Una breve historia del Estadio das Laranjeiras del Fluminense Football Club en Río de Janeiro.
Siempre supimos que Río de Janeiro tenía en el Maracaná al estadio más grande del mundo, lo que no todos conocen, es que la ciudad maravillosa también supo tener al "pequeño estadio más lindo del mundo".
El Fluminense Football Club fue fundado en 1902. Desde sus inicios se radicó en Laranjeiras, un barrio acomodado en la zona sur de la ciudad de Río de Janeiro.
El primitivo campo de juego fue inaugurado en 1904. Se lo conocía como el Campo de la Rua Guanabara, pues ese era el nombre de la calle que bordeaba la cabecera Este del terreno.
En 1905 Fluminense construyó una bonita tribuna techada de madera (que fue ampliada en 1915). En este campo jugaron durante sus recordadas giras el combinado de la Asociación Argentina de Football (en 1908 y 1912) y los Corinthians ingleses en (1910 y 1913).
En julio de 1914 la selección brasileña jugó aquí su primer partido formal frente al equipo profesional inglés Exeter City, al que derrotó 2 a 0. Un par de meses más tarde, esa misma selección viajó a Buenos Aires y obtuvo la primera edición de la Copa Roca.
El palacio contiguo al estadio fue la residencia de la hija del emperador Pedro II. Bajo la regencia de Isabel, en 1888 se abolió la esclavitud en Brasil. Al proclamarse la República en 1889, pasó a manos del Estado Federal. Hoy es la sede del gobierno del Estado de Río de Janeiro.
El segundo Campeonato Sudamericano se jugó en mayo de 1919 en Río de Janeiro. Para albergar tan magno evento, Fluminense se abocó a la construcción de un grandioso estadio de cemento armado (toda una novedad para la época).
Todos los partidos del campeonato sudamericano de 1919 —que ganó Brasil— se jugaron en el flamante Estadio das Laranjeiras, que contaba con una tribuna techada en el lado Norte, una tribuna descubierta en el lado Sur y dos cabeceras con parasol en el Este y el Oeste.
En noviembre de 1920 Fluminense adosó a la tribuna oficial —que bordeaba el lado Norte del campo de juego— un imponente edificio que destinó a su lujosa sede social.
No puede haber muchos estadios de fútbol en el mundo con salones tan espléndidos como los del Fluminense Football Club.
En esta foto se aprecia que a unos pocos metros del Estadio das Laranjeiras había otra cancha de fútbol: la del Club de Regatas Flamengo. La sección de fútbol del club rojinegro surgió en 1912, cuando 9 jugadores de Fluminense dejaron el club.
Este estadio de Flamengo era conocido como el Campo de la Rua Paysandú, calle que por ser el camino de acceso al Palacio Isabel estaba bordeada por una impresionante hilera de palmeras imperiales.
Es una notable coincidencia que dos de los mayores clásicos del planeta fútbol (Flamengo-Fluminense y Boca-River), hayan tenido un mismo origen barrial y que sus primeros campos de juego sólo estuvieran separados por unos pocos metros.
Esta magnífica toma aérea del Estadio das Laranjeiras se obtuvo en ocasión de un partido de práctica de la selección brasileña, que se preparaba para intervenir en el cuarto Campeonato Sudamericano que se jugó en 1921 en Buenos Aires.
Para conmemorar el centenario de la independencia de Brasil, el quinto Campeonato Sudamericano se jugó en 1922 en Río de Janeiro. Para celebrar la ocasión, el Estadio das Laranjeiras fue completamente remodelado.
Se amplió la tribuna oficial techada y se agregó un segundo nivel a las otras tres tribunas de hormigón armado. Brasil volvió a ganar la Copa América en el que, sin dudas, en ese momento era el mejor estadio de toda Sudamérica.
En junio de 1928 se jugó en el Estadio das Laranjeiras el primer partido nocturno en Brasil. Empataron en 1 gol el scratch Carioca y el Motherwell escocés (que regresaba a Europa luego de una gira por el Río de la Plata).
Esta toma aérea nos muestra las modernas torres de iluminación y una pista de atletismo (cuyas curvas invadían las esquinas del campo de fútbol).
Para el centenario de 1922 Fluminense también organizó unos pioneros juegos atléticos sudamericanos, cuyo éxito le granjeó al club carioca un conceptuoso reconocimiento del Comité Olímpico Internacional.
A partir de los años ‘30 los partidos internacionales se mudaron el estadio São Januario (Vasco da Gama). Pero el Estadio das Laranjeiras siguió siendo el reducto de Fluminense. Desde 1950, el Maracaná fue el escenario excluyente de los grandes duelos futbolísticos cariocas.
En 1947 comenzó la construcción del túnel de Santa Bárbara (que atraviesa el Morro da Nova Cintra). La proyectada ampliación de la Av. Pinheiro Machado (como se llamaba desde 1915 la Rua Guanabara), amenazó la integridad del Estadio das Laranjeiras.
Luego de un largo pleito entre Fluminense y las autoridades federales, en 1961 se expropió parte del Estadio das Laranjeiras y se demolió íntegramente la cabecera Este para ensanchar la Av. Pinheiro Machado.
El Estadio das Laranjeiras continuó en uso, aunque de manera esporádica. Fluminense jugó allí su último partido oficial en 2003. Hoy se lo usa para partidos de divisiones inferiores y actividades recreativas del club.
El Estadio das Laranjeiras atesora una singular serie de hitos históricos que cimentaron la grandeza del futbol brasileño. Pero para quienes disfrutamos de la mejor arquitectura deportiva, siempre será “el pequeño estadio más lindo del mundo.”
Viejos Estadios
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La gira del Southampton en 1904
Un completa reseña de la gira del Southampton FC por el Río de la Plata, considerada uno de los hitos fundacionales del fútbol en esta región del mundo.
Índice
1. INTRODUCCIÓN
1.1 El football en Buenos Aires
1.2 Breve historia del Southampton FC
1.3 El plantel
1.4 La travesía
1.5 La expectativa local
2. PARTIDOS
2.1 Domingo 26 de junio vs. Alumni
2.2 Domingo 3 de julio vs. Británicos
2.3 Miércoles 6 de julio vs. Belgrano Athletic
2.4 Sábado 9 de julio vs. Argentinos
2.5 Domingo 10 de julio vs. Liga Argentina
2.6 Jueves 14 de julio vs. Liga Uruguaya (en Montevideo)
3. COROLARIO
3.1 Enseñanzas y reflexiones
3.2 El regreso
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1. INTRODUCCIÓN
1.1 El football en Buenos Aires
El fútbol organizado en la Argentina comenzó en 1891 (y desde 1893 se disputa de manera ininterrumpida el campeonato de liga). A medida que se desarrolló la actividad, fueron cada vez más frecuentes los intercambios deportivos entre equipos representativos de Buenos Aires y las ciudades vecinas, entre las que se destacaron principalmente Rosario y Montevideo.
Desde 1900 se comenzó a disputar la Copa Competencia (Tie Cup Competition), un concurso por eliminación que reunía a los principales clubes porteños, rosarinos y orientales. A partir de 1901 comenzaron los partidos regulares entre combinados argentinos y uruguayos, que dieron inicio a la incipiente actividad internacional.
A principios de 1904 el fútbol local ya había adquirido cierta relevancia en los estamentos deportivos locales. La final de la Copa Competencia era el mayor espectáculo deportivo de la temporada (si se exceptúa el turf), y congregaba multitudes de hasta 5.000 espectadores.
Se consideró entonces que estaban dadas las condiciones para contratar a un equipo profesional británico para jugar una serie de partidos durante el invierno (el verano Europeo).
Dos eran los objetivos de esta formidable empresa:
- ofrecer un espectáculo deportivo de jerarquía, que estuviera en condiciones de convocar un considerable número de espectadores y proporcionara un suculento retorno económico; y
- constatar el grado de desarrollo alcanzado por los jugadores locales, brindándoles la posibilidad de extender sus habilidades al medir fuerzas con eximios profesionales considerados entre los mejores del mundo.
De resultas de las tratativas iniciadas con la Football Association (FA) —a la que la Argentine Football Association (AFA) se encontraba afiliada— se obtuvo el concurso del poderoso equipo profesional Southampton FC.
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1.2 Breve historia del Southampton FC
La Football Associacion (FA) se estableció en 1863 en Inglaterra, con el objetivo de unificar las variadas normas y regulaciones con las que ya se jugaba al fútbol en colegios y clubes.
Desde 1871 la FA organizó un concurso por eliminación de carácter nacional (la FA Cup). El desarrollo de la actividad fue incesante. En 1885 se autorizó la práctica profesional del fútbol, para atemperar la diferencias que surgían entre equipos representativos de la clases obreras (del norte), y aquellos que se nutrían de ex-alumnos de colegios de las clases más acomodadas (del sur). En 1888 se estableció la English League, que comenzó a disputar un torneo anual que reunió a 12 equipos (ninguno de la ciudad de Londres). En 1892 la Liga se amplió a una 2ª división.
A medida que el fútbol se fue expandiendo, gradualmente fueron surgiendo ligas profesionales regionales independientes de la English League. En 1894 se estableció la Southern Football League, que reunió a 9 equipos del sur de Inglaterra.
El Southampton FC fue fundado en 1885 por miembros de la iglesia St. Mary's (el nombre original del club fue Saint Mary’s Young Men's Association). Este origen religioso explica su tradicional mote de “los Santos” (the Saints).
Southampton FC adoptó su actual denominación en 1894, cuando fue uno de los clubes profesionales fundadores de la Southern League. En 1898 comenzó a jugar en su tradicional estadio “The Dell” (en el que se mantuvo hasta 2001).
