La Guerra de Barracas

Una recorrida ilustrada por el Campeonato Sudamericano de 1925, jugado en Buenos Aires.

El campeonato sudamericano de 1925 contó con solo tres selecciones participantes: Argentina, Brasil y Paraguay. El campeón vigente —Uruguay— no acudió pues las términos vigentes del acuerdo para reunificar sus dos Asociaciones locales impedían la participación en torneos internacionales. Chile tampoco participó,  consecuencia de su pobre performance en el torneo de 1924 donde perdió los 3 partidos que disputó con 1 solo gol a favor y 10 en contra. Debido al reducido número de participantes, se decidió organizar un torneo en el que los tres equipos se enfrentarían dos veces entre sí (un total de 6 partidos a lo largo de 27 días de competencia).

Tres partidos se jugaron en el estadio de Sportivo Barracas en Iriarte y Luzuriaga (donde ya se habían disputado todos los partidos del Sudamericano de 1921), y los tres restantes en el flamante estadio de Boca Juniors en Brandsen y Del Crucero (inaugurado a mediados de 1924).
Iriarte y Luzuriaga. Estadio de Sportivo Barracas (circa 1925).
Brandsen y Del Crucero. Estadio de Boaca Juniors (circa 1925).
Argentina integró su selección exclusivamente con jugadores de la Asociación Argentina de Football, que era la que mantenía la afiliación a la Confederación Sudamericana y la FIFA. En su mayoría fueron jugadores del plantel de Boca Juniors que pocos meses antes había completado una exitosa gira por varios países de Europa.
Integrantes del plantel de Boca Juniors que realizó una gira por Europa en 1925.
Brasil concurrió con todas sus figuras paulistas y cariocas, mientras que Paraguay presentó, como ya era característico, un equipo aguerrido pero no exento de calidad.
Jugadores del seleccionado brasileño en el Sudamericano de 1925.
El partido inaugural lo disputaron Argentina y Paraguay el domingo 29 de noviembre en La Boca y asistieron 18.000 espectadores. A las órdenes del árbitro uruguayo Ricardo Vallarino, los equipos formaron de la siguiente manera:
Argentina: A. Tesoriere (Boca Juniors); L. Bidoglio (Boca Juniors) y R. Muttis (Boca Juniors), S. Médici (Boca Juniors), L. Vaccaro (Argentinos Juniors) y M. Fortunato (Boca Juniors); D. Tarasconi (Boca Juniors), M. Sánchez (Colón de Santa Fé), J. C. Irurieta (Argentino de Quilmes), M. Seoane (El Porvenir) y J. Bianchi (Progresista).
Paraguay: M. Denis; F. E. López de Filippis y C. Mena Porta; E. Díaz, M. Fleitas Solich y M. Álvarez; B. Brizuela, S. Molinas, L. Nessi, E. Rivas y L. Fretes.
Argentina abrió el score a los 2 minutos de juego por intermedio de Manuel Seoane. A los 25 minutos del segundo tiempo el santafesino Martín Sánchez marcó el segundo tanto argentino y dio cifras definitivas al tanteador.

El siguiente partido enfrentó a Brasil con Paraguay el 6 domingo de diciembre en el estadio de Sportivo Barracas, que reunió una moderada concurrencia estimada en 12.000 espectadores. A las órdenes del referí argentino Gerónimo Repossi, los equipos se integraron con estos jugadores:
Brasil: Tuffy (Sirio Libanés), Pennaforte (Flamengo) y Clodoaldo (Paulistano); Nascimento (Fluminense), Floriano (Fluminense) y Fortes (Fluminense); Filó (Paulistano), Lagarto (Fluminense), Friedenreich (Paulistano), Nilo (Fluminense) y Moderato (Flamengo).
Paraguay: Denis; López de Filippis y Benítez Casco; Brizuela, Fleitas Solich y G. Nessi; Ramírez, Molinas, L. Nessi, Rivas y Fretes.
Selección de Brasil que enfrentó a Paraguay (6 de diciembre de 1925).
Selección de Paraguay que enfrentó a Brasil (6 de diciembre de 1925).
El partido fue netamente favorable a los brasileños, que antes de los 20 minutos de juego ya ganaban 2 a 0 gracias a los goles de Filó y Friendenreich. Rivas descontó para los guaraníes pero Lagarto repuso la ventaja de Brasil antes de que terminara el primer tiempo. En el segundo tiempo otra vez Lagarto estiró la ventaja a 4 a 1, y aunque Paraguay descontó otra vez gracias Rivas, sobre el final Nilo estampó el 5 a 2 definitivo. Esta segunda derrota consecutiva de los paraguayos les restó toda chance para la segunda ronda de la competencia.
Instantáneas del partido Brasil 5-2 Paraguay (6 de diciembre de 1925).
El domingo 13 de diciembre se enfrentaron en Sportivo Barracas los dos punteros de la competencia: Argentina y Brasil. Un numerosa concurrencia de aproximadamente 25.000 espectadores brindó un marco acorde a la importancia del partido. El árbitro paraguayo Manuel Chaparro convocó a los siguientes equipos a dar inicio al juego:
Argentina: A. Tesoriere (Boca Juniors); L. Bidoglio (Boca Juniors) y R. Muttis (Boca Juniors); S. Médici (Boca Juniors), L. Vaccaro (Argentinos Juniors) y M. Fortunato (Boca Juniors); D. Tarasconi (Boca Juniors), M. Sánchez (Colón de Santa Fé), A. Garassini (Boca Juniors), M. Seoane (El Porvenir) y J. Bianchi (Progresista).
Brasil: Tuffy (Sirio Libanés); Hélcio (Flamengo) y Clodoaldo (Paulistano); Nascimento (Fluminense), Floriano (Fluminense) y Fortes (Fluminense); Filó (Paulistano), Lagarto (Fluminense), Friedenreich (Paulistano), Nilo (Fluminese) y Moderato (Flamengo).

