Racing

Alsina y Colón
El Racing Club nació el 17 de marzo de 1903, al fusionarse los equipos del Football Club Barracas al Sud y Colorados Unidos del Sud (que se había escindido del primero un tiempo atrás). El 25 de marzo se adoptó el nombre Racing, tomado de una revista que mostraba una foto del equipo francés.
Primer escudo (circa 1904) y Estación Barracas Iglesia (circa 1933)
Las reuniones fundacionales se desarrollaron en la sala de espera de la estación ferroviaria Barracas Iglesia, que integraba la línea que unía la Estación Central (frente a la Casa Rosada) y más tarde Casa Amarilla con el puerto de Ensenada.
Red del Ferrocarril del Sud (FCS) en 1903 cuando se fundó el Racing Club.
La estación Barracas Iglesia se encontraba en la intersección de las calles Plaa y Maipú. La denominación Iglesia se debió a que la línea de la estación original, que estaba en Lavalle y San Martín en el solar que después ocupó el Palacio Barceló (hoy escuela de Educación Técnica n. 8), pasaba frente a la parroquia que llegaría a ser la Catedral de Avellaneda. La estación fue trasladada en 1890 debido a los frecuentes accidentes que causaba el tránsito de un tren por el centro de un núcleo urbano densamente poblado.
Plano de Barracas al Sud (Avellaneda) en 1890. Se indicaron las ubicaciones de las canchas de Racing.
En 1903 el primer campo de juego estuvo en el terreno denominado "La Feria", ubicado en la intersección de la Av. Alsina y la calle Colón de la ciudad de Avellaneda (donde aún hoy posee su estadio). La siguiente fotografía muestra al segundo equipo en aquel primitivo campo de juego, junto a un trofeo ganado al equipo de La Rosales (que posteriormente sería uno de los que formaron el Club Atlético River Plate).
Segundo equipo del Racing Club (circa 1903).
Posteriormente trasladó su cancha a un terreno detrás de una quinta denominada Las Palmas. Finalmente se instaló en una manzana baldía situada sobre la Av. Roca y las calles de tierra Miguel O’Gorman (hoy 25 de Mayo), Vicente López y French (a 9 cuadras del actual estadio).
Plano de 1935 en el que se indicó la ubicación de las canchas de Racing (e Independiente).
Render 3D de Avellaneda (circa 2015) con la ubicación de las canchas históricas de Racing (e Independiente).
En la primitiva cancha de O'Gorman se construyó una casilla de madera y chapa conocida como "La Caseta Multifunción". Sus primeros colores oficiales fueron una camisa con cuatro cuadros (dos celestes y dos rosados). En 1905 Racing se afilió a la Argentine Football Association y comenzó a disputar el torneo de 3ª división en la cancha de la calle O'Gorman.
La Caseta Multifunción del campo de juego de Racing en O'Gorman y Av. Roca (circa 1904)
La Caseta Multifunción del campo de juego de Racing en O'Gorman y Av. Roca (circa 1904)
En 1906 Racing regresó definitivaente al predio de la Av. Alsina y Colón y pasó a jugar en 2ª división.
Croquis de ubicación del estadio del Racing Club
La siguiente fotografía es de un festival atlético desarrollado en Alsina y Colón en julio de 1908. El campo de juego contaba con su casilla, que oficiaba de vestuario, pero aún no tenía tribunas. En esa temporada de 1908 Racing quedó a las puertas del ascenso (perdió la final con River).
Festival atlético en Avellaneda (circa julio de 1908).
Casilla de vestuarios de Racing (circa octubre de 1908).
Cancha de Racing (circa 1909)
En 1909 Racing perdió la semifinal del torneo de 2ª división con Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires (GEBA). Al año siguiente —en 1910— logró ascender a 1ª división al derrotar 2 a 1 a Boca Juniors en la final que se jugó en la cancha de GEBA en Palermo. En aquel año —en el que se conmemoraba el Centenario de la Revolución de Mayo— comenzó a usar la divisa con rayas verticales albicelestes que hoy lo caracteriza (antes usaba generalmente una camiseta azul con una franja horizontal blanca).
Tribunas del primitivo estadio de Racing  (circa 1911)
Racing debutó en 1ª División en mayo de 1911 frente al Club Atlético de San Isidro (CASI), en un partido que se jugó en Alsina y Colón. Ese día usó su camiseta azul pues San Isidro vestía una celeste. En ese entonces ya se habían construido dos importantes tribunas techadas a dos aguas a ambos flancos de la casilla de vestuarios.
Fotos del debut de Racing en 1ª División (7 de mayo de 1911).


Primer partido (1a división) : 7 de mayo de 1911. Racing 1 - San Isidro 1.

Racing 2-1 Quilmes (18 de julio de 1911).
Racing 2-1 Quilmes (18 de julio de 1911).
El 25 de junio de 1911 el recién ascendido Racing derrotó 3-1 al campeón vigente Alumni en Alsina y Colón. Este partido puede ser considerado un verdadero pasaje de testimonio entre los dos grandes colosos del fútbol amateur en la Argentina, que sintetizó la transición del fútbol de los clubes ingleses al de los criollos.
Racing 3-1 Alumni (25 de junio de 1911).
Racing 3-1 Alumni (25 de junio de 1911).
Racing 3-1 Alumni (25 de junio de 1911).
En la foto anterior es posible divisar detrás de los jugadores la imponente silueta del hospital Pedro Fiorito, localizado sobre la Av. Belgrano a pocas cuadras del estadio. La construcción comenzó en 1909 y el hospital fue inaugurado en 1913.
Hospital Pedro Fiorito (circa 1913 y 2000).
En abril de 1912 Racing recibió en Alsina y Colón por primera vez a Peñarol de Montevideo. En las fotos se aprecia que ya se había construido una pequeña tribuna popular paralela a la calle Colón.
Racing 4-3 Peñarol (28 de abril de 1912).
Racing 4-3 Peñarol (28 de abril de 1912).
En aquellos años los partidos de la selección argentina solían jugarse en el estadio de Maldonado de GEBA en Palermo, que tenía una capacidad de 10.000 espectadores. En junio de 1912 GEBA promovió la escisión de la Federación Argentina de Football, que no estaba afiliada a la FIFA. La Asociación Argentina de Football —que era la autoridad oficial— decidió entonces jugar los partidos de sus combinados en Avellaneda, prueba de que ya en ese tiempo la cancha de Racing se había consolidado como el segundo estadio del área metropolitana.
Argentina 3-3 Uruguay (6 de octubre de 1912). Copa Newton. Nótese los espectadores en el techo del vestuario.
El 9 de octubre de 1912 se disputó en la cancha de Racing la Copa Newton entre las selecciones de la Argentina y Uruguay. Los teams formaron de la siguiente manera:
Asociación Argentina: C. T. Wilson; J. G. Brown y J. D. Brown; A Chiappe, C. P. Russ y P. Molina; A. P. Watson Hutton, M. Susán, H. Hayes, M. P. González y J. Viale.
Liga Uruguaya: C. Saporiti; M. Apesteguy y J. Benincasa; J. Pacheco, J. M. Durán y A. Foglino; V. Módena, P. Dacal, J. Piendibene, C. Scarone y A. Romano.
Argentina 3-3 Uruguay (6 de octubre de 1912). Copa Newton.
Cuando habían transcurrido 17 minutos los uruguayos iniciaron un avance espléndido. Cerca ya del arco argentino Dacal hizo un pase a Módena, cuyo centro, dirigido inmediatamente, fue aprovechado por Romano para enfilar un tiro bajo y débil, algo sesgado ante el cual Wilson nada pudo hacer. A los 38 minutos Dacal recibió un pase de Scarone y venció de nuevo al guardavalla con un tiro fácilmente conjurable. Antes de finalizar el primer periodo, a los 44 minutos la valla uruguaya experimentó la primer caída. Watson Hutton gambeteó a Durán y desde 20 metros aproximadamente dirigió un tiro alto que penetró en el ángulo derecho. En el segundo período a los 10 minutos Viale, en un brillante esfuerzo, proporcionó el tanto del empate. En idéntica forma al tanto anterior el winger rosarino marcó el tercer gol a los 24 minutos. El empeño de los uruguayos significó la obtención del empate ya que a lo 33 minutos Scarone, al recibir un pase de Piendibene ,logró distanciarse y desde lejos tiró al arco. LA acción de Wilson no fue lo eficaz que era de esperarse, y la pelota franqueó la valla. El resultado del partido fue, pues, un empate en 3 goles. Los visitantes charrúas se llevaron el trofeo pues esa era la costumbre cuando se empataban estos partidos.
Argentina 3-3 Uruguay (6 de octubre de 1912). Copa Newton.
A medida que crecieron las concurrencias, el estadio se amplió mediante pequeñas tribunas ubicadas en las cabecera de la Av. Alsina y el lateral de la calle Italia.
Cancha de Racing (circa 1916)
Racing 1-2 River Plate (29 de junio de 1913)
En agosto de 1913 un equipo combinado de la Liga Paulista retribuyó a la Asociación Argentina de Football las visitas que nuestros jugadores hicieron a los footballers brasileños en 1908 y 1912. La actuación ce esto últimos en los fields argentinos motivó inequívocas manifestaciones de aprecio con las cuales se exteriorizó a los huéspedes la simpatía con que era recibida su presencia entre nosotros.

