Galería de cracks (y no tanto)

Una antigua campaña publicitaria de los vinos Arizu, nos brinda la oportunidad de recordar a algunas de las leyendas del fútbol local junto a otros jugadores que no alcanzaron tamaña trascendencia.

En 1943 los vinos Arizu lanzaron esta campaña publicitaria con conocidas figuras del fútbol local. ¿Quién reconoce a los 11 players? Los 7 primeros son fáciles. Los otros 4 más difíciles.

@ImagenesRojas El término "dar vino" estuvo muy en boga en las década del '30 y '40. Significaba dar un baile tremendo, pero referido a un jugador puntual. Supongo que era porque el defensor quedaba mareado. "Marear" otro término futbolero ya caído en desuso. Típico de los '60s. 

Este extracto de la novela Adán Buenosayres de Leopoldo Marechal me los pasó @pabloesuarez. Ahí dice que Racing le dio un "vinillo" a San Lorenzo...

En esta tabla están los resultados de la Trivia.

Es curioso notar que, en esta campaña de Arizu de 1943, se cruzaron verdaderas leyendas de nuestro fútbol con otros jugadores cuyas trayectorias no fueron significativas. Veamos…

#11 Carlos Cirico (también Círico o Chirico)
Tengo pocos datos de este escurridizo puntero. Jugó en Estudiantes y Newell’s, y parece que luego fue a México donde dejó su huella en el Deportivo Oro de Guadalajara. ¿Alguien que se anote con mas información?

@SoutinhoFelipe Carlos José Chirico era entreala izquierdo. Antes de llegar a Estudiantes actuó en Instituto de Córdoba y -si mal no estoy- en Bella Vista de Tucumán. Del Pincha pasó a NOB, y después a México.
#10 Waldino Aguirre
Fue una extraordinaria figura de Rosario Central. Surgió en Central Córdoba y también jugó en Racing y Huracán.


Su trágico final está reseñado en esta nota de @carlosaira11
Waldino Aguirre | El gran ídolo del fútbol rosarino que asesinó la policía   
#9 Gabino Arregui 
Tuvo una extensa trayectoria deportiva y “artística” en Gimnasia y Esgrima La Plata. Probablemente no sea un jugador tan recordado fuera del ámbito tripero, pero sin dudas supo aprovechar su breve momento en la Selección. ¿Alguien puede aportar algo más?

@ElDani1887 Gabino Arregui (izq) es 1 de nuestros players con + presencias: 288 y 73 goles e/ 1934 y 1946. Una lesión lo retiró del fútbol. Está en el top 12 de presencias en el Club. Es el 6° goleador histórico con 74 goles. Antes de llegar a Gimnasia era peluquero y cantaba tangos. Fue figura indiscutida en la Selección de su ciudad Bolívar

#8 Manuel Cabral 
Quizás sea el caso más peculiar de este aviso de Arizu. Este rudo centro-delantero no tuvo una trayectoria destacada en Chacarita Juniors, aunque luego mostró sus dotes goleadoras en Almagro en segunda división. ¿Alguien tiene más datos?

@Los_Funebreros Manuel Cabral - #Chacarita año 1943

#7 Emilio Baldonedo
Fue una de las más grandes figuras de Huracán, y además tiene el particular honor de aún ser el máximo goleador de la Selección Argentina frente a Brasil.


Link: Emilio Baldonedo, el verdugo
@futebolportenho Baldonedo no es solamente el máximo goleador argentino ante Brasil, es también el máximo en general ante Brasil. Un dato curioso, nació en la mismísima fecha que Ernest Wilimowski, máximo anotador ante Brasil en un solo partido. Link: Maior carrasco do Brasil, Emilio Baldonedo faria cem anos
#6 Vicente de la Mata 
Es el caso emblemático del jugador rosarino que hizo “capote” en la Capital. La definición del Sudamericano de 1937 fue tan dramática que, de no haber sido una historia real, igual tendrían que haberla escrita.


Este artículo —publicado por El Gráfico en un número especial— nos trae los detalles del épico debut de Vicente de la Mata en el Sudamericano de 1937.



#5 René Pontoni
Fue uno de los más precisos (y preciosos) artilleros del fútbol Argentino. Primero en Newell’s y luego en San Lorenzo, sus goles fueron una de las más altas expresiones de una época dorada del fútbol argentino.