A mediados de 1904 el Southampton acababa de coronarse campeón de la Southern Football League por 6ª vez en 10 ediciones del torneo. Además, había disputado la final de la FA Cup en 1900 y 1902, lo que ciertamente lo posicionaba como uno de los equipos de fútbol más importantes de Inglaterra (y el mundo).
La decisión de aceptar el ofrecimiento de realizar una gira por el Río de la Plata en 1904 puede juzgarse osada. La tournée exigía una travesía marítima de 6 semanas (3 de ida y 3 de vuelta), y no se tenía un conocimiento cabal de las condiciones en las que disputarían los partidos en una locación tan alejada y sin tradición futbolística. Sin embargo, prevaleció el espíritu emprendedor de los directivos del club, que aceptaron el desafío. El retorno económico prometido seguramente jugó un rol preponderante, pero tampoco puede ser descartada una manifiesta vocación por difundir el fútbol inglés por todas las regiones del globo.
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1.3 El plantel
La delegación del Southampton estuvo compuesta por 13 jugadores más el Secretario del club, Ernest Arnfield, y el Director A. A. Wood.
En el plantel seleccionado sólo se incluyeron 6 jugadores del equipo campeón de 1903/04. Southampton asumió este compromiso como forma de preparación para la siguiente temporada, pues todos los jugadores que intervinieron en la gira luego integraron el plantel profesional del club en el campeonato de 1904/05. El centro forward Edgar Bluff, quien fue el goleador de la gira, fue contratado justo antes de la excursión y provenía del ejército inglés.
Se destacó la inclusión del fullback George Molyneux, el único jugador de la delegación que había intervenido en la final de la FA Cup de 1902. Durante la gira Molyneux sólo actuó en el primer partido (con Alumni) y en el último (con la Liga Uruguaya).
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1.4 La travesía
La delegación zarpó del puerto de Southampton el 3 de junio de 1904 a bordo del transatlántico Danube de la RMSP (Royal Mail Steam Packet Company).
Un año y medio antes —en enero de 1903— esta misma nave fue la primera de esa importante línea marítima que comenzó el trayecto regular entre el puerto de Buenos Aires y el de Southampton. El gran desplazamiento de la nave la obligaba a ingresar escorada al puerto para disminuir su calado.
Al cabo de 3 semanas de travesía, el Southampton arribó a Buenos Aires el viernes 24 de junio de 1904.
La delegación inglesa se hospedó en el Royal Hotel, que quedaba en la esquina de Corrientes y Esmeralda y compartía edificio con el Teatro Odeón.
El sábado 25 de junio, la Sociedad Hípica Argentina ofreció un banquete en el Royal Hotel para agasajar a los huéspedes.
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1.5 La expectativa local
La llegada del Southampton fue ampliamente cubierta por los medios de la época, que en ese entonces llevaban adelante una sostenida campaña de difusión de los beneficios de la actividad física y habían abierto un debate sobre la influencia del profesionalismo en las actividades deportivas.
Veamos…
... el mercantilismo, de acuerdo con los progresos de esta época, ha encontrado en el sport un vasto campo de acción pródigo en beneficios. Primero tuvimos aquellos partidos de pelota entre grandes jugadores contratados en Europa, y cuyo recuerdo se esfumó con los años. Tras aquella empresa de magnitud real, ninguna ha sido tan grande como la que ha proporcionado a Buenos Aires la ocasión de apreciar con sus propios ojos el valor de la falange de luchadores que han hecho célebre el concurso por la ceinture d'or (NdR: se refiere a un grupo de lucha greco-romana que en esos meses se encontraban de gira por el país).
Pero es indudable que, si el acto sportivo existe, y cualesquiera que sean sus móviles y origen, no lo es menos que el hecho de ser objeto de un negocio más o menos lucrativo pone en peligro la seriedad de aquél, aparte de que quita a la iniciativa todo el mérito que entraña lo noble y lo desinteresado. La idea del barón Antonio de Marchi, presidente de la Sociedad Hípica Argentina, rescata ambas cualidades, al traer de Inglaterra un team de football que sirva de modelo a nuestros jugadores y les permita adquirir en el viril deporte inglés una pericia que no habrían podido alcanzar de otro modo. Y esta idea, concienzudamente madurada y llevada a cabo con dedicación elogiable, ha dado por resultado la venida del Southampton F. C., seis veces campeón del Sur de Inglaterra, con una brillante foja de triunfos en su carrera sportiva, y con una envidiable fama dentro y fuera del Reino Unido.
El certamen atlético adquiere así una faz que, con respecto al football, no había tenido con anterioridad. Y esto habla muy en favor del sport nacional, que ya ha adquirido un desenvolvimiento notable. Es la evidencia de una tendencia digna de aplauso en nuestra sociedad, pues cuanto más brillante resulte el torneo, mayor será el estímulo que ejerce entre los aficionados que en él tomen parte. Es esta una satisfactoria constatación que nos complace mucho consignar, ya que el éxito responde a una campaña deliberadamente emprendida por toda la prensa de la república. En esta campaña benéfica, no necesitaremos revindicar la parte que nos corresponde, pues ello es bien notorio al público que conoce y sigue nuestras tendencias, claramente significadas por el título mismo de nuestro semanario. No es ya posible cerrar los ojos a la hermosa evidencia. Los ejercicios físicos han entrado en nuestras costumbres, son algo nuestro, y sus resultados se apreciarán debidamente antes de un par de lustros. Acabar con los neurasténicos que tan ridículamente han sucedido a los extenuados melenudos del año treinta; mofar con el desprecio y la irrisión a los estúpidos genios incomprendidos de la bohemia ordinaria; ostentar con orgullo los rojos colores que son divisa de salud; ofrecer a la más elevada intelectualidad de las generaciones que han de sucedernos instrumentos capaces de soportar las más rudas labores sin que un prematuro surménage venga a doblegar espinazos enclenques y a reblandecer cerebros anémicos. Todo esto y más verá quien quiera mirarlo, en el desenvolvimiento rápido, espontáneo, firme y nada fingido de los ejercicios atléticos en la juventud argentina.
El fútbol local estaba regido por la Argentine Football Association (AFA), que principalmente reunía a clubes de ascendencia británica herederos de los que habían dado inicio a la actividad 10 años antes. Sin embargo, como la práctica del deporte se regía por estrictos cánones amateurs, la Asociación carecía de los recursos monetarios suficientes para organizar un evento de esta envergadura.
Desde principios del siglo XX se había establecido la Sociedad Hípica Argentina. Desde un principio su propósito fue fomentar el desarrollo de deportes ecuestres de carácter amateur. En 1902 accedió a su presidencia el Barón Antonio de Marchi (yerno del presidente de la República, Julio Roca), quien impulsó el desarrollo de múltiples disciplinas deportivas (entre ellas el fútbol) y renombró a la institución Sociedad Sportiva Argentina (SSA).
La SSA contaba con un amplio campo de deportes ubicado sobre la Av. Vertiz (hoy Av. del Libertador), frente al Hipódromo de Palermo, en donde se solían organizar las principales manifestaciones deportivas de la ciudad.
La AFA y la SSA organizaron conjuntamente la llegada del Southampton. La envergadura de la empresa y el interés despertado fueron a todas luces extraordinarios:
- se trajo de Inglaterra una delegación de 15 personas (13 jugadores y 2 dirigentes) a la que se le costearon sueldos y gastos en Buenos Aires;
- se montó un estadio de madera con capacidad para 10.000 espectadores en el centro de la pista hípica de la SSA; y
- se arregló un field sano, que según declaraciones de los mismos jugadores, no lo había mejor en toda Europa.
En total se invirtieron más de 1.500 libras esterlinas, sin más propósito que hacer ver fútbol de ley a los aficionados en sólo 5 matches (unas 7 horas y media). Fue algo que se salió de lo común y que llamó poderosamente la atención aún de las personas más refractarias al sport.
Los precios de las entradas para los partidos internacionales en Palermo alcanzaron montos muy significativos para la época:
- entrada general: 50 centavos;
- tribuna popular: $ 1,50;
- tribuna reservada $ 2,50;
- abono a tribuna popular para los 5 matches: $ 6; y
- abono a tribuna reservada para los 5 matches: $ 10.
Cabe notar que en 1904, 1 libra esterlina equivalía a 11,4 pesos moneda nacional. Para recuperar las 1.500 libras esterlinas invertidas en el evento era necesario vender al menos 11.400 entradas populares. A la postre la visita fue un enorme éxito comercial para la SSA y la AFA, pues se estima que los 5 partidos en Buenos Aires fueron presenciados por más de 40.000 personas (aunque probablemente no todas pagaron entrada). Las ganancias se repartieron en partes iguales entre la SSA y la AFA.
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2. PARTIDOS
A continuación sigue la reseña de la inolvidable serie de matches jugados por el Southampton entre nosotros.
2.1 Domingo 26 de junio vs. Alumni
El domingo 26 de junio se jugó el primer partido en el cual intervino el Southampton, que se midió con Alumni. El éxito fue grande. Las tribunas populares del field de la Sociedad Hípica estuvieron casi colmadas pues asistieron 8.500 personas, cifra que en ese tiempo fue considerada enorme.
Cabe aquí un elogio de la manera como se condujo la concurrencia, lo que habló muy alto en favor de la cultura general. A pesar de las condiciones del partido, en el que intervenía un bando extranjero contra uno nacional y del resultado favorable a la visita, no se oyó un grito impropio ni una palabra descortés que empañara el brillo extraordinario del acontecimiento que se presenciaba.
Al encuentro concurrieron altas autoridades, entre las que destacaron el Presidente de la República, Julio A. Roca, el Ministro de la Guerra, Pablo Riccheri, y el Intendente Municipal, Alberto Casares. Al ingresar el primer mandatario, las bandas de música ejecutaron la marcha de Ituzaingó.