El primer partido se disputó el 10 de agosto de 1913 en el estadio de Racing en Avellaneda. La llegada de los visitantes y su entrada al field provocaron el estallido de entusiastas aplausos que persistieron durante el encuentro, en los momentos en que jugadas merecedoras los arrancaron espontáneos. Los teams se alinearon como sigue:
Asociación Argentina: C. F. Pearson; A. Chiappe y J. D. Brown; M. L. Negri, J. Ohaco y A. Olivari; P. Calomino, M. Susán, A. P. Watson Hutton, A. Ameal y J. Viale.
Liga Paulista: H. de Moraes; F. Neto y J. Menezes; A. Bertone, J. C. Bertone y R. Thiele; A. Frienderich, J. de Campos, D. Vecari, A. Mouth y A. Xavier.

El presidente de la delegación paulista dio el puntapié inicial. A los 33 minutos Xavier, en posesión de la pelota, avanzó por el costado izquierdo e hizo el centro sin mayores dilaciones. Campos, que corría a la altura de su compañero de línea, lo recibió y con un tiro rápido, largo y cruzado, batió a Pearson en medio de no poca sorpresa. La reacción inmediata se produjo, pero duró poco, y cuando aún el público no se había repuesto de los efectos del primer contraste, el segundo lo llamó a la realidad. Xavier hizo otra vez el centro, lo recibió Campos y, pasada la pelota a Vecari, su tiro largo, bajo, fuerte y ligeramente sesgado halló la red. El encuentro había perdido ya, a los 20 minutos del segundo período, todo interés. En el ataque de continuo los locales, y con una defensa cerrada los visitantes, se concretó el juego a acciones individuales. Terminó el partido con el triunfo de la Liga Paulista por 2 a 0. La falta de homogeneidad del cuadro argentino y en especial de la línea de ataque, fue la causa principal de la derrota. Actuó el team brasileño con mayor armonía y entusiasmo, si bien en conjunto pareció no ser superior al nivel común de nuestros teams de primera división.
Argentina 0-2 Liga Paulista (10 de agosto de 1913).
El 15 de agosto de 1913 se volvieron a enfrentar en el estadio de Racing las selecciones de la Argentina y Uruguay. Esta vez se puso en disputa la copa Lipton. Jamás habían registrado los matches por la Copa Lipton un score tan elevado como el que se obtuvo en 1913. Los argentinos resultaron vencedores por 4 goles a 0, lo que sorprendió un tanto pues se esperaba una victoria del cuadro uruguayo. Éste actuó en forma por demás deficiente, mostrándose nuestro equipo superior en todas sus líneas.
Equipo argentino que ganó la Copa Lipton (15 de agosto de 1913).
Los teams formaron así:
Argentinos: C. T. Wilson; A. Chiappe y J. D. Brown; R. Pepe, J. Morroni y A. Olivari; J. M. rogers, A. Ohaco, M. A Susán, D. Abbatangelo y J. Viale.
Uruguayos: C. Saporiti; J. Benincasa y M. Apesteguy; J. Pacheco, J. M. Durán y B. Savio; J. Pérez, P. Dacla, J. Piendibene, R. Vallarino y A. Altamirano.
Equipo uruguayo que disputó la Copa Lipton (15 de agosto de 1913).
Max Susán señaló en forma brillante los 4 tantos de los argentinos.
Argentinos 4-0 Uruguayos. Copa Lipton (15 de agosto de 1913).
El 24 de agosto de 1913 se jugó en esta cancha el primer partido oficial en 1ª división entre Boca Juniors y River Plate (Boca fue local).
Boca Juniors 1-2 River Plate (24 de agosto de 1913).
El 28 de diciembre de 1913 se jugó en este estadio el partido final del campeonato entre Racing y San Isidro. Los locales vencieron 2 a 0 y se consagraron campeones, el primer equipo de raíces "criollas" que lo logró.
Racing 2-0 San Isidro (28 de diciembre de 1913). Partido final por el campeonato.
Equipos campeones de la Asociación y la Federación en 1913.
La Asociación Argentina contrató en 1914 al equipo de profesionales británicos Exeter City, cuya gira no dio los resultados prácticos que se esperaban, tratándose de un cuadro que debía proporcionar provechosas enseñanzas a nuestros aficionados. No sólo porque los jugadores británicos desplegaron un juego en desacuerdo con sus antecedentes deportivos, sino también porque el fútbol nacional estaba entonces dividido. He aquí una reseña de los partidos del Exeter jugados en el campo de Racing:

El 14 de junio de 1913 Exeter jugó el primer match de su gira con un combinado de equipos de la Asociación denominado Norte, al que asistió una concurrencia muy numerosa:
Norte: C. Ísola; A. A. Chiappe y S. S. Parkinson; H. Simmons, A. Mallen y A. Olivari; E. Fernández, M. Susán, A. Penney, A. P. Watson Hutton y A. A. Ochandio.
Exeter City: R. Pym; J. Fort y S. Strettle; J. Rigby, J. Lagam y W. Smith; M. Hoult, J. Whittaker, A. Hunter, L. Marschall y F. Goodwin.
Combinado del Norte 1-0 Exeter City (14 de junio de 1914).
El juego desarrollando por el bando británico impresionó desfavorablemente. Cuando habían transcurrido 22 minutos, dos corners consecutivos provocaron frente al arco de Exeter acciones difíciles. En el segundo corner la pelota cayó en poder de Fernández, quien la envió al centro. Watson Hutton la recibió y, sin pérdida de tiempo, la enfiló al arco pero, rechazada, Ochandio la cabeceó bien y aquella penetró en la red por el costado opuesto, señalando el primer gol a favor del Norte. La jugada fue acogida con entusiasmo. El público la aplaudió como merecida recompensa a los jugadores locales. Se esperó justificadamente que en el segundo tiempo el Exeter volvería por sus fueros, pero no fue así y el partido terminó con triunfo del team del Note por 1 gol a cero. Este resultado causó extrañeza pues, en realidad, los visitantes no actuaron como maestros. Se destacó Arturo Chiappe, quien en toda oportunidad impidió que los profesionales británicos señalasen un gol.

El 21 de junio se jugó el segundo match, esta vez con un combinado de la Asociación denominado Sur. Los teams así formaron:
Sur: C. F. Pearson; J. Garibladi y J. D. Brown; M. L. Negri, F. Olazar y R. Pepe; Z. Canaveri, A. Ohaco, A. Marchovecchio, J. Hospital y F. Taggino.
Exeter City: R. Pym; J. Fort y S. Strettle; S. Rigby, S. Lagam y G. Smith; E. Hoult, F. Whittaker, N. Hunter, H. Loveth y N. Goodwin.
Combinado del Sur 0-3 Exeter City (21 de junio de 1914).
A los 9 minutos de juego Hunter envió un tiro bajo al costado derecho, señalando el primer gol de los visitantes. Siempre primando en la ofensiva el Exeter, Hoult dio a su bando el segundo gol a los 28 minutos de juego, valiéndose de un tiro sesgado. En el segundo período, a los 34 minutos Loveth aprovechó un centro de Hoult para señalar con un golpe de cabeza el tercer y último tanto del bando británico que triunfó por 3 goles a cero. En este partido, los jugadores del Exeter echaron mano de recursos ilícitos en lo que fue una pobre exhibición de malas maniobras.

El 24 de junio se jugó el tercer partido de la serie con el Racing Club, el campeón vigente de la liga local. Formaron los equipos como se consigna en seguida:
Racing: S. Arduino; S. Ochoa y A. Reyes; A. Betular, F. Olazar y R. Pepe; Z. Canaveri, A. Ohaco, A. Marcovecchio, J. Hospital y J. N. Perinetti.
Exeter City: R. Loram; J. Fort y S. Strettle; S. Rigby, S. Lagam y G. Smith; E. Hoult, F. Marschall, F. Whittaker, H. Loveth y N. Goodwin.