A los 22 minutos de juego Nilo abrió el marcador para los visitantes. Sin embargo, lo que parecía un duelo reñido tuvo un desenlace muy favorable para los argentinos. Seoane empató antes de que terminara el primer tiempo, y a los pocos minutos de iniciado el segundo el mismo jugador segundo puso en ventaja a la albiceleste. Promediando la etapa complementaria Garassini y otra vez Seoane completaron la goleada (4-1) argentina.

La actuación de los brasileños decepcionó sobremanera. Luego se supo que tras la llegada de la delegación al Palace Hotel —sito en Cangallo y L. N. Alem en el centro de Buenos Aires— los jugadores no desaprovecharon oportunidad para disfrutar de todas las diversiones que la gran ciudad tenía para ofrecer: cines, teatros, bares y cabarets. Las sesiones de entrenamiento, una alimentación cuidada y el necesario reposo de los atletas pasaron a segundo plano. El técnico uruguayo Ramón Platero extremó entonces la vigilancia sobre los jugadores, pues Brasil ahora necesitaba ganar el siguiente match con Paraguay para llegar aún con posibilidades al último partido del campeonato.
Palace Hotel, Cangallo y L. N. Alem, Buenos Aires.
El jueves 17 de diciembre se enfrentaron Brasil y Paraguay en La Boca. Considerando que era un día de semana, se registró una apreciable concurrencia estimada en 14.000 espectadores. El árbitro fue el argentino Gerónimo Repossi y los equipos así ingresaron al campo de juego:
Brasil: Batalha (Flamengo); Hélcio (Flamengo) y Clodoaldo (Paulistano); Nascimento (Fluminense), Floriano (Fluminense) y Pamplona (Botafogo); Filó (Paulistano), Lagarto (Fluminense), Friedenreich (Paulistano), Nilo (Fluminense) y Moderato (Flamengo).
Paraguay: Denis; López de Filippis y Benítez Casco; Mena Porta, Fleitas Solich y Brizuela; L. Nessi, Molinas, Ramírez, Rivas y Fretes.
Selección de Brasil frente a la tribuna oficial de Boca Juniors (13 de diciembre de 1925).
Los paraguayos ofrecieron a los brasileños más resistencia que en el primer encuentro. El primer tiempo terminó con la ventaja parcial de Brasil, tras un gol de Nilo a los 30 minutos. En el segundo tiempo Brasil aumentó a los 12 minutos gracias a Lagarto, pero Paraguay descontó inmediatamente por intermedio de Fretes e insinuó una recuperación. Finalmente Lagarto puso el tercero y evitó así toda complicación para los brasileños.
Recorte de un diario brasileño sobre el partido Brasil 3-1 Paraguay (13 de diciembre de 1925).
El domingo 20 de diciembre se jugó en La Boca la revancha entre Argentina y Paraguay. Los locales aseguraban el primer puesto con un triunfo, mientras que los guaraníes ya estaban eliminados. La importancia del partido quedó reflejada en una nutrida concurrencia de más de 25.000 espectadores, que colmó el estadio. El árbitro fue el brasileño Joaquim Antônio Leite de Castro y los equipos formaron de la siguiente forma:
Argentina: A. Tesoriere (Boca Juniors); L. Bidoglio (Boca Juniors) y R. Muttis (Boca Juniors); S. Médici (Boca Juniors), L. Vaccaro (Argentinos Juniors) y M. Fortunato (Boca Juniors); D. Tarasconi (Boca Juniors), M. Sánchez (Colón de Santa Fé), J. C. Irurieta (Argentino de Quilmes), M. Seoane (El Porvenir) y J. Bianchi (Porgresista).
Paraguay: Torres; Fretes y Benítez Casco; G.Nessi, Fleitas Solich y Brizuela; Casco, Molinas, Ramírez, Rivas y L. Nessi

Para sorpresa de todos, Fleitas Solich puso en ventaja a los visitantes a los 15 minutos del primer tiempo. Sin embargo, los argentinos reaccionaron rápidamente y Tarasconi a los 22 minutos y Seoane a las 32 minutos dieron vuelta el score. En el segundo tiempo Irurieta dio cifras definitivas al marcador. Los argentinos se aseguraron así el primer puesto de torneo, y sólo una derrota frente a los brasileros en el último partido del campeonato los obligaría a jugar un desempate.