La fiesta gozó aún de mayor prestigio debido a la presencia de numerosas familias representantes de la sociedad porteña.
Los teams estuvieron formados de la siguiente manera:
Southampton: George Clawley; Joseph Henry Hoare y George Molyneux; William Whiting, Herbert Charles Dainty y Albert E. Houlker; Charles Webb, George Albert Hedley, Edgar Bluff, John Fraser y Frederik William Mouncher.
Alumni: John Mc Kechnie; Carlos Carr Brown y Walter Buchanan; Andrés Arturo Mack, Patricio Barron Browne y Ernesto Alejandro Brown; Charles James Buchanan, Patricio Dillon, Alfredo Carrow Brown, Jorge Gibson Brown (capitán) y Gottlob Eduardo Weiss.
El referí fue Willy Leslie, cuya actuación mereció el general aplauso por el acierto y la rapidez de sus decisiones. La tarea fue simplificada por la limpieza con que se desempeñaron los hombres de ambos cuadros.
En el primer período, el cuadro británico logró anotarse únicamente un gol. Fue hecho a los 34 minutos por Bluff, con un tiro violentísimo.
A los 7 minutos de la segunda parte, Bluff recibió cerca de la valla un centro de Whiting y con la cabeza dirigió la pelota hacia el arco. Carlos Brown trató de rechazarla, pero la mala suerte hizo que él mismo la alojase en la red.
El último gol lo marcó Hedley de un golpe de cabeza. Poco antes de finalizar el match, a los 40 minutos, Alumni quedó reducido a 10 hombres, pues W. Buchanan se retiró del field y Ernesto Brown pasó entonces de back, a reemplazarlo. El resultado del partido fue: Southampton, 3; Alumni, 0.
Al terminar el partido los jugadores visitantes elogiaron a sus rivales y manifestaron que entre los equipos europeos con los que se habían medido, sólo el de Copenhague podía ser reputado superior al Alumni, que se encontraba a la altura de los mejores teams de Alemania y Francia.
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2.2 Domingo 3 de julio vs. Británicos
El domingo 3 de julio se jugó en el field de la Sociedad Hípica el partido de fútbol concertado entre el Southampton y un combinado de jugadores Británicos que se desempeñaban en equipos de la liga argentina. El encuentro dio ocasión a una lucida reunión de familias, que siguieron las peripecias del interesante juego con marcado interés y aplaudieron con entusiasmo cada una de las hermosas combinaciones. No menos de 10.000 personas se congregaron en el field constituyendo un animado conjunto en el cual sobresalían las damas, tan interesadas como los hombres en este juego, que tantos admiradores cuenta entre nosotros.
Los equipos, a las órdenes del referí del partido el Sr. Guillermo A. Jordan, así se constituyeron:
Southamptom: George Clawley; Joseph Henry Hoare y Daniel Gordon; William Whiting, Herbert Charles Dainty y Albert E. Houlker; Charles Webb, George Albert Hedley, Edgar Bluff, John Fraser y Frederik William Mouncher.
Británicos: Robert Percy Cordner (Quilmes); Alejandro Stewart Harris (Estudiantes) y H. J. Reeves (Belgrano); W. Pfeiffer (Lomas), Harold Thomas Ratcliff (Belgrano) y Ernest Cunningham (Quilmes); G. E. Weiss (Alumni), Wilfred Diggs (Barracas), Percy Hooton (Quilmes), F. A. Whitelegg (Belgrano) y John Thomas Diggs (Barracas).
Con una habilidad asombrosa —después de unos pocos minutos de changüi concedido por los Santos a los británicos— los visitantes iniciaron una serie de pases, corridas y tiros tan rápidos que no dieron tiempo a los británicos siquiera a respirar.
En el primer período Southampton consiguió 4 goles, marcados por Hedley, mediante un tiro alto; Webb, de un cabezazo al recibir un pase de Fraser; Bluff, de un tiro hecho desde 4 ó 5 metros más o menos; y otra vez por Bluff, merced a un corto shot. Marcado el primer gol, se reanudó el juego y los Británicos emprendieron una vigorosa atropellada que resultó infructuosa, como todas las tentativas subsiguientes.
En la segunda parte Southampton afianzó su posición con seis goles más, anotados por: Webb, Fraser (2), Houlker, Bluff y Hedley. Por más que los Británicos pusieron su mayor empeño en conseguir una posición airosa, no pudieron desbaratar ni una sola de las combinaciones de los contrarios, cada uno de los cuales representó una barrera infranqueable contra la que se estrellaron todos sus esfuerzos de agilidad y pericia. En definitiva, el Southampton obtuvo un sonado triunfo de 10 goles contra cero.
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2.3 Miércoles 6 de julio vs. Belgrano Athletic
El partido con Belgrano Athletic —que reemplazó al originalmente previsto con Rosario Athletic— tuvo que suspenderse por mal tiempo. Finalmente se jugó el miércoles 6 de julio ante poco público, quizá por tratarse de un día de labor. El field no presentó entonces el aspecto de días anteriores.
Los cuadros formaron así:
Southampton: George Clawley; Joseph Henry Hoare y Daniel Gordon; William Whiting, Herbert Charles Dainty y Albert E. Houlker; Charles Webb, George Albert Hedley, Edgar Bluff, Bernard Richards y Frederik William Mouncher.
Belgrano: Jorge W. Howard; F. A. Whitelegg y H. J. Reeves; H. J. Fraser, Harold Thomas Ratcliff y Charles Edgard Dickinson; Hector Aurelius Rugeroni, John Henry Wood, Pablo Frers, Arthur Humphreys Forrester y O. Groenings.
Southampton obtuvo una amplia victoria por 6 goles a 1. Marcaron para el vencedor Bluff (4), Richards y Hedley, mientras que Forrester descontó para Belgrano.
Ha de ser recordada por mucho tiempo la ovación que se tributó a Forrester, forward de Belgrano, cuando venció por primera vez en la Argentina al prestigioso guardavalla Clawley. Los aplausos y vivas pusieron en todo el field una nota de amplio entusiasmo.
Ese gol aparece descripto en una de las crónicas en la siguiente forma: a los 37 minutos del primer período, Webb fue declarado offside al recibir un pase de Hedley. Reeves tomó el free-kick y Rugeroni, dueño de la pelota, emprendió un rush. Pasó la pelota a Wood, quien escapó al esfuerzo de Gordon e hizo un pase a Forrester, quien desde una distancia de 8 metros aproximadamente enfiló el tiro. La pelota escapó a la acción de Clawley, y franqueando el arco por el ángulo superior izquierdo marcó el primer gol hecho en la Argentina contra el Southampton.
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2.4 Sábado 9 de julio vs. Argentinos
El sábado 9 de julio se jugó el partido entre los Santos y los Argentinos en una cancha totalmente húmeda, pero ante una enorme concurrencia estimada en 11.000 personas. Los equipos se integraron de la siguiente manera:
Southampton: George Clawley; Joseph Henry Hoare y Daniel Gordon; William Whiting, Herbert Charles Dainty y Albert E. Houlker; Charles Webb, George Albert Hedley, Edgar Bluff, John Fraser y Frederik William Mouncher.
Argentinos: Federico A. Boardman (Rosario); Carlos Carr Brown (Alumni) y William E. Leslie (Quilmes); Charles James Buchanan (Alumni), Eduardo C. Jewell (Rosario) y Charles Edgard Dickinson (Belgrano); Patricio Dillon (Alumni), Juan José Moore (Alumni), Jorge Gibson Brown (Alumni), Arthur Huphrey Forrester (Belgrano) y Eugenio Francisco Moore (Alumni).
Por encontrarse el field en muy malas condiciones debido a la lluvia, no se auguraba una buena actuación del equipo argentino. El terreno pesado fue la causa de más de una rodada en pleno de unos y otros jugadores, los que, impasibles ante las traidoras celadas de un suelo resbaloso como madera jabonada, siguieron el juego más atentos a una patada lucida que al espíritu de propia conservación. Hubo más de uno que dio con su humanidad en un charco, saliendo como pollo mojado, pero con el rostro iluminado por una sonrisa de regocijo ante un firme puntapié que mandara la pelota con fuerza formidable en dirección del gol enemigo. Se hicieron paradojas de habilidad para conseguir, patinando, lo que en tierra firme estaba visto que era cosa poco menos que imposible: robarles serenidad a los Santos y sorprenderlos con una enfilada triunfal.
El cuadro argentino en definitiva experimentó un serio contraste, pues cayó vencido por 8 goles a 0, marcados por Bluff (4), Fraser (2); Houlker (de un penal por foul de C. Buchanan) y Whiting.
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2.5 Domingo 10 de julio vs. Liga Argentina
Dignamente, y en forma inolvidable para cuantos asistieron el domingo 10 de julio al field de la Sociedad Hípica, terminó la serie de partidos disputados en Buenos Aires por el conjunto de profesionales del Southampton. El encuentro contra la Liga Argentina resultó brillante por la calidad de las acciones, y magnífico por el ambiente de enorme entusiasmo en el que se realizó. En el segundo período, sobre todo, las ovaciones se sucedieron unas tras otra, para aclamar a los footballers locales.
Fue éste el mejor de los matches jugados con la intervención del equipo británico, tanto por las incidencias a que dio lugar, como por el entusiasmo del público que tuvo amplio campo para manifestarse. De más está decir que los 10.000 espectadores presentes fueron arrebatados por el entusiasmo sportivo y patriótico. Sus palmadas y vivas enardecieron a los jugadores de la Liga, a quienes el griterío general incitó a mayores esfuerzos y a más diestros tiros. Las damas fueron las más entusiastas y las que siguieron con mayor interés todas las jugadas.