No fue abierto el score en el primer período. A los 34 minutos de la segunda parte el Exeter obtuvo su primer gol, señalado por Hoult merced a un tiro corto y bajo. Cinco minutos antes de terminar el partido Marschall, desde una distancia aproximada de 10 metros, enfiló un tiro fuerte y esquinado que franqueó la valla local. Venció pues el Exeter por 2 goles a 0 en un match que resultó deslucido.
Combinado del Sur 0-3 Exeter City (21 de junio de 1914).
El 28 de junio el Exeter viajó a Rosario donde venció 3 a 1 al combinado local, en un encuentro que defraudó las expectativas de los aficionados. No mostraron los británicos ninguna ciencia en el juego y, persistiendo en la actitud observada cuando se midieron con el cuadro del Sur, abusaron de los fouls y los golpes ilegales. Esa conducta fue ruidosamente desaprobada por el público en manifestaciones sucesivas.

El 28 de junio el Exeter volvió a Avellaneda para jugar su quinto partido ante un team denominado Combinados integrado por jugadores argentinos y uruguayos. Los equipos formaron como sigue:
Combinados: M. Croce; J. D. Brown y A. Reyes; J. Pacheco, C. García y F Chagneaud; H. H. Vignoles, J. Fernandez, A. Romano, A. Pérez y L. Morgan.
Exeter City: R. Loram; J. Fort y H. Hardie; J. Rigby, J. Lagam y W. Smith; E. Hoult, F Marschall, J. Whittaker, H. Loveth y N. Goodwin.

La persistencia del Exeter en la ofensiva hizo que el partido fuese completamente monótono. El primer gol no tardó en producirse. Pacheco falló al detener a Goodwin, y éste cruzó la pelota frente al arco, donde Loveth la impulsó hacia la red. Habían transcurrido 8 minutos de juego. Un incidente poco agradable matizó el match instantes después. Ante un quite de Chagneaud, Whittaker intentó agredirlo, pero la intervención de varios jugadores evitó que el hecho pasara a mayores. El segundo gol se produjo a los 16 minutos. Lagam finalizó un entrevero producido a raíz de un corner y venció a Crocce con un tiro corto. A los 20 minutos Whittaker aumentó la serie con un tiro largo y rasante. Un nuevo tiro largo de Whittaker proporcionó a los visitantes el cuarto gol a los 26 minutos. El primer tiempo se dio por terminado a los 35 minutos de juego. Hoult abandonó el field al reiniciarse el juego y el match, deslucido, abundó en recursos ilegales. A los 23 minutos Whittaker recibió un pase de Loveth y, desde unos 30 metros, enfiló un violento tiro alto que proporcionó el quinto y último gol a los visitantes. El segundo tiempo también se dio por concluido a los 35 minutos de juego. La impresión producida por el juego fue pobrísima. El resultado final fue Exeter City 5, Combinados 0.

El 9 de julio se jugó en Avellaneda el sexto partido de la gira del Exeter, en el que enfrentó a un combinado de la Liga Argentina que incluyó jugadores rosarinos y uruguayos. Los teams estuvieron formados así:
Liga Argentina: C. Ísola; A. Chiappe y J. D. Brown; J. Johnston, A. Mallen y H. Simmons; E. Fernández, M. P. González, A. P. Watson Hutton, A. Romano y J. Viale.
Exeter City: J. Pym; J. Fort y S. Strettle; J. Rigby, J. Lagam y W. Smmith; H. Hoult, J. Whittaker, H. Hounter, H. Loveth y F. Goodwin.
Liga Argentina 0-3 Exeter City (9 de julio de 1913).
Las condiciones en las que se encontraba la cancha no podían ser más desfavorables para la realización del partido, y cuando se inició el juego la lluvia había aumentado. Como el agua arreciara después, hubo que suspender momentáneamente el encuentro. Poco más tarde, vueltos al field los jugadores, se prosiguió el juego. A los 8 minutos Hoult terminó un avance por el ala con un centro, que Goodwin convirtió con un golpe de cabeza. El segundo gol fue marcado por Hunter a los 17 minutos, merced a un tiro largo y alto. El tercer tanto no se hizo esperar mucho y Hunter envió la pelota al arco desde larga distancia sin que el guardavalla local intentase detenerla. Un accidente privó despúes al cuadro británcio de los servicios de su centre-forward, que fue retirado de la cancha. En el segundo período el Exeter actuó con 10 hombres, pero el score no fue modificado.

El 11 de julio de 1913 se jugó en el field del Caballito de Ferro Carril Oeste el séptimo partido de la gira del Exeter, en el que empató sin goles con un combinado denominado Argentinos. Este partido fue la mejor exhibición del Exeter durante su gira.

El 12 de julio se jugó en Avellaneda el octavo y último partido de la gira del Exeter, en el que otra vez enfrentó al combinado de la Liga Argentina. Ante una crecida concurrencia, la constitución de los equipos fue la siguiente:
Liga Argentina: C. Ísola; A. Chiappe y J. D. Brown; J. Johnston, A. Mallen y H. Simmons; E. Fernández, M. P. González, A. P. Watson Hutton, A. Romano y J. Viale.
Exeter City: R. Loram; J. Fort y S. Strettle; J. Rigby, J. Lagam y W. Smith; J. Whittaker, H. Harding, H. Hunter, F. Loveth y F. Goodwin.
Liga Argentina 1-3 Exeter City (13 de julio de 1913).
Cuando habían transcurrido escasamente 5 minutos de juego, Loveth enfiló un tiro rasante que franqueó la valla argentina. A los 10 minutos del segundo período, Goodwin señaló el segundo tanto con un golpe de cabeza, al que siguió otro marcado por Loveth merced a un tiro alto. A los 39 minutos obtuvieron los locales su único gol, que señaló M. González al aprovechar un pase de Romano. Con este partido se puso término a la gira del Exeter City (8 jugados: 6 ganados, 1 empatado y 1 perdido, con 19 goles a favor y 2 en contra). Sin embargo, la impresión que produjo fue muy poco satisfactoria pues, en rigor de verdad, no resultó un gran cuadro cuya actuación sirviera de enseñanza a nuestros footballers.

En 1914 también vino de gira el Torino de Italia, que jugó una breve serie de 3 partidos. No se trataba de un gran team, si bien en el último encuentro en el que intervino actuó en mejor forma y consiguió su única victoria.

El 30 de agosto en la cancha de Racing el Torino jugó su primer partido con un combinado de Argentinos. A las 5.10 pm los teams se alistaron de esta forma:
Argentinos: C. T. Wilson; A. A. Chiappe y J. D. Brown; A. Betular, F. Olazar y Ernesto Brown; E. Fernández, A. P. Watson Hutton, A. Marchovecchio, J. Hospital y F. Taggino.
Torino: Mornado; Capra y Bachman; Valobra, Peterli y Lavatti; De Bernardi, Mosso, Tomaselli, Arioni I y Arioni II.
Argentina 2-1 Torino (30 de agosto de 1914).
La ofensiva del equipo local fue acentuándose y, a los 22 minutos, Fernández puso término a una corrida y envió un centro, lo que originó un entrevero en las proximidades del arco defendido por Morando. Marcovecchio pudo sacar provecho para enfilar un tiro bajo y cruzado que franqueó la línea de gol. Cunado faltaban 3 minutos para terminar el primer tiempo Watson Huton hizo un pase a Marcovecchio, quien dirigió un tiro bajo y cruzado que batió por segunda vez al guardavalla visitante. A los 12 minutos del segundo período, en un avance por el ala izquierda De Bernardi enfiló un tiro que, detenido en parte por Wilson, dio tiempo a Mosso para alojar la pelota en la red. El partido finalizó con este score: Argentinos 2, Torino 1.

El 3 de septiembre el Torino jugó en la cancha de Ferro Carril Oeste su segundo partido con el Racing Club, que lo venció por 1 gol a cero.

El 6 de septiembre el Torino cerró su gira en Avellaneda, cuando enfrentó al combinado de la Liga Argentina. Formaron los equipos como se indica en seguida:
Liga Argentina: C. T. Wilson; Jorge G. Brown y Juan D. Brown; H. Simmons, F. Olazar y R. Pepe; E. Fernández, M. Susán, A. Marcovecchio, J. Hospital y J. N. Perinetti.
Torino: Morando; Capra y Bachman; Valobra, Peterli y LAvatti; De Bernardi, Tirone, Mosso I, Mosso II y Arioni.
Asociación Argentina 0-2 Torino (6 de septiembre de 1914).
A los 35 minutos Mosso I recibió de rechazo la pelota y pudo escapar enviando a la carrera un tiro bajo y cruzado que acreditó el primer gol para su cuadro. En el segundo tiempo los locales atacaron con 10 hombres porque Marcovecchio, lesionado en un colisión, tuvo que retirarse del campo de juego. A los 41 minutos, a consecuencia de un corner, se originó un entrevero frente a la valla argentina, y Tirone enfiló un tiro bajo a uno de los costados marcando así Torino un segundo gol. Fue, pues, éste el resultado del partido: Torino 2, Liga Argentina 0. El equipo italiano pudo vindicarse en parte de sus anteriores derrotas y consiguó un triunfo no esperado.

