales que ayudaron a preservar la rica historia del fútbol en la Argentina.

Se transcribe a continuación el artículo completo correspondiente al Club Atlético Platense:
En este link podés descargar el PDF del artículo original con fotos.

En el que fue terreno del Parque Japonés nació el Club Platense llamado "Los Calamares"
En los viejos terrenos de la Recoleta. – De changador a organizador de un club. – Origen del nombre "Platense”. – Un caballo dio al club los primeros pesos. – “Los Calamares” murieron en su propia tinta”. – Escisiones y división de la institución. – El Inglés dictador y propulsor del club.

CASI treinta años de vida tiene ya el Club Atlético Platense, cuya pintoresca historia nos toca narrar en esta crónica. Hemos hablado del Boca Juniors nacido en la plaza de aquel barrio, en una modesta sesión realizada en uno de sus bancos; del nacimiento de Independiente en los potreros colindantes con el Ferrocarril del Sud; de los orígenes de Racing y de River Plate a orillas del río; hemos hablado de los baldíos que sirvieron de cuna a Huracán y Vélez Sársfield; de las quintas de verduras que vieron nacer al Ferrocarril Oeste, sin olvidar la original aparición de Chacarita Juniors y la barra que dio origen a San Lorenzo de Almagro. Toca su turno a otro de los club integrantes de la primera división, el tradicional Platense, cuya cuna, por el barrio, ha sido más aristocrática que la de sus colegas.

Lo funda... un changador de la estación Retiro

UN grupo de muchachos del barrio de la Recoleta, contagiados, hace ya casi treinta años, de la manía de jugar al fútbol, se trenzaban en largos partidos en los terrenos baldíos que, junto a las vías del Central Argentino, bordeaban el paseo Leandro N. Alem. Aquellos muchachos de la barriada de Callao y Posadas se reunieron bajo la presidencia de un modesto changador del ferrocarril Central Argentino que tenía su parada en la estación Retiro. Este admiraba el espíritu deportivo de aquéllos. Faltaba dinero para la organización. Antonio Meraggia, tal el nombre del changador y presidente, tuvo la genial idea de reunidos a todos y realizar una colecta con cuyo producto se comprarían unos boletitos al caballo "Gay Simón". El ingenioso presidente tenía el dato de fuente insospechable. Acababa de acompañar con las valijas a un conspicuo pasajero, turfman muy conocido. Le había oído decir que "Gay Simón" no podía perder, que era una fija. El viajero hablaba familiarmente con un miembro de la comisión de carreras, a quien el changador conocía también de vista, y le pareció que aquel dato no podía fallar. Así lo manifestó a los muchachos, y éstos aportaron cincuenta centavos cada uno, con lo que se reunieron unos pesos para jugarlos a las patas de aquel caballo.

Gracias al caballo "Gay Simón" existe el club

INÚTIL parecería narrar aquí los detalles de la expectativa que se apoderó de los primeros componentes de aquel club de purretes capitaneados por un changador. Siguiendo a Meraggia, se pasaron la tarde del domingo en el terraplén del Central Argentino, palpitándose la carrera, de la cual dependía la existencia futura del club por ellos fundado, sin más perspectiva que la de jugar al fútbol, practicar el gran deporte popular y afiliarse finalmente a la liga o asociación que en aquella época agrupaba a los incipientes clubs. Llegó la hora de la carrera. En cada pecho infantil de los componentes la sangre se agolpaba, latía el corazón con inusitada violencia y el paladar y la lengua se les secaba de emoción. No era para menos. Nadie se atrevió a hablar. De pronto el changador, de pie, dio un grito. Su mirada de lince acababa de ver que al doblar el codo, "Gay Simón" descontaba rápidamente la ventaja que le llevaba el puntero, se le ponía al lado, entraba en la recta en punta y cruzaba las populares llevando por lo menos tres cuerpos de ventaja. "¡Ganamos!... ¡Ganamos!... ¡Robamos por tres cuerpos!" La gritería de los purretes fue ensordecedora. Había ganado. Tendrían lo necesario para equiparse, formalizar los trámites y comprar pelota, camisetas, alquilar terreno, etc., etc. Todo eso creían ellos que iba a salir de las cuatro patas de "Gay Simón", y casi casi estuvieron acertados, pues el caballo dio un gran "sport", y gracias a la ceñida administración del presidente se dieron los primeros pasos con relativa holgura.

