A fines de 1899 el Presidente Julio A. Roca auspició la creación de la Sociedad Hípica Argentina. La Ciudad de Buenos Aires le concesionó unos terrenos en Palermo.
La flamante Sociedad se propuso fomentar toda actividad hípica de carácter amateur. Diseñó un circo ecuestre de 2 pistas, con un campo de polo en el centro y una lujosa tribuna.
La tribuna oficial fue inaugurada en diciembre de 1900, aunque nunca se completó el proyecto original. Los bienes debían pasar a ser propiedad municipal al cabo de la concesión.
En los primeros dos años la actividad se concentró en los deportes ecuestres: carreras de velocidad y obstáculos, concursos de saltos, doma y destreza.
En 1902 asumió la presidencia de la Sociedad Hípica Argentina el Barón Antonio de Marchi, quien estaba casado con una de las 5 hijas del Presidente Roca.
De Marchi estableció con celeridad la Sociedad Sportiva Argentina, para ampliar el propósito de la Sociedad Hípica a todos los deportes al aire libre.
El fútbol encontró en el campo de la Sociedad Sportiva Argentina un recinto adecuado para sus principales partidos (aún se jugaba contra residentes británicos).
En ese field de Palermo se jugaron las finales de la Copa Competencia de los años 1902 y 1903 entre Rosario Athletic y Alumni (cada equipo obtuvo un título).
En septiembre de 1903 la Selección Argentina jugó acá por primera vez en el país. Cayó 3 a 2 con los Orientales (representados por 11 players del Club Nacional de Football).
Las justas deportivas se alternaban con desfiles y eventos militares de todo tipo. La Sociedad Sportiva mantuvo estrechas relaciones con todos los estamentos militares.
En 1904 la Sociedad Sportiva vendió sus instalaciones al Ministerio de Guerra —algo que le estaba vedado pues la concesión establecía que debían pasar a la Ciudad— pero continuó usufructuando el terreno durante los siguientes 10 años.
En 1904 vino el equipo inglés de fútbol Southampton. Jugó 6 partidos y los ganó todos, con 40 goles a favor y 5 en contra. Se montaron tribunas provisorias de madera dentro de la pista ecuestre para alojar a la multitud.
Julio A. Roca fue el primer Presidente de la Nación en funciones que presenció un match de fútbol. El 26 de junio de 1904 asistió al partido Southampton 3-0 Alumni.
Luego de la visita del Southampton, se aprovecharon las instalaciones montadas en “La Sportiva” para organizar una exhibición de lucha greco-romana.
En 1905 fue el turno del equipo inglés de fútbol Nottingham Forest. Durante su gira jugó 8 partidos. Los ganó todos con 57 goles a favor y 3 en contra.
El 15 de agosto de 1905 se jugó acá el primer partido entre Argentina y Uruguay por la Copa Lipton, la más antigua del mundo entre selecciones no británicas (aunque no se disputa desde 1992).
En 1906 fue el turno de un buen equipo de fútbol de Sudáfrica. Durante su gira jugó 11 partidos. Ganó 10 y perdió 1, con 54 goles a favor y 8 en contra.
Los sudafricanos sólo perdieron 1 de los 2 partidos que jugaron con Alumni. Fue el primer triunfo de un equipo con jugadores locales sobre uno extranjero de ascendencia británica.
El día de Navidad de 1907 partió desde “La Sportiva” el globo Pampero, que cruzó el Río de la Plata al mando de Aarón de Anchorena y Jorge Newbery. Ambos fueron fundadores del Aero Club Argentino el 13 de enero de 1908.
Jorge Newbery era toda una celebridad. Fue un eximio ingeniero electricista, científico y deportista (esgrima, boxeo, natación, remo, automovilismo y aviación).
Los concursos deportivos militares fueron cada vez más frecuentes en “La Sportiva”. El Ejército fomentaba abiertamente el deporte como sostén del adiestramiento de sus tropas.
En 1908 se trasladó el tradicional desfile militar del 9 de julio al local de “La Sportiva”. A juzgar por la crítica del cronista, la experiencia no obtuvo el favor popular.
En la sede de “La Sportiva” también encontraron su origen las principales organizaciones del deporte mecánico, como el Touring Club y el Automóvil Club Argentino.
Para la temporada internacional de fútbol de 1909 se contrataron a los equipos ingleses Everton y Tottenham Hotspur. Su presencia levantó gran expectativa entre la afición local.
Se volvieron a montar tribunas para más de 10.000 espectadores en la cancha de Palermo. La tribuna oficial del Hipódromo de Palermo que se ve detrás, nos permite situar con razonable precisión la ubicación del estadio.
Esta foto aérea recrea el espacio que ocupaba el estadio transitorio que se montaba en “La Sportiva” durante las visitas de los equipos extranjeros de fútbol.
En 1909, Everton y Tottenham jugaron 8 partidos contra equipos locales. Los ganaron todos, con 37 goles a favor y 3 en contra. También se enfrentaron 2 veces entre sí (empate 2-2 y triunfo azul 4-0).