Debido a la primera guerra mundial (1914-1918), la del Torino fue la última presentación de un equipo europeo en Buenos Aires hasta 1922, cuando nos visitó un representativo de la Federación Guipuzcoana del país vasco español.

Racing revalidó su campeonato en la temporada de 1914 y comenzó a consolidar su hegemonía del fútbol local, que se extendería hasta 1919. En diciembre de 1914 se reunificaron los entes reguladores y a partir de la temporada de 1915 sólo se jugó el torneo de la Asociación Argentina de Football.
Racing, campeón de la temporada 1914.
Racing 4-0 Estudiantes de la Plata (28 de noviembre de 1915).
El lunes 17 de julio de 1916 Argentina y Uruguay jugaron en la cancha de Racing la final del primer Campeonato Sudamericano de Fútbol (empataron en cero y Uruguay obtuvo el título). El partido se tenía que jugar el día anterior en la cancha de GEBA en Palermo pero, fue tal la concurrencia que desbordó las instalaciones. Al suspenderse el encuentro, la turba incendió parte de la tribunas.
Incendio del estadio de GEBA en Palermo (16 de julio de 1916). Fuente: Caras y Caretas.
La policía de Avellaneda tomó todas las medidas de vigilancia y el encuentro se jugó sin que ocurriera el más mínimo incidente.
Team Argentino (16 de julio de 1906). Esta foto se sacó en la cancha de GEBA.
Los cuadros se constituyeron en esta forma, a las órdenes del referí chileno Carlos Fanta:
Argentinos: C. Ísola; Z. Díaz y A. Reyes; P. Martínez, F. Olazar y G. Badaracco; J. Heinssinger, A. Ohaco, H. Hayes, E. Hayes y J. N. Perinetti.
Uruguayos: C. Saporiti; A. Foglino y M. Benincasa; A. Zibecchi, J. Delgado y M. Varela; P. Somma, A. Tognola, J. Piendibene, I. Gradín y R. Marán.
Team Uruguayo (17 de julio de 1916).
En el primer período, en cuyo transcurso abundaron las tentativas de uno y otro team, el score no fue abierto. Los primeros 15 minutos de la segunda parte resultaron sumamente favorables al equipo argentino, que 3 minutos más tarde estuvo a punto de conseguir el gol. Combinaron los hermanos Hayes por el centro del field y Ennis hizo un oportuno pase a Perinetti. Destacóse el winger en rápida corrida y, aproximándose al arco, cruzó la pelota. Ohaco tomó posesión de la pelota a menos de cinco metros de la valla, en una circunstancia en la que hasta la situación de Saporiti dejaba la mayor parte del arco desguarnecido obligado por la rapidez de la acción. Ohaco disparó un violento tiro, pero la pelota pegó en el poste derecho y revotó al field, malográndose así la mejor oportunidad de la tarde. Esta jugada provocó una intensa emoción, y fue indiscutiblemente la incidencia más peligrosa de todo el match.
Argentina 0-0 Uruguay (17 de julio de 1916).
Ningún bando consiguió abrir el score y, por lo tanto, el partido terminó con un empate en cero goles. En el primer período el juego fue favorable a los uruguayos, para cambiar en el segundo en cuya mayor parte dominaron los argentinos. No tuvo el cuadro uruguayo puntos débiles, destacándose Delgado que jugó un gran match. Los demás jugaron con acierto y eficacia indiscutibles. El team argentino no fue tan homogéneo, pero tuvo en Ísola y Perinetti a sus mejores hombres, que llegaron a ser figuras descollantes del field. Se desempeñaron también con un acierto poco común Reyes y Olazar.
Argentina 0-0 Uruguay (17 de julio de 1916).
Como con el empate los uruguayos aventajaron a los argentinos por un punto en la colocación final, de hecho se clasificaron campeones sudamericanos. Al finalizar el partido, no menos de 1.500 personas venidas expresamente de Montevideo entonaron cantos uruguayos festejando el éxito del equipo, lo que motivó diversas demostraciones de simpatía.

Hasta 1918 —cuando se rehabilitó la cancha de GEBA en Palermo— el estadio de Racing continuó siendo el escenario utilizado para los partidos de la Selección Nacional. Resumo a continuación algunos de los partidos internacional más importantes disputados en esa época en el estadio de Alsina y Colón.

A fin de aprovechar en lo posible la pérdida de fechas originada por los partidos del Campeonato Sudamericano de 1916, se resolvió que ese año el match de la Copa Lipton en Montevideo y el de la Copa Newton en Avellaneda se disputasen el 15 de agosto. La lucha no atrajo la cantidad de público que se esperaba. 
Equipo Argentino que disputó la Copa Newton el 15 de agosto de 1916.
Los teams estuvieron constituidos como se indica en seguida:
Asociación Argentina: E. Fernández; Z. Díaz y A. Reyes; S. Sayanes, E. A. Sande y P. Martínez; Z. Canaveri, A. Ohaco, M. Hiller, C. Guidi y P. Polimei.
Asociación Uruguaya: A. Máquez Castro; A. Urdinarán y M. Benincasa; F. Broncini, J. Harley y D. Melogno; J. Pérez, P. Dacal, A. Brienza, C. Scarone y A. Farinaso.
Equipo Uruguayo que disputó la Copa Newton el 15 de agosto de 1916.
A los 23 minutos el back Zenón Díaz cometió un yerro a poca distancia del arco, y Farinaso en plena carrera alcanzó la pelota y la dirigió baja al rincón derecho. Fernández se arrodilló para detenerla, pero sus esfuerzos fueron vanos y el tanto se produjo. A los 3 minutos del segundo período Sande hizo un pase a Hiller, éste cedió la pelota en excelente forma a Ohaco y el insider, después de gambetear a Benincasa, se aproximó al arco y su tiro fuerte y bajo restó toda defensa a Márquez Castro. A los 26 minutos Hiller hizo un magnífico pase a Ohaco y éste, con un espléndido tiro alto y fuerte enviado al rincón izquierdo, señaló el el mejor tanto del match en medio de un gran entusiasmo. Faltaban 3 minutos para la terminación del encuentro cuando se produjo el último gol. Hiller dirigió un fortísimo tiro alto, la pelota pegó en el travesaño y rebotó al field. Ohaco repitió la tentativa, y Márquez Castro arrodillándose detuvo a medias la pelota que quedó casi sobre la línea del arco, y entonces Hiller la impulsó fuertemente hasta alojarla en la red.
Argentina 3-1 Uruguay. Copa Newton (15 de agosto de 1916). Ese mismo día, pero en Montevideo, otro equipo Argentino derrotó 2-1 a Uruguay y obtuvo la Copa Lipton.
El resultado final fue pues de 3 goles a favor de la Asociación Argentina y 1 gol a favor de la Asociación Uruguaya, siendo el juego tan solo mediocre.
Argentina 7-2 Uruguay (1º de octubre de 1916). Copa Círculo de la Prensa. Ese mismo día, pero en Montevideo, otro equipo Argentino derrotó 1-0 a Uruguay y obtuvo la Copa Gran Premio de Honor Uruguayo.
Racing 0-1 Independiente (13 de mayo de 1917). Desempate de la primera ronda de la Copa Competencia.
A mediados de 1917 recaló en Buenos Aires una importante escuadra naval norteamericana, cuya misión era proteger las rutas del Atlántico Sur del posible accionar de submarinos alemanes en pleno desarrollo de la Primera Guerra Mundial. Los marineros norteamericanos fueron objeto de diversos agasajos, uno de ellos en la cancha de Racing. Las fotos de aquel día nos proveen una vista inusual de algunas de las tribunas del estadio en aquella época.
Tribuna cabecera de la Av. Alsina (circa agosto de 1917).
Tribunas oficiales (circa agosto de 1917).
Recepción ofrecida en la cancha de pelota paleta (circa agosto de 1917). En esa época era frecuente usar el frontón para todo tipo de eventos sociales.
El 15 de agosto de 1917 se jugó en la cancha de Racing el tradicional encuentro anual con los uruguayos por la Copa Lipton. La expectativa que despertó este año hizo que una concurrencia muy numerosa ocupase las instalaciones del campo de juego. El team argentino apareció en el field a las 2.40 pm, siendo saludado con abundantes aplausos. Esta manifestaciones de simpatía se repitieron cuando entró el equipo uruguayo.
Team argentino que ganó la Copa Newton el 15 de agosto de 1917.
Uno y otro saludaron con tres hurras a las asociaciones dirigentes del football en los dos países, y poco después se alistaron en la siguiente forma:
Argentinos: C. Ísola; A. Ferro y A. Reyes; E. Matozzi, F. Olazar y J. Ventureira; P. Calomino, N. Vivaldo, R. Leonardi, N. Rofrano y J. N. Perinetti.
Uruguayos: N. Balmelli; A. Urdinarán y M. Varela; J. Pacheco, J. Delgado y J. Vanzzino; J. Pérez, A. Romano, C. Scarone, I. Gradín y R. Marán.
Team uruguayo que disputó la Copa Newton el 15 de agosto de 1917.
En uno de los avances del quinteto argentino, Rofrano cedió la pelota a Perinetti. El winger corrió velozmente por el ala para dirigir un espléndio centro después de anular la resistencia de Pacheco y Urdinarán; Leonardi desvió entonces la pelota, impulsándola con la cabeza hacia la derecha y Calomino, sin pérdida de tiempo, la obtuvo en plena carrera y la alojó en la red cruzándola baja junto al poste derecho. Habían transcurrido tan sólo 3 minutos desde el inicio del partido.
Aspecto de las tribunas durante la disputa de la Copa Lipton (15 de agosto de 1917).
Después de ese tanto, el juego fue decayendo visiblemente y el partido terminó con el score del primer período, esto es: Argentinos 1, Uruguayos 0.
Racing 2-1 San Isidro. Primera ronda de la Copa de Honor (5 de mayo de 1918).
En 1919 volvieron a separarse las asociaciones que gobernaban el fútbol en la Argentina. Racing pasó a integrar la Asociación Amateurs (junto con Independiente, River y San Lorenzo), mientras que los equipos más representativos que quedaron en la Asociación Argentina fueron Boca y Huracán.
Racing 1-0 Defensores de Belgrano (10 de abril de 1921). Tribuna cabecera de la calle Alsina.
Racing 3-0 Barracas Central (19 de junio de 1921). Tribuna lateral de la calle Colón.