El ministro británico, William Haggard, dio el puntapié inicial con los equipos así formados:
Southampton: George Clawley; Joseph Henry Hoare y Daniel Gordon; William Whiting, Herbert Charles Dainty y Albert E. Houlker; Charles Webb, George Albert Hedley, Edgar Bluff, John Fraser y Frederik William Mouncher.
Liga Argentina: José Buruca Laforia (Barracas); Carlos Carr Brown (Alumni) y Herbert Craven (Lomas); Andrés Arturo Mack (Alumni), Harold Thomas Ratcliff (Belgrano) y Charles Edgard Dickinson (Belgrano); Hector A. Rugeroni (Belgrano), Jorge Gibson Brown (Alumni), Pearcy Hooton (Quilmes), Roland Lennie (Barracas) y John Thomas Diggs (Barracas).
Habían transcurrido 6 minutos apenas cuando Jorge Brown enfiló un violento shot. Clawley sólo alcanzó a detener la pelota débilmente y Hooton, que atropelló sin pérdida de tiempo, completó la obra marcando el primer gol para la Liga en medio de un entusiasmo indescriptible. A los 30 minutos Bluff tomó un centro de Mouncher y con la cabeza señaló el gol del empate. No hubo más tantos en esa parte.
Reanudado el juego, y antes de que transcurriese un minuto pues la jugada tuvo lugar a los 30 segundos, Jorge Brown, recibió un pase de Diggs y anotó el segundo gol con un tiro violento. Poco después Bluff empató nuevamente, obteniendo ventaja el team inglés por intermedio de Mouncher. Fraser hizo el cuarto gol y Bluff, con un tiro alto, el quinto y último.
Faltaban 4 minutos cuando Jorge Brown, después de un puntapié libre tomado por Ratcliff, emprendió una rápida corrida; pasó a los halves y backs contrarios y cuando Clawley, viéndose perdido, salió al encuentro del atacante, éste enfiló baja la pelota que llegó así hasta la red. Gol sencillamente espléndido. Los hombres del cuadro británico protestaron este tanto aduciendo que el puntapié libre que dio origen al bonito rush del jugador argentino fue tomado antes de que el referí, señor Gibson, lo ordenara. El árbitro mantuvo, con todo, su decisión, máxime cuando el footballer local en su marcha hacia el arco de los visitantes fue perseguido por varios de éstos, sin que ninguno hiciera por entonces observación alguna.
Indudablemente, no le faltaron ganas de ganar al equipo de la Liga. Desde los primeros instantes emprendió un ataque rudo que lo llevó, a pesar de la fama del contrario, a marcar tres goles, aunque el rival señaló cinco. Pero antes del partido se decía que no sólo corrían riesgo de no marcar gol alguno, sino de obtener menos que cero, propósito que no consiguieron los Santos por mucho que la emprendieron con combinaciones, e incluso mañas, cuando la cosa estuvo peleada.
La derrota del equipo de la Liga fue honrosa y constituyó una enseñanza para los otros equipos que se midieron con los formidables Santos. La actuación en este partido del equipo local mereció grandes elogios de los aficionados por considerarla encomiable. José Buruca Laforia, el gran guardavalla argentino que tantas proezas hizo en el arco, jugó ese día magistralmente, pues paró tiros dificilísimos y evitó más de un serio contraste. Se le ovacionó muchas veces en el transcurso del match. Otro tanto hay que decir de Jorge Brown, centreforward de Alumni. Los dos goles que hizo resultaron notables, provocando además gran entusiasmo el primero anotado por la Liga y que señaló Hooton.
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2.6 Jueves 14 de julio vs. Liga Uruguaya (en Montevideo)
Después de su partida de Buenos Aires, y de paso hacia Inglaterra, el Southampton jugó el jueves 14 de julio contra un cuadro combinado de la Liga Uruguaya.
Cabe notar que 3 semanas antes del partido, el Uruguay se encontraba en plena guerra civil. Entre el 22 y el 24 junio de 1904 tuvo lugar en el Departamento de Cerro Largo —ubicado a unos 400 km. al norte de Montevideo— la batalla de Tupambaé, en la que las tropas gubernamentales al mando del Gral. Pablo Galarza enfrentaron a las insurgentes que comandaba Aparicio Saravia. En la lucha perecieron casi 300 combatientes y se registraron más de 1.500 heridos. El combate cesó sólo cuando se agotaron las municiones.
En la ciudad capital se seguían las noticias de las fuerzas en pugna que llegaban desde el frente, pero la vida diaria continuaba con normalidad y era habitual que se organizaran partidos de fútbol (aunque ese año no se disputó el campeonato oficial de la Liga Uruguaya). Antes de que el team de la Liga Uruguaya enfrentara al Southampton, disputó varios encuentros de práctica, entre ellos uno con Alumni que ganó por 1 a 0.
El día del partido una nutrida concurrencia se dio cita en el estadio del Gran Parque Central. A las órdenes del referí Sr. Cecil B. Poole, los equipos así formaron:
Liga Uruguaya: Alberto Lindeblad (Deutscher); Carlos Carve Urioste (Nacional) y William Davies (Peñarol); Ceferino Camacho (Peñarol), Luis Carbone (Nacional) y Narciso Cerato (Deutscher); Juan Pena (Peñarol), Eugenio Mañana (Peñarol), Aniceto Camacho (Peñarol), Jorge Barbero (Deutscher) y Alejandro Cordero (Nacional).
Southamptom: George Clawley; Joseph Henry Hoare y George Molyneux; William Whiting, Herbert Charles Dainty y Albert E. Houlker; Bernard richards, George Albert Hedley, Edgar Bluff, John Fraser y Frederik William Mouncher
A los 10 minutos Carve Urioste quiso detener un centro de Richards, con tan mala suerte que echó la pelota en su propio arco. Nueve minutos más tarde, en un córner, Richards marcó el segundo gol. Cuando habían transcurrido 22 minutos de juego un pase de Richards a Hedley y un centro de éste, permitió a Bluff marcar de cerca el tercer gol. El mismo Bluff hizo el cuarto tanto, 2 minutos más tarde. A los 4 minutos del segundo periodo, Fraser señaló el quinto tanto y Houlker el sexto, en un puntapié penal concedido por hands. Poco después Mouncher convirtió de cerca un nuevo gol.
Con el score 7 a 0, Pena enfiló un violento tiro cruzado y bajo que Clawley detuvo; pero los atacantes siguieron su carrera y en menos de un segundo, Camacho, Mañana y Pena estuvieron sobre el arquero, a quién el último de los nombrados derribó haciéndole franquear la valla junto con la pelota. Fácil es imaginar el entusiasmo que esto produjo. Un bello espectáculo se presenció en el Parque Central en ese momento en el que los uruguayos señalaron su único gol en el partido con los profesionales. El entusiasmo no tuvo límites y se explica en la rapidez con que fue hecho el tanto. A los 34 minutos Fraser convirtió el último gol de la tarde. El Southampton triunfó, en definitiva, por 8 goles a l.
De los backs uruguayos, Davies fue el mejor, revelándose un jugador de primer orden. Carve Urioste se comportó muy bien, amparando eficazmente al goalkeeper en muchos casos. De los halves sobresalió Carbone. Los forwards fueron mal apoyados.
Cuando la delegación del Southampton regresó a Inglaterra, los diarios ingleses se hicieron eco la situación bélica que atravesaba Uruguay, y destacaron que aún así los Santos habían jugado su partido en Montevideo.
Resulta una paradoja que la popularidad que rápidamente alcanzó el fútbol en la vecina orilla quizás contribuyó a pacificar a los uruguayos, que a partir de ese momento volcaron su pasión en los campos de juego y no en los de batalla.
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3. COROLARIO
3.1 Enseñanzas y reflexiones
La gira del Southampton por el Río de la Plata se cerró con el siguiente balance para los británicos: 6 partidos jugados, todos ganados, con 40 goles a favor y sólo 5 en contra.
Aquellos brillantes partidos realizados en el vasto anfiteatro de la Sociedad Sportiva Argentina en Palermo —un marco acorde a la magnitud del cuadro visitante— no se borrarán fácilmente de la memoria de cuantos los presenciaron.
La fama del Southampton cruzó el océano y millares de personas se congregaron en el field con el deseo de apreciar la habilidad de aquellos maestros que —nuevos misioneros del sport— vinieron a traernos junto con la representación genuina del fútbol inglés un caudal inapreciable de enseñanzas.
La gira marcó el primer jalón de una época de amplio progreso para el fútbol local y la experiencia dejó un notable saldo positivo:
- los jugadores midieron fuerzas con un equipo profesional que les permitió dimensionar su nivel corriente y proyectar un sendero de crecimiento;
- el público demostró un enorme interés por el juego; y
- la prensa tomó rápida nota del asunto y comenzó a cubrir con mucha más amplitud todo su desarrollo.
Fue el comienzo de una reacción amplísima en favor del fútbol, pues de aquel gentío que acudió a presenciar cada match, sacó la causa del sport noble, del sport sano, millares de partidarios cautivados por la innegable belleza del espectáculo.
La causa del fútbol, que ya casi estaba ganada por la simple virtud de los méritos del deporte, exigía un esfuerzo para hacerla triunfar en toda la línea. Y este esfuerzo lo representó la venida del Southampton, que en la historia del fútbol nacional ocupará siempre un lugar prominente.
En síntesis, la gira del Southampton de 1904 marcó un hito fundamental en favor de la actividad deportiva en el país y consolidó al fútbol como un espectáculo en grado de reunir multitudes y captar la atención preferente del público en general.