Link: René Pontoni: elegante y goleador
#4 Rinaldo Martino 
Fue uno de los mejores jugadores de la generación de los años ’40. Llegó a San Lorenzo desde Belgrano de Rosario. Luego jugó en Juventus (Italia) y Nacional (Uruguay), y tuvo un breve paso por Boca Juniors.


Link: Martino, una manera de nombrar al fútb
  #3 El Charro Moreno
Tuvo una actuación tan destacada que, mientras aún vivía la gente que lo había visto jugar, siempre integró todas las trilogías de máximos exponentes del fútbol argentino.


El Gráfico publica su biografía: El Destino, La Pelota y Yo. Link: El destino, la pelota y yo - Capítulo I
@ing_agonzalez El nombre del charro Moreno, por lo que tengo entendido, era José Manuel, y en la propaganda aparece como José María, quizás estoy confundido. Así lo explica el mismo Charro en su biografía.

#2 Bernardo Gandulla
Ya era una estrella fulgurante en Ferro Carril Oeste a fines de los años ‘30, antes de llegar a Boca Juniors en 1940 procedente del Vasco da Gama. También tuvo una muy destacada actuación como formador de jóvenes jugadores.

Link: Gandulla fue crack y maestro de promesas
@AntonioG11970 Muito legal. E no Brasil os pega bolas, são chamados de gandulas por causa dele, pois no tempo que jogou no Rio de Janeiro, pelo Vasco, era rápido e corria pegar a bola quando ela era chutada fora. Es realmente curioso que el Nano Gandulla haya generado ese término en Brasil. Saludos Sim, curioso mesmo. Talvez o Brasil seja o único país do mundo onde há um termo próprio para o pega bolas: gândula. E a maioria dos brasileiros desconhece a origem do termo. Os viciados em futebol sabem que o termo veio do nome do jogador argentino do Vasco, anos 1940.
#1 El Chueco García
Llegó a Racing desde Rosario Central en 1936. Era oriundo de Santa Fé, pero se lo considera un fiel exponente de la escuela rosarina. En está publicidad de Arizu, 5 de sus 11 integrantes surgieron en equipos de la ciudad de Rosario.


Link: Enrique García: el poeta de la zurda

Cuando los números de las camisetas aún no eran "dorsales"

Una sinopsis del origen de la numeración de las camisetas de fútbol, contada a través de algunos hitos que denotan cierto paralelismo entre su adopción en las ligas inglesa y argentina.

Una pregunta usual en las redes es ¿cuándo comenzaron a usarse números en las camisetas en la Argentina? La repuesta correcta es: en la 9ª fecha del campeonato de 1949 pero, hagamos un poco de historia…

Los antecedentes de numeración de camisetas de fútbol más difundidos en internet son los de Australia en 1911 y la final de la Copa de EE.UU. en 1924. Especulo que, por tratarse de casos registrados en países con poca tradición futbolera, no llegaron a trascender.

El primer antecedente de jugadores numerados en la Argentina fue el domingo 10 de junio de 1923 en el partido inaugural de la gira del equipo escocés Third Lanark, que perdió 1 a 0 con el Combinado Norte en la flamante cancha de River Plate en Alvear y Tagle.

Una semana más tarde —el domingo 17 de junio de 1923— los escoceses derrotaron 3 a 1 al Combinado Sur, pero los números sólo los usaron los locales. En el resto de los partidos de aquella gira ya no se volvieron a usar números en las camisetas de los equipos.

El sábado 25 de agosto de 1928 se registraron dos antecedentes en Inglaterra. Uno en el partido de 1ª división entre Arsenal y Sheffield Wednesday en Hillsborough, y otro en el encuentro de 2ª división entre Chelsea y Swansea en Stanford Bridge.

Aquel antecedente de la temporada 1928/29 fue aislado. Pero cuando en el verano europeo de 1929 el Chelsea vino de gira a Sudamérica, trajo sus camisetas con números. La prensa no tardó en apodarlos “los numerados”.

El detalle mas peculiar fue que los jugadores de campo del Chelsea usaban el número en la espalda, pero el arquero lo hacia en el pecho (pues, por lo general, un goalkeeper nunca le da la espalda al árbitro).

El siguiente antecedente en Inglaterra fue el sábado 29 de abril de 1933 en la final de la FA Cup en Wembley. Ese día Everton derrotó 3 a 0 a Manchester City. Los jugadores del City usaron del 1 a 11, mientras que los del Everton lucieron del 12 al 22.