Racing 1-0 Platense (7 de agosto de 1921).
El frente de los galpones que se ven de fondo en las fotos anteriores se conservó muchos años, pues el predio de aquella fábrica no fue reutilizado. La altura de estas construcciones también impidió que, desde 1920, en la fotos de la cancha de Racing se apreciara la torre del hospital Fiorito.
Vieja fábrica sobre la calle Colón frente al estadio del Racing Club (circa 2000)
En 1922 se amplió considerablemente la capacidad (y comodidad) del estadio, al construir una importante tribuna oficial que se ubicó entre las dos viejas tribunas techadas (que fueron desplazadas hacia los extremos del lateral del campo de juego).
Tribuna oficial (circa 1922). Se observa que el techo aún se encuentra en construcción.
Tribuna oficial (circa 1922).
Tribuna de socios (circa 1922).
Tribunas del estadio del Racing Club (circa 1922)
Al promediar la década de 1920, se estimaba que la capacidad del estadio era de 30.000 espectadores.
Racing-Independiente (10 de diciembre de 1922). Al fondo parte de la nueva tribuna oficial y una de las tribunas techadas más viejas.
Racing-Independiente (10 de diciembre de 1922). Al fondo la tribuna popular sobre la calle Colón.
Curiosa foto de una cinchada frente a las tribunas del estadio de Racing entre los integrantes del 4º Regimiento de Infantería, que celebraba el 113º aniversario de su fundación (circa junio de 1923).
En diciembre de 1923 la Selección de la Asociación Amateurs Argentina jugó aquí un partido con la de Uruguay, por la Copa Ministro de Relaciones Exteriores.
Argentina 2-3 Uruguay. Copa Ministro de Relaciones Exteriores (8 de diciembre de 1923)
Autoridades en la tribuna oficial (8 de diciembre de 1923).
Argentina 2 - Uruguay 3 (8 de diciembre de 1923). Tribunas sobre Alsina y Colón.
Copa Ministro de Relaciones Exteriores (8 de diciembre de 1923). Tribuna sobre calle Colón.
A fines de 1926 volvieron a unificarse las Asociaciones. En los últimos años de la década de 1920 el estadio de Racing se consolidó como uno de los principales escenarios de espectáculos deportivos de la época. En 1927 jugó aquí el Real Madrid, que cerró su gira por el Río de la Plata con una derrota por 2 a 0 frente al equipo local.
Racing 2-0 Real Madrid (30 de julio de 1927).
Racing Club 1 - Boca Juniors 2 (13 de noviembre de 1927). Tribuna sobre la calle Colón.
Match de box (circa 1928). El árbitro con la toalla es Luis Ángel Firpo. Al fondo se ve una de las tribunas techadas.
La siguiente foto aérea de la zona de Avellaneda fue tomada antes de 1930. En la parte superior es posible divisar el campo de juego y el techo de la tribuna oficial del estadio de Racing.
Vista aérea de Avellaneda (circa 1925).
En marzo de 1928 el Racing Club cumplió sus 25 primeros años de vida. El acontecimiento se celebró con un banquete que, como no podía ser de otra manera, se ofreció en la cancha de pelota paleta.
Celebración de los 25 años del Racing Club (marzo de 1928).
En 1928 se jugaron aquí 2 partidos de la gira del equipo escocés Motherwell. El 17 de mayo con un combinado de jugadores de Provincia (victoria argentina 2 a 1), y el 17 de junio con un combinado de ligas del interior (victoria escocesa 4 a 1, Bernabé Ferreyra marcó el único gol argentino).
Provincia 2-1 Motherwell (17 de mayo de 1928). Ambos equipos posan frente a la tribuna oficial.
Entre 1928 y 1929 se encaró una importante ampliación del estadio, cuya capacidad fue llevada a alrededor de 50.000 espectadores. Se aumentó considerablemente la capacidad de las tribunas populares y sólo se mantuvo la tribuna oficial techada construida en 1922.
Vista aérea del estadio ampliado (circa 1930).
Además del estadio, las áreas adyacentes comprendían una pista de equitación, 2 canchas de bochas, 6 canchas de tenis, 2 canchas auxiliares de fútbol, instalaciones para la concentración de los jugadores, parque infantil y buffet.
Vista de la tribuna oficial durante la ampliación del estadio (circa 1929).
Vista de la tribuna de la calle Alsina desde la tribuna techada oficial (circa 1929).
Vista de la tribuna oficial (circa 1929).
Vista de la tribuna oficial y la cabecera sobre la calle Italia (circa 1929).
Vista de la tribuna cabecera sobre la avenida Alsina (circa 1929).
Vista de la tribuna lateral sobre la calle Colón y la cabecera sobre la calle Italia (circa 1929).
Fotomontaje del estadio ampliado (circa 1929).
Estadio del Racing Club (circa 1930).
Racing 1-0 GELP (5 de enero de 1930). Encuentro correspondiente al campeonato de 1929 que obtendría Gimnasia.
Racing-San Lorenzo (circa 1930).
En mayo de 1931 se produjo la tercera escisión en el fútbol argentino, que dio inicio a la etapa profesional. Durante la etapa amateur, Racing obtuvo en este estadio los títulos de 1913, 1914, 1915, 1916, 1917 y 1918 (de la Asociación Argentina), y de 1919, 1921 y 1925 (de la Asociación Amateurs). En esta etapa recibió el mote de "La Academia" y forjó su enorme popularidad, que aún perduran.
Carnet de socio de Carlos Gardel.
Último partido (amateur) : 29 de marzo de 1931. Racing 2 - San Lorenzo 3.
Racing Club 1 - Boca Juniors 2 (19 de julio de 1931).
Primer partido (profesional) : 4 de junio de 1931. Racing 5 - Platense 1.
Racing 4-2 Estudiantes de La Plata (1º de noviembre de 1933)
En 1933 Racing celebró su 30º aniversario, otra vez con un evento en el frontón de pelota paleta y una extraña exhibición de equitación en el estadio.
30º aniversario del Racing Club (circa marzo de 1933).
30º aniversario del Racing Club (circa marzo de 1933).
Demostración de gimnasia en el estadio de Racing (circa 1930).
Durante los siguientes 15 años el estadio se mantuvo sin cambios en la disposición de las tribunas. Solamente aumentó la cantidad de asientos y disminuyó la capacidad total (un fenómeno que en esa época se repitió en la mayoría de las canchas del fútbol argentino).
Racing 1-1 River Plate (23 de junio de 1935). Al fondo la tribuna lateral de la calle Colón.
Vista aérea del estadio durante el partido Racing 0 - Huracán 3 (2 de julio de 1939).
Sector femenino, ubicado entre el campo de juego y la tribuna oficial (circa 1940).
Equipo de reserva de Estudiantes LP frente a la tribuna oficial (circa 1940).
Racing 4-3 Newell's (8 de agosto de 1943). Vista desde la tribuna oficial. Foto aportada por @Centrojas.
Foto de un partido sin identificar en el década de 1940.
Tribuna oficial del Racing Club (circa 1943)
En 1944 el club compró los terrenos del estadio, que pertenecían al Ferrocarril Sud. En 1946 obtuvo el financiamiento para construir un gran estadio de cemento.
Último partido: 1 de diciembre de 1946. Racing 4 - Rosario Central 6.
Maqueta del viejo estadio de madera del Racing Club.
Algunos asientos del viejo estadio de madera fueron instalados en la tribuna techada de la cancha de Argentino de Quilmes, y aún están hoy ahí.
Antiguos asientos de la cancha de Racing en la tribuna de Argentino de Quilmes (circa 2015).
Una verificación posterior comprobó que estos asientos son los originales colocados en 1950 en el palco de honor del actual estadio de Racing. De todas maneras, acreditan más de 65 años de antigüedad. La siguiente foto prueba que estos eran los asientos del Cilindro.