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3.2 El Regreso
Al cabo de la gira de 1904 Southampton regresó a los campeonatos de la Southern League, en la que compitió hasta 1920 cuando esta Liga se incorporó a la English League como su 3ª división. Jamás volvió a ganar el campeonato de esta liga regional. Navegó en las diferentes divisiones del ascenso inglés, hasta que en 1966 alcanzó por primera vez el círculo superior. Volvió a jugar otras dos veces la final de la FA Cup: en 1976 (año en el que conquistó el título) y en 2003.
Southampton hoy compite en la Premiership inglesa (su último ascenso fue en 2012). En 2001 dejó su antiguo estadio “The Dell” (en el que jugaba desde 1898) y se mudó al moderno Saint Mary’s, que cuenta con capacidad para 32.000 espectadores.§
NdR: esta reseña contiene extractos del libro "El Futbol en el Río de la Plata" de Ernesto Escobar Bavio (publicado en 1923), junto con citas de notas publicadas en revistas de la época. Se preservó el estilo de redacción original para mejorar la experiencia del lector.
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Delegación del Southampton que realizó la gira al Río de La Plata en 1904. Foto gentileza @Centrojas. |
Índice
1. INTRODUCCIÓN
1.1 El football en Buenos Aires
1.2 Breve historia del Southampton FC
1.3 El plantel
1.4 La travesía
1.5 La expectativa local
2. PARTIDOS
2.1 Domingo 26 de junio vs. Alumni
2.2 Domingo 3 de julio vs. Británicos
2.3 Miércoles 6 de julio vs. Belgrano Athletic
2.4 Sábado 9 de julio vs. Argentinos
2.5 Domingo 10 de julio vs. Liga Argentina
2.6 Jueves 14 de julio vs. Liga Uruguaya (en Montevideo)
3. COROLARIO
3.1 Enseñanzas y reflexiones
3.2 El regreso
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1. INTRODUCCIÓN
1.1 El football en Buenos Aires
El fútbol organizado en la Argentina comenzó en 1891 (y desde 1893 se disputa de manera ininterrumpida el campeonato de liga). A medida que se desarrolló la actividad, fueron cada vez más frecuentes los intercambios deportivos entre equipos representativos de Buenos Aires y las ciudades vecinas, entre las que se destacaron principalmente Rosario y Montevideo.
Desde 1900 se comenzó a disputar la Copa Competencia (Tie Cup Competition), un concurso por eliminación que reunía a los principales clubes porteños, rosarinos y orientales. A partir de 1901 comenzaron los partidos regulares entre combinados argentinos y uruguayos, que dieron inicio a la incipiente actividad internacional.
A principios de 1904 el fútbol local ya había adquirido cierta relevancia en los estamentos deportivos locales. La final de la Copa Competencia era el mayor espectáculo deportivo de la temporada (si se exceptúa el turf), y congregaba multitudes de hasta 5.000 espectadores.
Final de la Copa Competencia de 1903 |
Se consideró entonces que estaban dadas las condiciones para contratar a un equipo profesional británico para jugar una serie de partidos durante el invierno (el verano Europeo).
Dos eran los objetivos de esta formidable empresa:
- ofrecer un espectáculo deportivo de jerarquía, que estuviera en condiciones de convocar un considerable número de espectadores y proporcionara un suculento retorno económico; y
- constatar el grado de desarrollo alcanzado por los jugadores locales, brindándoles la posibilidad de extender sus habilidades al medir fuerzas con eximios profesionales considerados entre los mejores del mundo.
De resultas de las tratativas iniciadas con la Football Association (FA) —a la que la Argentine Football Association (AFA) se encontraba afiliada— se obtuvo el concurso del poderoso equipo profesional Southampton FC.
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1.2 Breve historia del Southampton FC
La Football Associacion (FA) se estableció en 1863 en Inglaterra, con el objetivo de unificar las variadas normas y regulaciones con las que ya se jugaba al fútbol en colegios y clubes.
Placa que recuerda el establecimiento de la Football Association. |
Desde 1871 la FA organizó un concurso por eliminación de carácter nacional (la FA Cup). El desarrollo de la actividad fue incesante. En 1885 se autorizó la práctica profesional del fútbol, para atemperar la diferencias que surgían entre equipos representativos de la clases obreras (del norte), y aquellos que se nutrían de ex-alumnos de colegios de las clases más acomodadas (del sur). En 1888 se estableció la English League, que comenzó a disputar un torneo anual que reunió a 12 equipos (ninguno de la ciudad de Londres). En 1892 la Liga se amplió a una 2ª división.
A medida que el fútbol se fue expandiendo, gradualmente fueron surgiendo ligas profesionales regionales independientes de la English League. En 1894 se estableció la Southern Football League, que reunió a 9 equipos del sur de Inglaterra.
El Southampton FC fue fundado en 1885 por miembros de la iglesia St. Mary's (el nombre original del club fue Saint Mary’s Young Men's Association). Este origen religioso explica su tradicional mote de “los Santos” (the Saints).
Mote y uniforme del Southampton FC. |
Southampton FC adoptó su actual denominación en 1894, cuando fue uno de los clubes profesionales fundadores de la Southern League. En 1898 comenzó a jugar en su tradicional estadio “The Dell” (en el que se mantuvo hasta 2001).
The Dell (circa 1900). |
A mediados de 1904 el Southampton acababa de coronarse campeón de la Southern Football League por 6ª vez en 10 ediciones del torneo. Además, había disputado la final de la FA Cup en 1900 y 1902, lo que ciertamente lo posicionaba como uno de los equipos de fútbol más importantes de Inglaterra (y el mundo).
Southampton FC, campeón de la Southern Football League (circa 1904) |
La decisión de aceptar el ofrecimiento de realizar una gira por el Río de la Plata en 1904 puede juzgarse osada. La tournée exigía una travesía marítima de 6 semanas (3 de ida y 3 de vuelta), y no se tenía un conocimiento cabal de las condiciones en las que disputarían los partidos en una locación tan alejada y sin tradición futbolística. Sin embargo, prevaleció el espíritu emprendedor de los directivos del club, que aceptaron el desafío. El retorno económico prometido seguramente jugó un rol preponderante, pero tampoco puede ser descartada una manifiesta vocación por difundir el fútbol inglés por todas las regiones del globo.
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1.3 El plantel
La delegación del Southampton estuvo compuesta por 13 jugadores más el Secretario del club, Ernest Arnfield, y el Director A. A. Wood.
Plantel del Southampton en la gira de 1904 por el Río de la Plata. |
En el plantel seleccionado sólo se incluyeron 6 jugadores del equipo campeón de 1903/04. Southampton asumió este compromiso como forma de preparación para la siguiente temporada, pues todos los jugadores que intervinieron en la gira luego integraron el plantel profesional del club en el campeonato de 1904/05. El centro forward Edgar Bluff, quien fue el goleador de la gira, fue contratado justo antes de la excursión y provenía del ejército inglés.
Se destacó la inclusión del fullback George Molyneux, el único jugador de la delegación que había intervenido en la final de la FA Cup de 1902. Durante la gira Molyneux sólo actuó en el primer partido (con Alumni) y en el último (con la Liga Uruguaya).
Equipo de Southampton en 1902 (dos años antes de la gira al Río de La Plata) |
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1.4 La travesía
La delegación zarpó del puerto de Southampton el 3 de junio de 1904 a bordo del transatlántico Danube de la RMSP (Royal Mail Steam Packet Company).
El vapor Danube. Botado en 1893, desplazaba 5.946 toneladas. Durante la 1ª Guerra Mundial (1914-18) se lo usó para transporte de tropas y fue desguazado en 1920. |
Un año y medio antes —en enero de 1903— esta misma nave fue la primera de esa importante línea marítima que comenzó el trayecto regular entre el puerto de Buenos Aires y el de Southampton. El gran desplazamiento de la nave la obligaba a ingresar escorada al puerto para disminuir su calado.
Caras y Caretas (30 de enero de 1903) |
Al cabo de 3 semanas de travesía, el Southampton arribó a Buenos Aires el viernes 24 de junio de 1904.
Delegación del Southampton (24 de junio de 1904). |
Delegación del Southampton (24 de junio de 1904). |
La delegación inglesa se hospedó en el Royal Hotel, que quedaba en la esquina de Corrientes y Esmeralda y compartía edificio con el Teatro Odeón.
Royal Hotel, Buenos Aires. Construido en 1891 y demolido en 1991. |
El sábado 25 de junio, la Sociedad Hípica Argentina ofreció un banquete en el Royal Hotel para agasajar a los huéspedes.
Banquete en honor del Southampton (25 de junio de 1904). |
Banquete en honor del Southampton (25 de junio de 1904). |
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1.5 La expectativa local
La llegada del Southampton fue ampliamente cubierta por los medios de la época, que en ese entonces llevaban adelante una sostenida campaña de difusión de los beneficios de la actividad física y habían abierto un debate sobre la influencia del profesionalismo en las actividades deportivas.
Veamos…
... el mercantilismo, de acuerdo con los progresos de esta época, ha encontrado en el sport un vasto campo de acción pródigo en beneficios. Primero tuvimos aquellos partidos de pelota entre grandes jugadores contratados en Europa, y cuyo recuerdo se esfumó con los años. Tras aquella empresa de magnitud real, ninguna ha sido tan grande como la que ha proporcionado a Buenos Aires la ocasión de apreciar con sus propios ojos el valor de la falange de luchadores que han hecho célebre el concurso por la ceinture d'or (NdR: se refiere a un grupo de lucha greco-romana que en esos meses se encontraban de gira por el país).