Argentinos y Brasileros jugaron el partido final del campeonato el día de Navidad —25 de diciembre de 1925— en el estadio de Sportivo Barracas. La inusual fecha elegida no fue un obstáculo para convocar un multitud. Se estima que el encuentro fue presenciado por más de 30.000 espectadores. 
Estadio de Sportivo Barracas (25 de diciembre de 1925).
A las órdenes del árbitro paraguayo Manuel Chaparro, los equipos salieron al campo de juego así integrados:
Argentina: A. Tesoriere (Boca Juniors); L. Bidoglio (Boca Juniors) y R. Muttis (Boca Juniors); S. Médici (Boca Juniors), L. Vaccaro (Argentinos Juniors) y M. Fortunato (Boca Juniors); D. Tarasconi (Boca Juniors), A. Cerrotti (Boca Juniors), M. Seoane (El Porvenir), A. De los Santos (El Porvenir) y J. Bianchi (Progresista).
Brasil: Tuffy (Sirio Libanes); Hélcio (Flamengo) y Pennaforte (Flamengo); Nascimento (Fluminense), Rueda (Corinthians) y Pamplona ((Botafogo); Filó (Paulistano), Lagarto (Fluminense), Friedenreich (Paulistano), Nilo (Fluminense) y Moderato (Flamengo).
En un estadio abarrotado, el partido comenzó bajo un tenso clima. El público local recibió con aplausos a los visitantes, pero ejerció una fuerte presión en favor de los argentinos durante los primeros minutos del juego.
Tesoriere encabeza el equipo Argentino al salir de los vestuarios de la esquina de Iriarte y Luzuriaga (25 de diciembre de 1925)
La selección brasileña ingresa al campo de Sportivo Barracas (25 de diciembre de 1925).
Los jugadores brasileños dan las hurras antes de comenzar el juego (25 de diciembre de 1925).
Los capitanes —Tesorieri y Fortes— intercambian saludos antes del encuentro (25 de diciembre de 1925).
A los 27 minutos Lagarto cortó un rechazo de Bidoglio y pasó la pelota a Friendenreich, quien venció a Tesoriere con un fuerte remate. Tres minutos más tarde, Nilo marcó el segundo para los brasileños. La concurrencia quedó atónita, pues de mantenerse esta victoria brasileña se tenía que jugar un partido de desempate.
Escena del partido final entre Argentina y Brasil (25 de diciembre de 1925).
Escena del partido final entre Argentina y Brasil (25 de diciembre de 1925).
Antes de completar el primer tiempo, un peligroso ataque de los visitantes fue detenido por Muttis con una fuerte falta a “El Tigre” Friedenreich, quien a su vez reaccionó con un puntapié. El argentino respondió con una trompada y el incidente desencadenó una batahola entre varios jugadores (y algunos espectadores que invadieron el campo de juego). El juego se suspendió, y sólo se reanudó —sin expulsados— después de un abrazo entre Friedenreich y Muttis que selló una tregua.
Escenas de los incidentes durante el partido Argentina-Brasil (25 de diciembre de 1925).
Escenas de los incidentes durante le partido Argentina-Brasil (25 de diciembre de 1925).
Sin embargo, el incidente hizo mella en los jugadores brasileros y el partido cambió de rumbo. Sobre el final del primer tiempo “Carburín” Cerrotti marcó el descuento argentino y abrió el camino de la recuperación. El empate llegó a los diez minutos del segundo tiempo por intermedio “La Chancha” Seoane (quien con 6 tantos fue el goleador del certamen). El partido termino empatado y Argentina obtuvo por segunda vez la Copa América.
Recorte de un diario brasileño sobre la final del Sudamericano (25 de diciembre de 1925).
Los incidentes no pasaron desapercibidos en Brasil y algunos diarios locales se refirieron al partido como “La Guerra de Barracas”. Incluso hinchas indignados organizaron marchas de protesta en la Av. Rio Branco en Río de Janeiro. Este accidentado desarrollo de la Copa América de 1925 tuvo consecuencias. Argentina y Brasil no volvieron a jugar oficialmente durante los siguientes 11 años, cuando volvieron a encontrarse en otra accidentada final sudamericana también en Buenos Aires.

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