Jorge Porcel en el palco de honor del Cilindro viendo un partido del "equipo de José" (circa 1966). Se ven los asientos originales que hoy están en la tribuna de Argentino de Quilmes.
La construcción del nuevo estadio demandó 4 años de trabajos. Fue inaugurado el 3 de septiembre de 1950, en un partido con Vélez Sarsfield.
Memoria y Balance de 1949 con los dos estadios en la tapa.
Construcción del estadio del Racing Club (circa 1949). Al fondo el estadio de Independiente.
Estadio del Racing Club terminado (circa 1950). Al fondo el estadio de Independiente.
Estadio del Racing Club terminado (circa 1950). Al fondo el estadio de Independiente.
Foto aérea con el viejo estadio de Independiente demolido (septiembre de 2007)
Vista aérea del estadio Presidente Perón (circa 2010).

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A fines de 1934, la redacción de la revista Caras y Caretas encomendó a Emilio Dudeló una serie de artículos sobre los orígenes de los 14 equipos de fútbol que ese año completaron el torneo de la Liga Argentina. Cabe notar que, en aquel tiempo, la mayoría de los clubes tenía menos de 30 años de antigüedad y varios de sus fundadores fueron entrevistados. No fue una tarea de investigación (hay datos errados), sino de compilación de lo que hasta ese momento sólo eran anécdotas que se transmitían por tradición oral. Con el tiempo, estos artículos se convirtieron en documentos esenciales que ayudaron a preservar la rica historia del fútbol en la Argentina.

Se transcribe a continuación el artículo completo correspondiente al Racing Club:
En este link podés descargar el PDF del artículo original con fotos.

La destreza de sus jugadores le vale al Racing Club el apodo de "Academia"
Allá por el año 1898. —Una estación de ferrocarril fue la cuna de Racing. — De dos clubs enemigos se formó uno. — Treinta socios y veinte pesos de capital. — El primer uniforme rosa y celeste.— Los grandes jugadores de antaño. — Progresos increíbles — El nuevo edificio social.

Allá por el año 1898

YA hemos dicho, anteriormente, que el juego del fútbol fue introducido en la República Argentina por los ingleses empleados de los ferrocarriles. Allá por el año 1898, los empleados del Ferrocarril del Sud tenían autorización de la gerencia para emplear los terrenos baldíos que rodeaban las estaciones en la práctica del fútbol y convertirlos en fields. Con el fin de atraerse la simpatía del vecindario, por medio del juego que tanto interés despertaba entre la gente joven de aquella época, realizaban partidos amistosos entre los cuadros de las distintas estaciones, y entre los principales cuadros combinados de las distintas empresas, que ya habían tendido sus rieles sobre el suelo argentino. Los empleados del Ferrocarril del Sud eran por aquel entonces algo así como los "campeones" del deporte, pues la mayoría de sus jugadores superaban a los de las demás empresas en destreza y en organización, demostrándolo con la fundación de uno de los primeros clubs organizados de la época: el Argentinos Excelsior Club. No obstante el entusiasmo del primer tiempo, en 1901 el club se disolvió, por disidencias internas, y sus asociados se refugiaron en los clubs Sud América Football Club de Barracas al Sud, American Club y Argentinos Unidos, que a principios de siglo se disputaban el cetro del fútbol en toda la zona de Barracas y Avellaneda.

Football Club Barracas al Sud
DE la lista enunciada, Football Club Barracas al Sud fue el que se impuso por la calidad de sus jugadores y por el entusiasmo de sus dirigentes. ¿Quiénes eran éstos? Un viejo socio, que aún vive en Avellaneda, enumera con lágrimas en los ojos a los componentes principales de aquel club, del que, como verán los lectores, fue poco a poco surgiendo el actual Racing. El 12 de marzo de 1900 se constituía en Avellaneda un club de fútbol con el nombre que encabeza este capítulo, formado por un grupo de escolares entusiastas. Eran éstos: Arturo y Zenón Artola, Germán Vidaillac, Alfredo y Raimundo Lamour, Pedro Viazzi, Alejandro Carbone, Ignacio Oyarzábal, Pedro S. Werner, Ricardo y Ernesto Martín y Salvador Sohorondo. Las primeras reuniones las realizaron estos entusiastas deportistas en la cocina de la casa de Raimundo Lamour. Luego en la finca de los hermanos Martín. Con una lista de veinte asociados, se inició esta entidad deportiva, estableciendo su primera cancha de juego en un terreno baldío, junto a la línea del F. C. del Sud, justamente en los mismos terrenos en los que en la actualidad tiene su campo de deportes Racing Club. El primer encuentro formal del Football Club de Barracas al Sud se efectuó en forma desastrosa para los componentes de esta incipiente institución. Fue su contrincante el cuadro del Club Atlético Argentino, que capitaneaba el inolvidable Salvador Debenedetti, más tarde ilustre hombre de ciencia A poco de colocarse frente a frente los jugadores, y antes de terminar el primer tiempo, los del Club Atlético Argentino habían hecho 10 goles, y los del Barracas al Sud ninguno. El partido debió suspenderse, por la inferioridad desastrosa del cuadro "barraqueño" pero, como dice nuestro viejo informante, "en hombres de otro temple este resultado habría sido el epílogo que labrara el acta de defunción prematura de nuestro club, pero los fundadores, a la vez jugadores e hinchas, si podían llamarse así a los entusiastas adherentes de aquella época, acicateados por el contraste permanecieron firmes en la brecha y concertaron una serie de lances amistosos con todos los clubs que entonces estaban militando en Ligas Independientes. Eran jugadores del Football Club Barracas al Sud los aficionados: Sirio, Arturo Silva, los hermanos Artola, Zabala, Oyarzábal, los hermanos Fernández, De Vicenzi, los hermanos Serza y otros que escapan a la memoria de los que sobreviven a la época de la gestación de Racing Club.

Surgen los "Colorados Unidos del Sud

LAS divergencias y disidencias, conflictos y disgustos estaban por aquel entonces a la orden del día, y así como se fundaba un club, se "desfundaba", como nos dice graciosamente nuestro informante, y eso le ocurrió al Football Club de Barracas al Sud, cuyos principales dirigentes resolvieron un día dejar al club sin pelota, y con Evaristo Paz, que era el que la había regalado, marcharse de la institución y fundar un nuevo club con el pomposo nombre de Colorados Unidos del Sud. Acompañaron a Paz en aquella disidencia Arturo Silva, los hermanos Artola y otros que nadie recuerda bien. Pero ocurrió algo que era muy natural, ya que los compañeros que habían quedado en el Football Club Barracas al Sud eran amigos, y que la disidencia no había sido de tanta gravedad, como para que se cavara una fosa infranqueable entre ambas instituciones, y así fue que los dirigentes de uno y otro club, convencidos de que sus fuerzas divididas eran muy pobres, resolvieron realizar tanteos de acercamiento que dieron por resultado varias entrevistas que se realizaban en terreno neutral. Puestos de acuerdo los dirigentes de ambas instituciones, que tomaron bajo su responsabilidad aquel acercamiento de los dos clubs enemigos deportivamente, pero de fraternal amistad entre sus asociados, se llegó a la convocatoria de una asamblea magna de los componentes de ambos clubs, y ésta se realizó, como verá el curioso lector.