Pero es indudable que, si el acto sportivo existe, y cualesquiera que sean sus móviles y origen, no lo es menos que el hecho de ser objeto de un negocio más o menos lucrativo pone en peligro la seriedad de aquél, aparte de que quita a la iniciativa todo el mérito que entraña lo noble y lo desinteresado. La idea del barón Antonio de Marchi, presidente de la Sociedad Hípica Argentina, rescata ambas cualidades, al traer de Inglaterra un team de football que sirva de modelo a nuestros jugadores y les permita adquirir en el viril deporte inglés una pericia que no habrían podido alcanzar de otro modo. Y esta idea, concienzudamente madurada y llevada a cabo con dedicación elogiable, ha dado por resultado la venida del Southampton F. C., seis veces campeón del Sur de Inglaterra, con una brillante foja de triunfos en su carrera sportiva, y con una envidiable fama dentro y fuera del Reino Unido.
Artículo del diario La Argentina que anunciaba la contratación del Southampton (circa junio de 1904). |
El certamen atlético adquiere así una faz que, con respecto al football, no había tenido con anterioridad. Y esto habla muy en favor del sport nacional, que ya ha adquirido un desenvolvimiento notable. Es la evidencia de una tendencia digna de aplauso en nuestra sociedad, pues cuanto más brillante resulte el torneo, mayor será el estímulo que ejerce entre los aficionados que en él tomen parte. Es esta una satisfactoria constatación que nos complace mucho consignar, ya que el éxito responde a una campaña deliberadamente emprendida por toda la prensa de la república. En esta campaña benéfica, no necesitaremos revindicar la parte que nos corresponde, pues ello es bien notorio al público que conoce y sigue nuestras tendencias, claramente significadas por el título mismo de nuestro semanario. No es ya posible cerrar los ojos a la hermosa evidencia. Los ejercicios físicos han entrado en nuestras costumbres, son algo nuestro, y sus resultados se apreciarán debidamente antes de un par de lustros. Acabar con los neurasténicos que tan ridículamente han sucedido a los extenuados melenudos del año treinta; mofar con el desprecio y la irrisión a los estúpidos genios incomprendidos de la bohemia ordinaria; ostentar con orgullo los rojos colores que son divisa de salud; ofrecer a la más elevada intelectualidad de las generaciones que han de sucedernos instrumentos capaces de soportar las más rudas labores sin que un prematuro surménage venga a doblegar espinazos enclenques y a reblandecer cerebros anémicos. Todo esto y más verá quien quiera mirarlo, en el desenvolvimiento rápido, espontáneo, firme y nada fingido de los ejercicios atléticos en la juventud argentina.
El fútbol local estaba regido por la Argentine Football Association (AFA), que principalmente reunía a clubes de ascendencia británica herederos de los que habían dado inicio a la actividad 10 años antes. Sin embargo, como la práctica del deporte se regía por estrictos cánones amateurs, la Asociación carecía de los recursos monetarios suficientes para organizar un evento de esta envergadura.
Desde principios del siglo XX se había establecido la Sociedad Hípica Argentina. Desde un principio su propósito fue fomentar el desarrollo de deportes ecuestres de carácter amateur. En 1902 accedió a su presidencia el Barón Antonio de Marchi (yerno del presidente de la República, Julio Roca), quien impulsó el desarrollo de múltiples disciplinas deportivas (entre ellas el fútbol) y renombró a la institución Sociedad Sportiva Argentina (SSA).
La SSA contaba con un amplio campo de deportes ubicado sobre la Av. Vertiz (hoy Av. del Libertador), frente al Hipódromo de Palermo, en donde se solían organizar las principales manifestaciones deportivas de la ciudad.
Campo de deportes de la Sociedad Hípica Argentina. |
La AFA y la SSA organizaron conjuntamente la llegada del Southampton. La envergadura de la empresa y el interés despertado fueron a todas luces extraordinarios:
- se trajo de Inglaterra una delegación de 15 personas (13 jugadores y 2 dirigentes) a la que se le costearon sueldos y gastos en Buenos Aires;
- se montó un estadio de madera con capacidad para 10.000 espectadores en el centro de la pista hípica de la SSA; y
- se arregló un field sano, que según declaraciones de los mismos jugadores, no lo había mejor en toda Europa.
Vista del estadio de la Sociedad Sportiva en el partido Southampton-Británicos (julio 3 de 1904). |
En total se invirtieron más de 1.500 libras esterlinas, sin más propósito que hacer ver fútbol de ley a los aficionados en sólo 5 matches (unas 7 horas y media). Fue algo que se salió de lo común y que llamó poderosamente la atención aún de las personas más refractarias al sport.
Los precios de las entradas para los partidos internacionales en Palermo alcanzaron montos muy significativos para la época:
- entrada general: 50 centavos;
- tribuna popular: $ 1,50;
- tribuna reservada $ 2,50;
- abono a tribuna popular para los 5 matches: $ 6; y
- abono a tribuna reservada para los 5 matches: $ 10.
Cabe notar que en 1904, 1 libra esterlina equivalía a 11,4 pesos moneda nacional. Para recuperar las 1.500 libras esterlinas invertidas en el evento era necesario vender al menos 11.400 entradas populares. A la postre la visita fue un enorme éxito comercial para la SSA y la AFA, pues se estima que los 5 partidos en Buenos Aires fueron presenciados por más de 40.000 personas (aunque probablemente no todas pagaron entrada). Las ganancias se repartieron en partes iguales entre la SSA y la AFA.
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2. PARTIDOS
A continuación sigue la reseña de la inolvidable serie de matches jugados por el Southampton entre nosotros.
2.1 Domingo 26 de junio vs. Alumni
El domingo 26 de junio se jugó el primer partido en el cual intervino el Southampton, que se midió con Alumni. El éxito fue grande. Las tribunas populares del field de la Sociedad Hípica estuvieron casi colmadas pues asistieron 8.500 personas, cifra que en ese tiempo fue considerada enorme.
Vista de las tribunas (26 de junio de 1904). |
Cabe aquí un elogio de la manera como se condujo la concurrencia, lo que habló muy alto en favor de la cultura general. A pesar de las condiciones del partido, en el que intervenía un bando extranjero contra uno nacional y del resultado favorable a la visita, no se oyó un grito impropio ni una palabra descortés que empañara el brillo extraordinario del acontecimiento que se presenciaba.
Vista de las tribunas (26 de junio de 1904). |
Al encuentro concurrieron altas autoridades, entre las que destacaron el Presidente de la República, Julio A. Roca, el Ministro de la Guerra, Pablo Riccheri, y el Intendente Municipal, Alberto Casares. Al ingresar el primer mandatario, las bandas de música ejecutaron la marcha de Ituzaingó.
La tribuna presidencial (26 de junio de 1904) |
La tribuna presidencial (26 de junio de 1904) |
La fiesta gozó aún de mayor prestigio debido a la presencia de numerosas familias representantes de la sociedad porteña.
Una vista de la tribuna oficial (26 de junio de 1904). |
Southampton Football Club (26 de junio de 1904) |
Los teams estuvieron formados de la siguiente manera:
Southampton: George Clawley; Joseph Henry Hoare y George Molyneux; William Whiting, Herbert Charles Dainty y Albert E. Houlker; Charles Webb, George Albert Hedley, Edgar Bluff, John Fraser y Frederik William Mouncher.
Alumni: John Mc Kechnie; Carlos Carr Brown y Walter Buchanan; Andrés Arturo Mack, Patricio Barron Browne y Ernesto Alejandro Brown; Charles James Buchanan, Patricio Dillon, Alfredo Carrow Brown, Jorge Gibson Brown (capitán) y Gottlob Eduardo Weiss.
Alumni Football Team (26 de junio de 1904) |
Alumni Football Team (26 de junio de 1904) |
El referí fue Willy Leslie, cuya actuación mereció el general aplauso por el acierto y la rapidez de sus decisiones. La tarea fue simplificada por la limpieza con que se desempeñaron los hombres de ambos cuadros.
Southampton 3-0 Alumni (26 de junio de 1904). |
Southampton 3-0 Alumni (26 de junio de 1904). |
En el primer período, el cuadro británico logró anotarse únicamente un gol. Fue hecho a los 34 minutos por Bluff, con un tiro violentísimo.
Southampton 3-0 Alumni (26 de junio de 1904). |
A los 7 minutos de la segunda parte, Bluff recibió cerca de la valla un centro de Whiting y con la cabeza dirigió la pelota hacia el arco. Carlos Brown trató de rechazarla, pero la mala suerte hizo que él mismo la alojase en la red.
Southampton 3-0 Alumni (26 de junio de 1904). |
El último gol lo marcó Hedley de un golpe de cabeza. Poco antes de finalizar el match, a los 40 minutos, Alumni quedó reducido a 10 hombres, pues W. Buchanan se retiró del field y Ernesto Brown pasó entonces de back, a reemplazarlo. El resultado del partido fue: Southampton, 3; Alumni, 0.
Southampton 3-0 Alumni (26 de junio de 1904). |
Al terminar el partido los jugadores visitantes elogiaron a sus rivales y manifestaron que entre los equipos europeos con los que se habían medido, sólo el de Copenhague podía ser reputado superior al Alumni, que se encontraba a la altura de los mejores teams de Alemania y Francia.
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2.2 Domingo 3 de julio vs. Británicos
El domingo 3 de julio se jugó en el field de la Sociedad Hípica el partido de fútbol concertado entre el Southampton y un combinado de jugadores Británicos que se desempeñaban en equipos de la liga argentina. El encuentro dio ocasión a una lucida reunión de familias, que siguieron las peripecias del interesante juego con marcado interés y aplaudieron con entusiasmo cada una de las hermosas combinaciones. No menos de 10.000 personas se congregaron en el field constituyendo un animado conjunto en el cual sobresalían las damas, tan interesadas como los hombres en este juego, que tantos admiradores cuenta entre nosotros.