El arquero del Manchester City usó el número 1, mientras el portero del Everton llevó el 22. Esta rara costumbre probablemente se originó en los programas de los partidos que, mucho antes de que se usaran números, así indicaban las formaciones de los equipos.

A fines de 1933 el Arsenal jugó un partido amistoso con un equipo combinado austríaco y volvió a usar números. Se dice que se trató de una iniciativa de su famoso manager Herbert Chapman, el creador del sistema W-M en el que evolucionó el 2-3-5 al cambiar el offside en 1925.

A partir de 1934, la inclusión de números en las camisetas fue objeto de un extenso debate en Inglaterra. Sus detractores argumentaban que interferían con la estética tradicional de los uniformes del fútbol inglés. La Liga inglesa rechazó los números en más de una oportunidad.

Finalmente los números fueron obligatorios en la Liga inglesa en el inicio de la temporada 1939/40. El sábado 26 de agosto de 1939 todos los equipos lucieron camisetas numeradas en la primera fecha del campeonato.


La asignación de los números se basó en la clásica formación 2-3-5 que se usó hasta promediar los años ’20, compuesta por 2 defensores (full-backs), 3 medios (half-backs) y 5 delanteros (forwards).
Pero en Inglaterra la temporada 1939/40 sólo duró 3 jornadas, pues fue interrumpida por el inicio de la 2ª guerra mundial. Los números en las camisetas no fueron populares entre los aficionados ingleses hasta la temporada 1946/47.
En Inglaterra se hizo costumbre que el arquero no llevara número, pero el resto de los jugadores de campo se ordenaba del 2 al 11.
En 1948 la AFA contrató 8 referís ingleses para mejorar el nivel del arbitraje local (en 1937 había venido Isaac Caswell que dirigió 2 temporadas). El sistema se mantuvo hasta fines de los ‘50s y uno de esos jueces —Robert Turner— arbitró partidos hasta entrados los años ‘60.
Los referís ingleses recomendaron numerar las camisetas de los jugadores, y así se dispuso desde la 9ª fecha del campeonato de 1º división, jugada el domingo 26 de junio de 1949. Los equipos de 1ª B también usaron números el sábado anterior.

Los números fueron bienvenidos por la afición en general y los periodistas en particular, pues facilitaron la identificación de los jugadores. En un principio los arqueros no llevaron número, como se acostumbraba en Inglaterra. Los jugadores de campo se numeraron del 2 al 11.

Donde no hubo uniformidad desde un principio fue en las dimensiones de los números. Estas miniaturas de Ferro en 1956 son propias de una llamada al pie, mientras que los descomunales números de Platense en 1966 son verdaderas gigantografías.


A fines de los ’40 ya no se usaba la formación 2-3-5. En cada país los números se fueron adaptando a los esquemas de juego predominantes. Se hizo muy común asociar el número con la posición, una práctica que perduró hasta nuestros días: “hace de falso 9”, “juega con doble 5”.

A fines de los ’60s hubo un intento de reemplazar la numeración clásica usada en la Argentina por otra correlativa. Equipos como el Estudiantes de Zubeldía o el Chacarita de Geronazzo (en la foto, Frassoldatti) fueron sus más fieles exponentes. La movida finalmente pasó de moda.

Cuando en 1967 el Celtic de Glasgow vino a jugar la final de la Copa Intercontinental con Racing, notamos que usaban el número adelante y atrás del pantalón. Recién en 1975 la UEFA dispuso que sus clubes debían llevar el número en la camiseta.

En los partidos de liga, los equipos formaban del 1 al 11. Cuando en los ’70s se autorizaron las substituciones, se agregaron números más altos. Pero en los campeonatos mundiales se usaban números fijos que identificaban a cada integrante del plantel.

La Liga inglesa adoptó los números fijos en 1993 (justo en un Arsenal–Sheffield Wednesday como en 1928). La AFA hizo lo mismo en 1997, pero sólo para partidos de 1ª división. Este sistema, junto al nombre del jugador, personaliza la indumentaria y estimula su comercialización.

Hay equipos que retiraron números para homenajear a sus leyendas, una tradición importada de los EE.UU. Si alguna vez se te pasa por la cabeza que se trata de una buena idea, recordá siempre estas sentidas palabras del crack Alessandro Del Piero.