Una vieja estación fue la cuna de Racing
EN la esquina de las calles Pala y Maipú, de Avellaneda, existía la estación de carga y pasajeros del Ferrocarril del Sud, llamada Barracas Iglesia. En la actualidad aquella estación existe aún, tal cual era en aquel tiempo, en que, después de pasar el tren por Tres Esquinas o Casa Amarilla, rumbo a la Ensenada, hacía en aquella estación su primera parada, antes de salir de Buenos Aires. El jefe de aquella humilde estación de carga, más que de pasajeros, era un tal Niceto Barros, hombre dado al deporte del fútbol, y simpatizante con todos los que lo cultivaban. Le eran simpáticos aquellos muchachos que con tanto entusiasmo fundaban clubs y los deshacían, para agruparse en nuevas instituciones, y llegó a sus oídos la disidencia de los componentes del Football Club Barracas al Sud y Colorados Unidos del Sud. Sabía que eran todos amigos, no obstante las pequeñas rencillas futbolísticas, y se dio a la tarea de lograr el acercamiento que ya los dirigentes de ambos clubs habían iniciado. Para el caso, les ofreció un local para sus deliberaciones, y el tratado de paz entre ambos clubs se firmó a la mortecina luz de una lámpara de querosén que alumbraba la sala de espera de la estación Barracas Iglesia. Fue aquélla una noche de inolvidables emociones para los jóvenes asociados de ambas instituciones. Era necesario llegar a la fusión absoluta de los dos clubs, pues, separados, no iban a ninguna parte, y se resolvió la unión de los socios y la del capital social, que era en aquellos momentos al parecer muy exiguo, y se resolvió convocar nuevamente a una reunión definitiva, la que se realizó el 17 de marzo de 1903. Ese día se hizo la declaración formal de unirse "hasta la muerte" y se fundió en uno solo el capital de ambos equipos, que alcanzaba a la suma de... veinte pesos con cuarenta centavos. Don Francisco Balestriní, viejo comerciante de Avellaneda, que nos corrobora estos datos, fue uno de los que asistieron a la célebre reunión. — En aquella oportunidad de nuestra unión estábamos — nos dice — Ignacio Oyarzábal, Alejandro Carbone, Germán Vidaillac, Raimundo Lamour, Pedro Viazzi, Arturo P. Artola, Bernardo Echeverry, Evaristo P. Paz, Alfredo Lamour y Salvador Sohorondo, representando al resto de los asociados, entre jugadores y algunos hinchas, no más de treinta en total. "Era necesario, ya que nos habíamos unido — agrega don Francisco Balestrini, — bautizar el club que surgía de nuevo de aquella fusión. Todos teníamos un nombre y todos queríamos imponerlo como el mejor y más adecuado. En vista del primer desacuerdo, se resolvió realizar una nueva reunión a efecto de bautizar la flamante institución.

De donde salió el nombre de Racing Club
DON Germán Vidaillac, por aquel entonces Germán Vidaillac a secas, pues era un muchacho, recibía de París una revista de deportes. La llevó a la reunión y después de ponerse de acuerdo con los hermanos Alfredo y Raimundo Lamour, propuso a la asamblea que se adoptara como nombre del club, el de una institución similar francesa que tenía uno muy lindo... "Despertó curiosidad la propuesta y esperaron todos conocer el nombre. Vidaillac desenvolvió la revista y sobre un cuadro de fútbol, y en letras gruesas decía "Racing Football Club". Aplaudieron todos la acertada elección de nombre, por lo corto, sonoro y simpático al mismo tiempo, y quedó resuelto que así se llamara desde ese día la entidad, que resultaba de la fusión del Footbal Club de Barracas al Sud y de los Colorados Unidos del Sud. "¿Quién podía imaginarse que aquellos muchachos acababan de bautizar a la que es hoy tan poderosa institución? Nadie. Ellos mismos, que en su mayoría viven, afortunadamente, para contemplar el sorprendente crecimiento de aquello que ellos fundaron, ni sospecharon siquiera a dónde iría a parar el Racing Football Club nacido en la penumbra de la sala de espera de una modesta estación ferroviaria."

La primera comisión directiva del Racing Football Club
ERA necesario darle a la institución, a más del título, una comisión directiva, para llenar todas las formalidades, y al efecto una nueva reunión se realizó, no ya en la estación de Barracas Iglesia sino en la casa de los hermanos Raimundo y Alfredo Lamour, en Avellaneda, en la calle Lavalle entre Ameghino y Deán Funes, en una quinta llamada Los Tres Ombúes, que estaba justo en el sitio en que hoy están los "courts" de tenis del club. Se practicó la elección, votando cada cargo en pequeños papelitos que eran depositados en un sombrero. La elección fue una de las más "honestas", dice jocosamente nuestro informante, realizadas en la vida democrática de Avellaneda, y de esta elección surgió la primera comisión directiva, siendo elegido, por mayoría absoluta, primer presidente de la institución, Arturo P. Artola, empleado del ferrocarril del Sud entonces. Integraban la comisión directiva Pedro Werner, J. Ponjade y todos los dirigentes antes nombrados, quienes de común acuerdo, y para costear los primeros gastos, resolvieron cotizarse a cincuenta centavos por socio, como cuota mensual, y un peso más cada uno de los miembros de la Comisión Directiva. Esta iniciativa partió de los hermanos Alfredo, José y Evaristo P. Paz, que también firmaron la primera acta de fundación del club, como primeros socios fundadores, con Enrique Ponjade y Elias Calmeus.

Los colores de las primeras camisetas
A partir de esta fecha el Club va "viento en popa". Las reuniones se hacen frecuentes. Los partidos se suceden en triunfo en triunfo y el nombre de Racing Football Club comienza a imponerse en las canchas, no sólo de la línea del ferrocarril del Sud, donde bate todos los domingos a los enemigos que se le enfrentan, sino que en las líneas del norte y del oeste comienzan también sus sonados triunfos. Las primeras reuniones continúan efectuándose en la estación de la que en una época llegó a ser jefe también el presidente Arturo P. Artola, y otras veces en los terrenos baldíos de las calles Mitre y Mariano Acosta, hasta que se resolvió alquilar un local en la esquina de Belgrano y Mariano Acosta, de reducidas dimensiones y precarios muebles. Las condiciones en que se presentaba el cuadro de jugadores no estaba ya en relación con la importancia que el club había adquirido, y fue necesario adoptar el uniforme que lo distinguiera. Por iniciativa de Alejandro Carbone se adoptó una camisa formada por cuatro cuadros. Dos de color de rosa y dos de color celeste. Unas señoritas de la amistad de la familia Carbone y algunos miembros de la misma familia del entusiasta dirigente, confeccionaron las camisas, cuyo precio, según una de las viejas actas del club, no alcanzó a tres pesos cada una.

Las primeras canchas del Racing Football Club
POR rara coincidencia, el primer "field" oficial del Racing Football Club estaba ubicado en el mismo lugar en que se encuentra hoy la hermosa cancha y estadio de la institución. Se llamaba aquel punto La Feria, y en aquella cancha y en una destartalada casilla se obtuvieron las dos fotografías de los primeros cuadros oficiales del club, que ilustran esta crónica. Uno, el primer cuadro de tercera división y el otro, de segunda división. Ambos obtenidos en el año de la fundación del club y cuando aun no lucían sus jugadores el primer uniforme celeste y rosa, que después fue sustituido durante la vicepresidencia de don Luis Carbone, en 1910, por los actuales colores de la entidad. Posteriormente se trasladó el campo de deportes del Racing a un terreno detrás de una quinta denominada Las Palmas hasta que finalmente se instaló en la calles O'Gorman y Roca, detrás de las vías del Ferrocarril Oeste. En este "field", cuya casilla también ilustra estas páginas, se iniciaron las resonantes campañas triunfales de Racing y de allí surgieron los grandes jugadores que dieron nombre y brillo, en el deporte del fútbol, a la gran institución de hoy. Su primer triunfo resonante, lo obtuvo contra el Club La Rosales, hoy River Plate, ganando su primer trofeo con un "score" de 5 a 0. Este trofeo lo tienen delante en la fotografía del cuadro de segunda división, su capitán, en aquel entonces, P. Warner.

De triunfo en triunfo, Racing va ascendiendo
TAL es la historia del origen de este club, cuya vida deportiva no es necesario detallar, pues es bien conocida de sus innumerables admiradores y de sus infinitos "hinchas". Si fuéramos a recordar uno por uno los grandes jugadores que Racing ha tenido, necesitaríamos ocupar muchas páginas de CARAS Y CARETAS, detallando a cada uno de sus admirables defensores. Y de sus últimos tiempos raro es el que haya olvidado a jugadores como el "Gaucho Corvina", como le llamaban a Feliciano Perducca, que hacía con sus enemigos lo que le daba la gana. ¿Quién no recuerda que en un partido contra Quilmes, al "centre half" de Quilmes lo tuvo loco toda la tarde? El viejo jugador de Racing, con aquella verba característica, contaba así, en el café, su labor de aquella tarde: "Avanzaba yo con la pelota cuando observé que el "centre half" contrario venía detrás y ahí no más lo invité a recorrer las instalaciones del club; y empezamos a caminar, el detrás y yo con la pelota. Pasamos frente al palco oficial, le presenté unas chicas amigas que estaban en la platea, pasamos frente a las populares, volvimos al centro de la cancha —yo con la pelota y él detrás mío— y llegamos al subterráneo. Como el tipo estaba cansado, lo llevé a la boletería y le dije al taquillero: Ché, devolvéle el importe de la entrada al coso éste, que se quiere ir…" Otro jugador del que la afición no podrá nunca olvidarse: Juan N. Perinetti, aquel famoso "wing" izquierdo que actuó en el primer equipo de Racing en la época llamada "de oro" del fútbol porteño. Luego Natalio Perinetti, que tuvo dentro del club más de quince años de actuación destacada y brillante, que compartió con jugadores de la talla de Zabaleta, Vivaldo y Pedrito Ochoa. El nombre de otro jugador de Racing está unido a grandes campañas internacionales y sobre todo a la Olimpíada Mundial. Fernando Paternóster, que debutó allá por el año 1920, en el Club Atlanta, pasó a Platense de la Asociación Argentina, para volver a Atlanta en 1924, de donde pasó en 1926 a Racing, encontrándose allí con Castagnola, De Mare, Masetti y muchos de los que hoy mantienen aún bien alto el pabellón del club. Otra figura prominente de Racing fue la del popular "negro Reyes", aquel gran "back" que con Saturnino Ochoa hacían inexpugnable la valla del "blanquiazul". Armando Reyes, después de ser un gran jugador, formó a los mejores jugadores como entrenador de equipos.