El nombre del club no fue ni discutido
LA sola insinuación de uno de los socios, al tratarse el punto del nombre, encontró la más franca y entusiasta acogida. ¿A qué "stud" pertenecía "Gay Simón"? Al "Stud Platense". No había, pues, ni que dudarlo. El club se tenía que llamar Club Platense. Y Platense se llamó a partir del 25 de Mayo de 1905, fecha en que fueron elegidas las autoridades oficiales de la entidad. El primer presidente fue José Viviani; secretario, Carlos Garbagnati; tesorero, José Roggerone. Redactó el acta de fundación el socio ya fallecido Leopoldo Lacoste; y en un gesto de simpática modestia, el ideador y fundador del club, Antonio Meraggia, sólo aceptó un cargo de vocal. Constituido ya con autoridades correspondientes a su jerarquía de "club bien hecho", como decía el changador, se formó el primer cuadro de jugadores, que lo integraron los hermanos Pianaroli, Juan Aressi, Antonio Meraggia, Francisco Barrionuevo, Jesús Moyano, Leonardo Lacoste, Pedro Gianoli, Antonio de Ñero, Antonio Genaro y L. Perica.

Los colores del "stud" fueron también los del club
EL agradecimiento de aquellos muchachos hacia el caballo que les dio a ganar los primeros pesos, fue demostrado una y más veces en todos los actos de la vida del club. Llegó el momento de elegir colores para las camisetas del cuadro que saldría a jugar representando a Platense, y se eligieron los mismos del "stud" de ese nombre: camiseta roja con puños y cuello negros. Ese agradecimiento y esa consecuencia con el caballo no era compartida por todos los socios, y, desgraciadamente, el asunto dio lugar a una serie de disgustos, pues un bando rechazaba el nombre de Platense, pretendiendo que el club debía llamarse Kimberley. Eran líderes de este movimiento Roggeroni, Viviani y Pianaroli, a quienes seguían otros socios.

"Los Calamares"

Los terrenos en que Platense tuvo su primera cancha, en donde después fue construido el Parque Japonés, eran muy bajos y fácilmente se convertían en una verdadera ciénaga. Los jugadores se hicieron verdaderos técnicos del juego en cancha pesada y eran unos "barreros" extraordinarios. Difícilmente podía ganárseles cuando la cancha estaba fangosa. Ellos eran los dueños de casa y los ases del barro. Cubiertos de lodo, desde los pies a la cabeza, fueron bautizados por la "hinchada" con el apodo de "Los Calamares", y en cierta oportunidad en que un cuadro adversario tuvo la suerte de ganarles en su propia cancha, los cronistas de fútbol, a grandes títulos, escribieron: "Los calamares murieron ayer en su propia tinta". Carlos Garbagnati gestionó y obtuvo después el terreno que ocupó durante mucho tiempo en Manuela Pedraza y Blandengues. La dirección de Parques y Jardines de la Municipalidad de la Capital hizo a Platense esta concesión de carácter precario. En esa cancha, de terrenos bajos también, continuó por varios años la tradición "barrera" de "Los calamares en su tinta". En aquella cancha construyó la primera casilla de vestuario el veterano jugador del club, Germán Guassoni, que empleó en la obra viejos cajones de automóviles. Entre los dirigentes que en esa época más hicieron por mantener el prestigio del club, cabe recordar a Piorito, Gianoli, Meraggia, Aranda y los hermanos Moyano y Garbagnati. Para poder pagar la inscripción en la segunda división de la Angentina Foot-ball Asociation, el socio José Aranda dio parte de su sueldo, pues el "inglés" Williams, de la citada asociación, exigió el pago con apremio. Cuando hace justo 20 años asumió la presidencia del club Archivaldo F. Goodfellow, completaban la comisión directiva: Gregorio Calicchio, Carlos F. García, Martín Álvarez, Castro Pérez y Raúl P. Martinetti. A partir de entonces Platense adquirió el impulso necesario que había de colocarlo en la primera fila de las instituciones deportivas del país.

