Uno de los goles más recordados del fútbol porteño es el taponazo con
el que Mario Boyé desempató el campeonato de liga de 1951 entre Racing y
Banfield. Pero ¿estamos seguros de que esta es la foto de aquel gol
legendario como indica el epígrafe?
Si esa fuera la foto correcta, el gol que le dio el tricampeonato a
Racing se habría producido en el arco de la Av. La Plata del viejo
Gasómetro de San Lorenzo de Almagro en Boedo, donde se jugaron los dos
partidos de desempate.
En el primer match —el sábado 1º de diciembre— Racing usó su divisa
tradicional y Banfield lució una camisa verde con banda diagonal blanca.
Esta foto del primer partido —que terminó empatado en 0— nos provee
datos curiosos sobre el coronamiento de la tribuna oficial.
El cartel de publicidad era de un fijador para el pelo (un competidor de
la Glostora). El andamio de la izquierda se usó para las cámaras de
televisión. Sí, aquellos partidos fueron televisados, pues tan sólo 6
semanas antes se habían inaugurado las transmisiones de canal 7.
Pero en el televisor se ve otro gol. ¿Será este el gol de Boyé en el
primer minuto del 2º tiempo del segundo desempate? En este match —el
miércoles 5 de diciembre— Racing usó divisa azul con bandas celestes y
blancas, mientras Banfield usó camisa blanca con banda diagonal verde.
Si esta fuera la foto correcta, el gol del tri-campeonato habría sido en
el arco de la calle Mármol, y la foto que encabezó este hilo era de una
jugada similar pero en el primer tiempo. El “Atómico” Boyé fue un
potente delantero, famoso por la violencia y precisión de su tiro.
Una
captura del momento en que se inició el partido extraída de la película
del noticiero de cine, nos permite determinar que, en el primer tiempo,
Racing atacó hacia la Av. La Plata, y por ende, la foto correcta del
gol de Boyé es la del arco de la calle Mármol.
Racing
ganó así de manera consecutiva sus 3 primeros títulos profesionales
(1949, 1950 y 1951). No obtenía un campeonato de Liga desde 1925 en la
Asociación Amateurs de Football. Esta cuenta considera que en este
festejo, “el taladro” colgado en la pared del fondo estuvo de más.