¿Por qué le llaman al Racing Club "Academia"?
EN el argot futbolístico, casi puede decirse que los nombres de los clubs desaparecen, y son sustituidos por sobrenombres más o menos ingeniosos. Nos había llamado la atención siempre el nombre de "Academia", con que el vulgo bautiza a los cuadros de Racing, y uno de los más viejos hinchas del progresista club de Avellaneda nos dijo: Se les llama "Academia", porque hasta cuando pierden un partido lo hacen dando lecciones de jugadores maestros, en destreza y habilidad, y no es de ahora la cosa. Hay que ver lo que eran los de Racing en los buenos tiempos del fútbol porteño, y repitiendo las palabras de un viejo cronista agregó: Aquel Racing, compañero, aquel Racing fue la catedral del fútbol; representó una época, determinó el paso del fútbol británico hacia el criollo sin dejar de perder sus características más esenciales. Fue el advenimiento de los nuestros, de los que escribían apellidos alemanes con la redonda, de los que te la peinaban, de los que te la hacían saltar como un pampanito recién salido del agua. Yo tengo en mis pupilas repletas de visiones futbolísticas el recuerdo imborrable de un gorrito blanco que avanzaba siempre, que iba dribleando al tranco, que se escurría por entre las defensas, que fue "forward" y "half" internacional. No sé si porque influyó en mi espíritu de purrete que se tomaba el fútbol y las tardes a buches grandes la leyenda de ese gorrito de Alberto Ohaco, o porque el "forward" la llevaba con la maestría que era de mi agrado, que se ahondó en mis recuerdos aquella visión sin que el tiempo haya podido desvanecerla. No sé si por una cosa o por la otra, o por las dos juntas. Sólo sé que cierro los ojos y que lo veo... Aquel Racing, compañero, era una máquina que hacía fútbol del bueno y que dictó una cátedra constante de varios años para bien del deporte más espectacular que se haya inventado. Pero vayamos al asunto que teníamos dribleando. Hay en el fútbol argentino tres "teams" representativos de tres etapas bien definidas: Alumni, Racing y Boca Juniors. En los períodos de las mejores actuaciones de estos "teams", había que irlos a ver jugar a ellos. Antes del 15 a Alumni, en el 15 a Racing, en el 25 a Boca. Ningún otro ha podido establecer de manera tan definitiva su paso por la historia del fútbol argentino.

De veinte pesos, a un capital de 828.950,88 pesos
HEMOS tratado de trazar en esta breve y rápida crónica la vida en síntesis de este club, tan ligado al deporte argentino y dando saltos a través de sus años de sucesivas glorias futbolísticas llegamos al presente. Aquel club que un puñado de "purretes entusiastas", que no pasaba de treinta, fundaron en la sala de espera de la estación Barracas Iglesia lo que es hoy el Racing Club con más de 15.000 socios y aquellos veinte pesos con cuarenta centavos que por todo capital tenían los dos clubs que se fusionaron para darle vida, se ha convertido hoy en un capital de 828.950,88 pesos, según el balance del año que termina. No sería justo pasar por alto en esta crónica nombres como los de su primer presidente Arturo P. Artola, y la de presidentes tan ligados a su progreso como Luis Carbone, que a más de ser presidente desempeñó altos cargos en su comisión directiva en infinidad de períodos; Alejandro Carbone, el primer tesorero del club, cuando era necesario ahorrar las moneditas para poder comprar una pelota; Arturo Giro y tantos otros, hasta llegar a la presidencia actual del doctor Ernesto F. Malbec, a cuya actividad y celo debe la institución, entre otros muchos progresos y páginas de gloria deportiva, la construcción del edificio social, que en estos días justamente será inaugurado en la calle Mitre de Avellaneda.

El gran edificio social del Racing Club

AVELLANEDA estará de fiesta en estos días. Ha de inaugurarse en su principal arteria el nuevo edificio social del Racing Club, la institución deportiva más ligada en todos conceptos al progreso de la populosa ciudad que, parafraseando al Cirano de Bergerac, "a Barceló tiene por capitán". El nuevo edificio social de cuatro pisos alza su torre vigía, en cuyo remate un asta bandera mantiene flameando al viento el triángulo de la insignia del club. El edificio, de líneas modernas y elegantes, ha sido construido bajo la dirección técnica de los arquitectos Squirru y Croce Mujica. Su costo se calcula en 250.000 pesos, sin contar el valor del terreno, que es de cerca de 100.000 pesos, ni el valor del mobiliario e instalaciones que pasa de los 50.000. Una lujosa planta baja tiene las dependencias de servicio, cocinas y maquinarias para la calefacción y refrigeración, ascensores, electricidad, etc., del edificio. En la misma planta, la parte administrativa del club tendrá su mesa de entradas, gerencia, salón de actos y presidencia, secretaría, comisión de hacienda y salón de actos públicos. La planta segunda tiene por base el amplio comedor y "buffet", peluquería y biblioteca, sala de damas y "toilette", billar, sala de ajedrez, consultorio médico y salón de lectura. Amplios ventanales sobre la avenida Mitre y grandes ventanales sobre los patios y jardines del club, dan luz y aire a este segundo piso. El tercero y cuarto están sin terminar y no serán todavía inaugurados. Tiene además el club una hermosa pileta de natación, canchas de pelota y basquetbol, pista de patinaje, sala de esgrima y gimnasio. Todo ello a pocas cuadras de su hermoso estadio, en el que caben fácilmente más de 50.000 personas y que además de su hermoso "field" para los partidos de fútbol, tiene una doble pista de equitación, dos canchas de bochas, seis "courts" de tenis, dos canchas de fútbol suplementarias para práctica, instalaciones completas para la concentración de jugadores, parque infantil, "buffet", etc., etc. No concluyen aquí las comodidades de esta institución, sin duda única en su género, pues en la calle Rivadavia, de la Capital, a la altura del 4100, posee un anexo en el que se realizan las reuniones de carácter social, con amplias instalaciones, salones, jardines, comedores y "buffets", y como si ello no bastara, los socios pueden disfrutar en verano de una playa en Villa Dominico en el ya popular Balneario Racing Club. ¿Soñaron alguna vez los ex socios de Los Colorados Unidos del Sud y los del Football Club de Barracas al Sud que, unidos, llegarían a tener todas estas comodidades?§

16 comentarios:

  1. LA HISTORIA SE ESCRIBE CON HECHOS, Y LOS HECHOS ESTAN EN ESTA FANTASTICA DESCRIPCION.
    SIN MAS PALABRAS....GRACIAS POR REGALARME LA EMOCION Y SENTIMIENTO DE SER RACINGUISTA!!!!

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  2. Respuestas
    1. A la vieja cancha de Racing siempre se la conoció por el cruce de las calles en la que se encontraba: Alsina y Colón.

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  3. En el Render 3d se ven sobre la derecha los estadios de Independiente de Ocantos y La Crucesita y sobre la izquierda el de Racing (O' Gorman y Roca). ¿Qué significa la imagen del centro resaltada con un recuadro en amarillo?

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    1. Es la fábrica textil Masllorens Hermanos... Hoy es un autoservicio mayorista...

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  4. Es la fábrica textil de Masllorens Hmnos, de inmigrantes catalanes que fabricaron una camiseta de la Selección Nacional con el escudo nacional bordado, que se usó en los partidos con el Barcelona en 1928. Acá tenés esa historia http://viejosestadios.blogspot.com.ar/2017/03/la-gira-del-barcelona-en-1928.html

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  5. Tengo entendido que la foto no identificada de 1940 es un empate 1-1 con Independiente

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  6. Muy bueno historia pura del futbol me gusto

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  7. Gracias! Que lindo poder saber todo esto!

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