Aspecto de las tribunas (3 de julio de 1904). |
Los equipos, a las órdenes del referí del partido el Sr. Guillermo A. Jordan, así se constituyeron:
Southamptom: George Clawley; Joseph Henry Hoare y Daniel Gordon; William Whiting, Herbert Charles Dainty y Albert E. Houlker; Charles Webb, George Albert Hedley, Edgar Bluff, John Fraser y Frederik William Mouncher.
Británicos: Robert Percy Cordner (Quilmes); Alejandro Stewart Harris (Estudiantes) y H. J. Reeves (Belgrano); W. Pfeiffer (Lomas), Harold Thomas Ratcliff (Belgrano) y Ernest Cunningham (Quilmes); G. E. Weiss (Alumni), Wilfred Diggs (Barracas), Percy Hooton (Quilmes), F. A. Whitelegg (Belgrano) y John Thomas Diggs (Barracas).
Team de Británicos (3 de julio de 1904). |
Con una habilidad asombrosa —después de unos pocos minutos de changüi concedido por los Santos a los británicos— los visitantes iniciaron una serie de pases, corridas y tiros tan rápidos que no dieron tiempo a los británicos siquiera a respirar.
Southampton 10-0 Británicos (3 de julio de 1904). |
En el primer período Southampton consiguió 4 goles, marcados por Hedley, mediante un tiro alto; Webb, de un cabezazo al recibir un pase de Fraser; Bluff, de un tiro hecho desde 4 ó 5 metros más o menos; y otra vez por Bluff, merced a un corto shot. Marcado el primer gol, se reanudó el juego y los Británicos emprendieron una vigorosa atropellada que resultó infructuosa, como todas las tentativas subsiguientes.
Southampton 10-0 Británicos (3 de julio de 1904). |
En la segunda parte Southampton afianzó su posición con seis goles más, anotados por: Webb, Fraser (2), Houlker, Bluff y Hedley. Por más que los Británicos pusieron su mayor empeño en conseguir una posición airosa, no pudieron desbaratar ni una sola de las combinaciones de los contrarios, cada uno de los cuales representó una barrera infranqueable contra la que se estrellaron todos sus esfuerzos de agilidad y pericia. En definitiva, el Southampton obtuvo un sonado triunfo de 10 goles contra cero.
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2.3 Miércoles 6 de julio vs. Belgrano Athletic
El partido con Belgrano Athletic —que reemplazó al originalmente previsto con Rosario Athletic— tuvo que suspenderse por mal tiempo. Finalmente se jugó el miércoles 6 de julio ante poco público, quizá por tratarse de un día de labor. El field no presentó entonces el aspecto de días anteriores.
Vista de las tribunas (26 de junio de 1904). |
Los cuadros formaron así:
Southampton: George Clawley; Joseph Henry Hoare y Daniel Gordon; William Whiting, Herbert Charles Dainty y Albert E. Houlker; Charles Webb, George Albert Hedley, Edgar Bluff, Bernard Richards y Frederik William Mouncher.
Belgrano: Jorge W. Howard; F. A. Whitelegg y H. J. Reeves; H. J. Fraser, Harold Thomas Ratcliff y Charles Edgard Dickinson; Hector Aurelius Rugeroni, John Henry Wood, Pablo Frers, Arthur Humphreys Forrester y O. Groenings.
Belgrano Athletic Club (6 de julo de 1904) |
Belgrano Athletic Club (6 de julo de 1904) |
Southampton obtuvo una amplia victoria por 6 goles a 1. Marcaron para el vencedor Bluff (4), Richards y Hedley, mientras que Forrester descontó para Belgrano.
Ha de ser recordada por mucho tiempo la ovación que se tributó a Forrester, forward de Belgrano, cuando venció por primera vez en la Argentina al prestigioso guardavalla Clawley. Los aplausos y vivas pusieron en todo el field una nota de amplio entusiasmo.
George Clawley, arquero del Southampton, y Arturo Forrester, forward del Belgrano. |
Ese gol aparece descripto en una de las crónicas en la siguiente forma: a los 37 minutos del primer período, Webb fue declarado offside al recibir un pase de Hedley. Reeves tomó el free-kick y Rugeroni, dueño de la pelota, emprendió un rush. Pasó la pelota a Wood, quien escapó al esfuerzo de Gordon e hizo un pase a Forrester, quien desde una distancia de 8 metros aproximadamente enfiló el tiro. La pelota escapó a la acción de Clawley, y franqueando el arco por el ángulo superior izquierdo marcó el primer gol hecho en la Argentina contra el Southampton.
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2.4 Sábado 9 de julio vs. Argentinos
El sábado 9 de julio se jugó el partido entre los Santos y los Argentinos en una cancha totalmente húmeda, pero ante una enorme concurrencia estimada en 11.000 personas. Los equipos se integraron de la siguiente manera:
Southampton: George Clawley; Joseph Henry Hoare y Daniel Gordon; William Whiting, Herbert Charles Dainty y Albert E. Houlker; Charles Webb, George Albert Hedley, Edgar Bluff, John Fraser y Frederik William Mouncher.
Argentinos: Federico A. Boardman (Rosario); Carlos Carr Brown (Alumni) y William E. Leslie (Quilmes); Charles James Buchanan (Alumni), Eduardo C. Jewell (Rosario) y Charles Edgard Dickinson (Belgrano); Patricio Dillon (Alumni), Juan José Moore (Alumni), Jorge Gibson Brown (Alumni), Arthur Huphrey Forrester (Belgrano) y Eugenio Francisco Moore (Alumni).
Team de Argentinos (9 de julio de 1904). Foto gentileza de @PabloKersevan |
Por encontrarse el field en muy malas condiciones debido a la lluvia, no se auguraba una buena actuación del equipo argentino. El terreno pesado fue la causa de más de una rodada en pleno de unos y otros jugadores, los que, impasibles ante las traidoras celadas de un suelo resbaloso como madera jabonada, siguieron el juego más atentos a una patada lucida que al espíritu de propia conservación. Hubo más de uno que dio con su humanidad en un charco, saliendo como pollo mojado, pero con el rostro iluminado por una sonrisa de regocijo ante un firme puntapié que mandara la pelota con fuerza formidable en dirección del gol enemigo. Se hicieron paradojas de habilidad para conseguir, patinando, lo que en tierra firme estaba visto que era cosa poco menos que imposible: robarles serenidad a los Santos y sorprenderlos con una enfilada triunfal.
Vista de la tribuna oficial (9 de julio de 1904). |
El cuadro argentino en definitiva experimentó un serio contraste, pues cayó vencido por 8 goles a 0, marcados por Bluff (4), Fraser (2); Houlker (de un penal por foul de C. Buchanan) y Whiting.
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2.5 Domingo 10 de julio vs. Liga Argentina
Dignamente, y en forma inolvidable para cuantos asistieron el domingo 10 de julio al field de la Sociedad Hípica, terminó la serie de partidos disputados en Buenos Aires por el conjunto de profesionales del Southampton. El encuentro contra la Liga Argentina resultó brillante por la calidad de las acciones, y magnífico por el ambiente de enorme entusiasmo en el que se realizó. En el segundo período, sobre todo, las ovaciones se sucedieron unas tras otra, para aclamar a los footballers locales.
Aspecto de la tribuna oficial (10 de julio de 1904). |
Fue éste el mejor de los matches jugados con la intervención del equipo británico, tanto por las incidencias a que dio lugar, como por el entusiasmo del público que tuvo amplio campo para manifestarse. De más está decir que los 10.000 espectadores presentes fueron arrebatados por el entusiasmo sportivo y patriótico. Sus palmadas y vivas enardecieron a los jugadores de la Liga, a quienes el griterío general incitó a mayores esfuerzos y a más diestros tiros. Las damas fueron las más entusiastas y las que siguieron con mayor interés todas las jugadas.
Aspecto de la tribuna oficial (10 de julio de 1904). |
Team del Southampton (10 de julio de 1904). Foto gentileza de @PabloKersevan. |
El ministro británico, William Haggard, dio el puntapié inicial con los equipos así formados:
Southampton: George Clawley; Joseph Henry Hoare y Daniel Gordon; William Whiting, Herbert Charles Dainty y Albert E. Houlker; Charles Webb, George Albert Hedley, Edgar Bluff, John Fraser y Frederik William Mouncher.
Liga Argentina: José Buruca Laforia (Barracas); Carlos Carr Brown (Alumni) y Herbert Craven (Lomas); Andrés Arturo Mack (Alumni), Harold Thomas Ratcliff (Belgrano) y Charles Edgard Dickinson (Belgrano); Hector A. Rugeroni (Belgrano), Jorge Gibson Brown (Alumni), Pearcy Hooton (Quilmes), Roland Lennie (Barracas) y John Thomas Diggs (Barracas).
Team combinado de la Liga Argentina (10 de julio de 1904) |
Habían transcurrido 6 minutos apenas cuando Jorge Brown enfiló un violento shot. Clawley sólo alcanzó a detener la pelota débilmente y Hooton, que atropelló sin pérdida de tiempo, completó la obra marcando el primer gol para la Liga en medio de un entusiasmo indescriptible. A los 30 minutos Bluff tomó un centro de Mouncher y con la cabeza señaló el gol del empate. No hubo más tantos en esa parte.
Reanudado el juego, y antes de que transcurriese un minuto pues la jugada tuvo lugar a los 30 segundos, Jorge Brown, recibió un pase de Diggs y anotó el segundo gol con un tiro violento. Poco después Bluff empató nuevamente, obteniendo ventaja el team inglés por intermedio de Mouncher. Fraser hizo el cuarto gol y Bluff, con un tiro alto, el quinto y último.