Pasada la temporada de fútbol de 1909 se aprovecharon las instalaciones de “La Sportiva” para jugar un partido de Churra, una suerte de hockey con pelota de fútbol que nunca alcanzó la difusión esperada.
A pesar del rápido desarrollo de los nuevos deportes, las actividades hípicas nunca perdieron su lugar de privilegio en “La Sportiva”.
Para el Centenario de la Revolución de Mayo de 1810 se organizaron unos Juegos Atléticos. El Gobierno Nacional construyó un enorme estadio alrededor de la pista de “La Sportiva”.
Estas fotos dan cuenta de la envergadura del Stadium de “La Sportiva”, que podía albergar a más de 30.000 espectadores.
La prueba estelar de los Juegos del Centenario fue el maratón de 42,195 km. Lo ganó el italiano Dorando Pietri, gran protagonista de los Juegos Olímpicos de Londres de 1908.
El Stadium de “La Sportiva” se usaba con frecuencia para albergar extensas jornadas deportivas que reunían todo tipo de disciplinas.
Los desfiles militares también fueron una de las actividades habituales en el Stadium de “La Sportiva”.
Los globos aerostáticos se constituyeron en una de las atracciones favoritas del público. (Sí, ese es el globo de Newbery que inspiró la insignia del club Huracán).
En un desfile del Escuadrón de Seguridad se organizó una demostración de un incendio a cargo de los bomberos (aunque el público se desilusionó pues esperaba ver arder la escenografía).
En otra oportunidad se organizó una recreación de los antiguos Juegos Olímpicos, con disfraces y carreras de cuadrigas romanas incluidas.
En 1910 surgió una nueva atracción que cautivó la atención de la gente: la aviación. El italiano Bartolomé Cattaneo se convirtió en toda una celebridad.
Pilotos de todo el mundo exhibieron sus acrobacias en “La Sportiva”. Las pequeñas máquinas podían decolar y aterrizar en el field. (Sí, ese es Roland Garros).
De Marchi y Newbery fueron grandes impulsores de la aviación militar. El Aero Club Argentino cedió en 1912 todas sus aeronaves e instalaciones para crear la Escuela de Aviación Militar.
Todos los deportes colaboraron con festivales a beneficio para facilitar la compra de nuevos aviones para reforzar la incipiente Flotilla Aérea.
En 1914 la Asociación Argentina de Football organizó la visita del club inglés Exeter y le alquiló el field al Ejército. La Ciudad se opuso pues el terreno le pertenecía. Los partidos se jugaron, pero en la cancha de Racing en Avellaneda.
El Ministro de Guerra —General Gregorio Vélez— ordenó entonces la toma de “La Sportiva”. Esta situación desencadenó la renuncia de intendente Joaquín de Anchorena (quien había sido designado por el Presidente de la Nación).
La Ciudad logró recuperar la posesión del estadio, que a partir de ese momento pasó a conocerse como Stadium Municipal. La Sociedad Sportiva Argentina se disolvió, al no contar más con el estadio.
En el field de Palermo se presentó en enero de 1915 el púgil Jack Johnson, primer campeón mundial de raza negra. El evento requirió un permiso especial del Concejo Deliberante pues el boxeo profesional estaba prohibido en la Ciudad.
En 1917 la Asociación Argentina de Football llegó a un acuerdo con la Ciudad de Buenos Aires, para construir en el predio de “La Sportiva” un estadio de cemento con capacidad para 50.000 espectadores.
El proyecto se frustró debido a las enormes divergencias que predominaban entre la dirigencia del futbol porteño, y que en 1919 desencadenaron la escisión de la Asociación Amateurs de Football.
El Stadium Municipal —al que se siguió llamando "La Sportiva"—fue decayendo gradualmente, a medida que se retaceaba el mantenimiento de las instalaciones y perduraba el largo conflicto con el Ejército.
En 1924 el Ministro de Guerra —General Agustín P. Justo— ordenó al Ejército volver a ocupar el predio. Esta vez contó con la pasividad de las autoridades de la Ciudad de Buenos Aires.
La excusa fueron unos partidos de polo (deporte que en 1924 obtuvo en Paris la 1ª medalla de oro olímpica para Argentina). Desde entonces, el sitio se destinó a la práctica de deportes ecuestres.
El viejo terreno de “La Sportiva” se convirtió en el Campo Hípico Argentino bajo la tutela del Ejército. La Ciudad resignó un recinto deportivo que le pertenecía.
El Ejército desmontó el derruido estadio de madera y en 1928 inauguró dos canchas de polo.
En 1936 se ampliaron las instalaciones con nuevas tribunas (ese año el polo volvió a ganar la medalla de oro olímpica en Berlín). Hoy toda el área es administrada por la Asociación Argentina de Polo.
A pesar de seguir siendo un predio dedicado al deporte, casi no hay en el lugar referencias (museo, placas, carteles) de la mayoría de los grandes hitos históricos que aquí se vivieron.