El inglés Goodfellow dictador del club
NUEVAMENTE se produjeron disidencias en el seno de la comisión que encontró rápidamente eco entre los asociados y se dividió el club en dos bandos, renunciando la comisión directiva. Goodfellow no era hombre de amilanarse en esas circunstancias y, con una clara visión del porvenir de la institución a cuyo frente estaba, resolvió prescindir de la comisión directiva y tomar las riendas del club, erigiéndose en "dictador". Por su resolución exclusiva alquiló al doctor Delcasse las terrenos en que aún existe la cancha del club, en Crámer y Manuela Pedraza. Contra viento y marea Goodfellow llevó a cabo las mejoras, mandó arreglar los terrenos para la nueva cancha y comenzó la construcción del modesto estadio. Todo esto trajo contra el "dictador" una situación tirante y peligrosa que hizo crisis en 1921, fecha en que por pocos votos triunfó en las elecciones de comisión directiva la tendencia del doctor Ressio; pero ello, según parece, debióse a una estratagema electoral, pues la mayoría seguía a Goodfeloow; mayoría que se reunió en los salones de la sucursal de "La Prensa" en la calle Cabildo, resolviendo apoderarse del club por la fuerza, destituir a Ressio y sus colegas de comisión y reasumir el mando de la institución. Fueron actores de este episodio, con mandato imperativo de la asamblea realizada en la sucursal de "La Prensa": Juan F. Ibarra, Raúl P. Martinetti y Pedro Cossitorto. La misión fue cumplida y el club volvió a manos de Goodfellow y sus adictos, pero los otros no se conformaron, y con el mismo nombre fundaron otro club que tuvo una vida efímera, pues los valores de la institución estaban sin duda entre los que seguían a Goodfellow. Tal ha sido la vida llena de zozobras de esta institución de cuyo seno han salido grandes jugadores que integran hoy cuadros de Boca y otros clubs, y que en el extranjero han levantado bien alto el nombre del fútbol argentino.§

8 comentarios:

  1. soy de Platense desde que nací empece a ir a nuestra cancha de Manuela Pedraza y Cramer en 1966,y ahora estoy llorando ,ya que algunas de las cosas de las que leí ya las había leído pero no todas ellas ,,hoy cerré mis ojos ,y estuve co esos muchachos y puse mis 50 centavos y fui al hipódromo y sentí ,,la inmensa alegría y el extacis que abra sido ver cruzar la linea al caballo elegido,,lo que abra sido los saltos que pegaron y los gritos de alegría,,señores gracias ,,ya que hoy estuve por primera ves con ustedes..

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  2. Que linda historia la de tense ,felicitaciones a todos ellos

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  3. Yo soy de Huracán,pero me emociona realmente leer estas cosas,que lindo hubiese sido que Platense permaneciera en Cramer y Pedraza!!! Hermoso blog,gracias por tanto!!!

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  4. Como pasa el tiempo tenia 7 años y ya me llevaba mi tio a manuela pedraza el era de boca y yo del rojo pero somos del barrio y tense lo queremos vivi grandes recuerdos ojala platense vuelva a primera es de ahi

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  5. Una cosa hermosa era llegar al estadio caminando, recorriendo las calles de Saavedra con esas bellas casitas y los jardines con malvones. Yo venía de Vidal y Correa caminando con mi viejo todos los domingos de partido. Una increíble fortuna haber vivido en ésa época y estado alentado al calamar en ese histórico estadio. Gracias!!
    Fernando De Mont

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  6. Excelente blog........felicitaciones...Alborada

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  7. Yo viví 22 años en Grecia entre Manuela Pedraza y Juana Azurduy, al lado de la estación Núñez del FC Mitre. ¡Cuantas veces habré caminado por Manuela Pedraza hasta Cramer para ver al Calamar! Y en el 68, cuando hice la colimba me dejaban entrar gratis...qué tiempos. Siempre estuvo la discusión si Platense era de Núñez o de Saavedra. Para mí, nativo de Núñez, era nuestro. Para algunos amigos, nativos de Saavedra, era de ellos. ¡Qué importa! Platense siempre estará en nuestros corazones. Lo dice un hincha de River y de Defensores de Belgrano, a los que también iba a ver cuando podía. Saludos, y gracias

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