Faltaban 4 minutos cuando Jorge Brown, después de un puntapié libre tomado por Ratcliff, emprendió una rápida corrida; pasó a los halves y backs contrarios y cuando Clawley, viéndose perdido, salió al encuentro del atacante, éste enfiló baja la pelota que llegó así hasta la red. Gol sencillamente espléndido. Los hombres del cuadro británico protestaron este tanto aduciendo que el puntapié libre que dio origen al bonito rush del jugador argentino fue tomado antes de que el referí, señor Gibson, lo ordenara. El árbitro mantuvo, con todo, su decisión, máxime cuando el footballer local en su marcha hacia el arco de los visitantes fue perseguido por varios de éstos, sin que ninguno hiciera por entonces observación alguna.
Indudablemente, no le faltaron ganas de ganar al equipo de la Liga. Desde los primeros instantes emprendió un ataque rudo que lo llevó, a pesar de la fama del contrario, a marcar tres goles, aunque el rival señaló cinco. Pero antes del partido se decía que no sólo corrían riesgo de no marcar gol alguno, sino de obtener menos que cero, propósito que no consiguieron los Santos por mucho que la emprendieron con combinaciones, e incluso mañas, cuando la cosa estuvo peleada.
La derrota del equipo de la Liga fue honrosa y constituyó una enseñanza para los otros equipos que se midieron con los formidables Santos. La actuación en este partido del equipo local mereció grandes elogios de los aficionados por considerarla encomiable. José Buruca Laforia, el gran guardavalla argentino que tantas proezas hizo en el arco, jugó ese día magistralmente, pues paró tiros dificilísimos y evitó más de un serio contraste. Se le ovacionó muchas veces en el transcurso del match. Otro tanto hay que decir de Jorge Brown, centreforward de Alumni. Los dos goles que hizo resultaron notables, provocando además gran entusiasmo el primero anotado por la Liga y que señaló Hooton.
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2.6 Jueves 14 de julio vs. Liga Uruguaya (en Montevideo)
Después de su partida de Buenos Aires, y de paso hacia Inglaterra, el Southampton jugó el jueves 14 de julio contra un cuadro combinado de la Liga Uruguaya.
Cabe notar que 3 semanas antes del partido, el Uruguay se encontraba en plena guerra civil. Entre el 22 y el 24 junio de 1904 tuvo lugar en el Departamento de Cerro Largo —ubicado a unos 400 km. al norte de Montevideo— la batalla de Tupambaé, en la que las tropas gubernamentales al mando del Gral. Pablo Galarza enfrentaron a las insurgentes que comandaba Aparicio Saravia. En la lucha perecieron casi 300 combatientes y se registraron más de 1.500 heridos. El combate cesó sólo cuando se agotaron las municiones.
En la ciudad capital se seguían las noticias de las fuerzas en pugna que llegaban desde el frente, pero la vida diaria continuaba con normalidad y era habitual que se organizaran partidos de fútbol (aunque ese año no se disputó el campeonato oficial de la Liga Uruguaya). Antes de que el team de la Liga Uruguaya enfrentara al Southampton, disputó varios encuentros de práctica, entre ellos uno con Alumni que ganó por 1 a 0.
El día del partido una nutrida concurrencia se dio cita en el estadio del Gran Parque Central. A las órdenes del referí Sr. Cecil B. Poole, los equipos así formaron:
Team combinado de la Liga Uruguaya (14 de julio de 1904). |
Liga Uruguaya: Alberto Lindeblad (Deutscher); Carlos Carve Urioste (Nacional) y William Davies (Peñarol); Ceferino Camacho (Peñarol), Luis Carbone (Nacional) y Narciso Cerato (Deutscher); Juan Pena (Peñarol), Eugenio Mañana (Peñarol), Aniceto Camacho (Peñarol), Jorge Barbero (Deutscher) y Alejandro Cordero (Nacional).
Southamptom: George Clawley; Joseph Henry Hoare y George Molyneux; William Whiting, Herbert Charles Dainty y Albert E. Houlker; Bernard richards, George Albert Hedley, Edgar Bluff, John Fraser y Frederik William Mouncher
Southampton en el Gran Parque Central de Montevideo (14 de julio de 1904) |
A los 10 minutos Carve Urioste quiso detener un centro de Richards, con tan mala suerte que echó la pelota en su propio arco. Nueve minutos más tarde, en un córner, Richards marcó el segundo gol. Cuando habían transcurrido 22 minutos de juego un pase de Richards a Hedley y un centro de éste, permitió a Bluff marcar de cerca el tercer gol. El mismo Bluff hizo el cuarto tanto, 2 minutos más tarde. A los 4 minutos del segundo periodo, Fraser señaló el quinto tanto y Houlker el sexto, en un puntapié penal concedido por hands. Poco después Mouncher convirtió de cerca un nuevo gol.
Southampton 8-1 Liga Uruguaya (14 de julio de 1904). |
Con el score 7 a 0, Pena enfiló un violento tiro cruzado y bajo que Clawley detuvo; pero los atacantes siguieron su carrera y en menos de un segundo, Camacho, Mañana y Pena estuvieron sobre el arquero, a quién el último de los nombrados derribó haciéndole franquear la valla junto con la pelota. Fácil es imaginar el entusiasmo que esto produjo. Un bello espectáculo se presenció en el Parque Central en ese momento en el que los uruguayos señalaron su único gol en el partido con los profesionales. El entusiasmo no tuvo límites y se explica en la rapidez con que fue hecho el tanto. A los 34 minutos Fraser convirtió el último gol de la tarde. El Southampton triunfó, en definitiva, por 8 goles a l.
De los backs uruguayos, Davies fue el mejor, revelándose un jugador de primer orden. Carve Urioste se comportó muy bien, amparando eficazmente al goalkeeper en muchos casos. De los halves sobresalió Carbone. Los forwards fueron mal apoyados.
Cuando la delegación del Southampton regresó a Inglaterra, los diarios ingleses se hicieron eco la situación bélica que atravesaba Uruguay, y destacaron que aún así los Santos habían jugado su partido en Montevideo.
Extracto de un diario inglés (agosto de 1904) |
Traducción del recorte de diario inglés. |
Resulta una paradoja que la popularidad que rápidamente alcanzó el fútbol en la vecina orilla quizás contribuyó a pacificar a los uruguayos, que a partir de ese momento volcaron su pasión en los campos de juego y no en los de batalla.
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3. COROLARIO
3.1 Enseñanzas y reflexiones
La gira del Southampton por el Río de la Plata se cerró con el siguiente balance para los británicos: 6 partidos jugados, todos ganados, con 40 goles a favor y sólo 5 en contra.
Síntesis de los resultados del Southampton durante la gira de 1904 por el Río de la Plata. |
Aquellos brillantes partidos realizados en el vasto anfiteatro de la Sociedad Sportiva Argentina en Palermo —un marco acorde a la magnitud del cuadro visitante— no se borrarán fácilmente de la memoria de cuantos los presenciaron.
Estadio de la Sociedad Hípica Argentina (circa junio de 1904). |
La fama del Southampton cruzó el océano y millares de personas se congregaron en el field con el deseo de apreciar la habilidad de aquellos maestros que —nuevos misioneros del sport— vinieron a traernos junto con la representación genuina del fútbol inglés un caudal inapreciable de enseñanzas.
La gira marcó el primer jalón de una época de amplio progreso para el fútbol local y la experiencia dejó un notable saldo positivo:
- los jugadores midieron fuerzas con un equipo profesional que les permitió dimensionar su nivel corriente y proyectar un sendero de crecimiento;
- el público demostró un enorme interés por el juego; y
- la prensa tomó rápida nota del asunto y comenzó a cubrir con mucha más amplitud todo su desarrollo.
Caricatura de los backs Molyneux (Southampton) y Brown (Alumni). Circa 1904. |
Fue el comienzo de una reacción amplísima en favor del fútbol, pues de aquel gentío que acudió a presenciar cada match, sacó la causa del sport noble, del sport sano, millares de partidarios cautivados por la innegable belleza del espectáculo.
La causa del fútbol, que ya casi estaba ganada por la simple virtud de los méritos del deporte, exigía un esfuerzo para hacerla triunfar en toda la línea. Y este esfuerzo lo representó la venida del Southampton, que en la historia del fútbol nacional ocupará siempre un lugar prominente.
En síntesis, la gira del Southampton de 1904 marcó un hito fundamental en favor de la actividad deportiva en el país y consolidó al fútbol como un espectáculo en grado de reunir multitudes y captar la atención preferente del público en general.
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3.2 El Regreso
Al cabo de la gira de 1904 Southampton regresó a los campeonatos de la Southern League, en la que compitió hasta 1920 cuando esta Liga se incorporó a la English League como su 3ª división. Jamás volvió a ganar el campeonato de esta liga regional. Navegó en las diferentes divisiones del ascenso inglés, hasta que en 1966 alcanzó por primera vez el círculo superior. Volvió a jugar otras dos veces la final de la FA Cup: en 1976 (año en el que conquistó el título) y en 2003.
Southampton campeón de la FA Cup en 1976. |
Southampton hoy compite en la Premiership inglesa (su último ascenso fue en 2012). En 2001 dejó su antiguo estadio “The Dell” (en el que jugaba desde 1898) y se mudó al moderno Saint Mary’s, que cuenta con capacidad para 32.000 espectadores.§
St. Mary's stadium (circa 2001) |
NdR: esta reseña contiene extractos del libro "El Futbol en el Río de la Plata" de Ernesto Escobar Bavio (publicado en 1923), junto con citas de notas publicadas en revistas de la época. Se preservó el estilo de redacción original para mejorar la experiencia del lector.
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